Las Caras de Cthulhu
© Dr. Cyrus Llanfer
Bicho
sobre el pilar ©
Dr. Cyrus Llanfer
La humanidad no era la única clase de seres con conciencia sobre la Tierra, pues había formas que surgían de las tinieblas para visitar a los pocos fieles. Pero éstas no eran los Grandes Primordiales. Ningún ser humano había visto jamás a los Primordiales. El ídolo esculpido representaba al gran Cthulhu, aunque nadie podía decir si los demás eran o no semejantes a él. Nadie era capaz de descifrar ahora la antigua escritura, si bien se transmitían cosas oralmente. El cántico ritual no era el secreto; éste no se expresaba jamás en voz alta. El cántico significaba sólo esto: «En su morada de R'lyeh, Cthulhu muerto aguarda soñando.»
La llamada de Cthulhu, H.P. Lovecraft
Es la llamada de H.P. Lovecraft y la llamada de la Nueva Logia del Tentáculo, que aparece como fondo de la nueva imagen en la Página de Inicio: Tentáculos de pulpos, sepias y calamares se convierten en sus focos de atracción. Llama a sus fieles y adeptos, para atraparles entre las redes.
Allí, yacían el gran Cthulhu y sus hordas, ocultos en criptas verdosas y cubiertas de légamo, desde donde enviaban, después de un número incalculable de ciclos, los pensamientos que infundían miedo a los sueños de quienes poseían una naturaleza sensible, y llamaban imperiosamente a sus fieles para que acudiesen en peregrinaje de liberación y restauración. Johansen no llegó a sospechar todo esto, ¡pero bien sabe Dios que había visto bastante!
La llamada de Cthulhu, H.P. Lovecraft