Elémire
Zolla, el visionario estudioso cuya vida y obra fue conmemorada
en el volúmen 6 de Seshat. Cross-cultural Perspectives
in Poetry and Philosophy, dedicó un sensitivo y lúcido
estudio al arquetipo de la Dama Sobrenatural en una vasta variedad
de literatura. Como ocurre con mucho academicismo, la discusión
de Zolla ha catalizado mis propias reflexiones sobre un tema que
me ha fascinado por décadas. Es, por lo tanto, con un espíritu
de profunda humildad y gratitud que presento estas notas sobre manifestaciones
de la Dama Sobrenatural que he encontrado en mis exploraciones literarias
y culturales.
La encarnación árabe de la Dama con la que Zolla comienza,
incluye trazas de tradiciones que retrotraen al antiguo Egipto,
especialmente en cuanto a la asociación de hermosas mujeres
históricas, legendarias y divinas, con las pirámides
de Guiza. El escritor árabe al-Murtadi afirma que la Tercera
Pirámide (en realidad, la de Micerinos) estaba hechizada
por una bella aparición desnuda que volvía locos a
los hombres, una suerte de sirena del desierto. Históricamente,
esta tradición parece haber tenido en su base a la reina
Jentkaues I, una figura clave en la transición entre la Cuarta
y Quinta dinastías, quien construyó una gran tumba
de diseño inusual en Guiza, a veces llamada "la Cuarta
Pirámide", y que es vista por algunos estudiosos como
una reina reinante.
El
sacerdote-historiador egipcio Manetón registra la tradición
que, por primera vez, conecta a los monumentos de Guiza no con Jentkaues
I, sino con Nitocris, una reina reinante que floreció al
final del Reino Antiguo, quizá tres centurias más
tarde. Tal como fue transmitido por Africano y Eusebio (el último
llegando a nosotros, a su vez, vía Jorge Sincelo), Manetón
describe a Nitocris como bella; la versión armenia de Eusebio
agrega "con mellijas rojas", mostrando que ella era confundida
con la renombrada cortesana Rhadopis. Esta asociación apunta
a otras corrientes de leyendas que contribuyeron al desarrollo de
la tradición. Heródoto repite (pero no cree) un relato
de acuerdo al cual Rhadopis erigió la Tercera Pirámide,
y también deslumbra a sus lectores con la malhadada historia
de que Jufu (Keops) prostituyó a su propia hija, quien construyó
su propia pirámide con las piedras que les pedía a
sus clientes.
La asociación de Nitocris con las pirámides de Guiza
es tomada por escritores modernos de fantasía y lo macabro,
quienes en el proceso de transformarla en una aparición más
horrible que seductora, una exagerada caricatura del aspecto temible
de la personalidad bipolar de la Dama - un aspecto que, como Zolla
muestra, fue tan fuertemente desarrollado por los poetas ingleses
románticos. La base concreta para el retrato negativo de
Nitocris parecía ser la narración de Heródoto
sobre su venganza de los asesinos de su esposo - un cuento recontado
por Lord Dunsany con los nombres modificados más allá
de todo reconocimiento (en The Queen's Enemies), y por el
joven Tennessee Williams (en The Revenge of Nitocris). El
escritor americano de cuentos de horror atmosférico, Howard
Phillips Lovecraft, la incluyó en su historia Imprisoned
with the Pharaohs, de la que fue ghost-writer, como un
narrador en primera persona, ostensiblemente relatada por el mago
Harry Houdini (bien conocido como un demolente de lo sobrenatural).
Ella aparece como una "reina fantasma". la mitad de cuya
hermosa cara está devorada. Lovecraft la conecta con el viejo
motivo de la aparición de la pirámide, citando un
pasaje del poema Aleiphron de Thomas Moore:
Ninfa
subterránea que habita
Entre las gemas sin sol
Y las glorias ocultas:
¡Dama de la Pirámide!
Sax Rohmer (Arthur Sarsfield Ward), autor de horrendos y muchas
veces xenofóbicos "thrillers", tales como la serie
de Fu Manchú, también presenta a Nitocris como una
persona horrible en su novela Brood of the Witch Queen. Conecta
a Nitocris - a quien presenta como una malvada hechicera -, no con
Guiza, sino con la pirámide de Meidum. En una reminiscencia
de Rhomer que leí hace casi treinta años y que nunca
he redescubierto, su viuda era citada diciendo que el egiptólogo
Rex Engelbach, exasperado por la falta de ortodoxia de Rohmer sobre
la Egiptología y sus ideas sobre las pirámides, se
tomó venganza llevando a Rohmer a una visita a la pirámide
de Meidum. Se alega que eso traumatizó tanto a Rohmer que,
a su vez, se cobró venganza al darle a Meidum otro tipo de
inmortalidad en su novela.
Otro autor que da un decididamente sesgo negativo y aterrador a
a Dama es Bram Stoker. En su inmensamente popular e influyente novela
Drácula, nos presenta con una selección de
vampiros femeninos: las habitantes del castillo de Drácula,
que sólo se ven detenidas de atacar a Jonathar Harker por
las amenazas del archivampiro mismo, y la "dama Bloofer",
un tipo de pedófila vampírica que acecha por Londres
(¿puede esta última ser una metáfora del abuso
sexual o, más específicamente, para la explotación
sexual de niños en la Inglaterra victoriana, como se muestra
realistamente en algunos misterios victorianos de Anne Perry?).
Stoker explícitamente involucra a Egipto en su caracterización
de la Dama Sobrenatural en su The Jewel of the Seven Stars,
en donde ella aparece en la persona de una antigua reina egipcia
redescubierta por los arquéologos, quien empieza como una
muy temible y amenazadora personalidad, pero termina revelando luego
su lado sabio y benevolente.
Un predominantemente positivo, pero todavía algo ambivalente,
realización de La Dama aparece en la trilogía The
Lord of the Rings, de J. R. R. Tolkien, en la figura de la Señora
del Bosque. Aunque representa a las fuerzas de la luz, ella es ampliamente
temida como una poderosa bruja, y muestra su polo oscuro (y, Tolkien
lo debería ver, el polo oscuro de todos nosotros) en el episodio
en el que fantasea sobre lo que ella devendría si tomara
posesión del Anillo de Frodo.
Entre
los autores británicos fascinados, sino obsesionados, con
la Dama, no debemos dejar de mencionar a Sir Henry Rider Haggard,
cuyos personajes Ayesha ("Ella" - más completamente,
"Ella-que-debe-ser-obedecida") y Cleopatra personifican
el arquetipo en toda su espléndida ambivalencia - sabia,
apasionada, seductora, nutricia, inefablemente hermosa, aunque odiosa,
vindicativa, violenta e intocable. Haggard retorna a Ayesha una
y otra vez, finalmente dedicando cuatro novelas a Ella (She,
Ayesha; The Return of She; She and Alan y Wisdom's Daughter).
El biógrafo de Haggard, M. Cohen presenta una más
o menos desarreglada discusión de posibles fuentes para tanto
aspectos generales como específicos de la naturaleza de Ella,
incluyendo una interpretación jungiana que la identifica
con el ánima. En su discusión del nombre Ayesha, menciona
nomina sacra tales como Allat, Astarté y Ashtoret,
pero pasa por encima el hecho de que Ayesha es un nombre personal
femenino árabe, tal como fue claramente afirmado por el propio
Haggard - un nombre, es más, encapillado por la tradición
musulmana al pertenecer a una de las esposas del profeta. Haggard,
a veces, se refiere a su heroína con el pronombre árabe
Hiya. Shirley M. Addy ha producido, recientemente, el único
tratamiento de la extensión de un libro que he podido ser
capaz de identificar sobre Haggard y Egipto. Además de una
extremadamente interesante y útil compilación de fuentes
originales que detallan los viajes de Haggard en, y su involucramiento
de por vida con, Egipto, ella prové una atrapantemente escrita
narrativa de su vida y una retrospectiva de su influencia entre
los egiptólogos; u un catálogo razonado de sus escritos
relativos a Egipto. Pero se queda corta en el análisis literario;
Addy repite un reclamo: que la heroína de She fue
inspirada por un ushebti femenino, que entró en una subasta
en un catálogo de 1921 de Sotheby como "'Ella'
el original de la novela de Sir Rider Haggard".
Ambas
sagas de She y Cleopatra involucran al antiguo Egipto,
por supuesto. En la novela Cleopatra, un tema mayor desarrollado
por Haggard involucra la traición del rey-sacerdote Harmachis
contra la verdadera Dama Sobrenatural, la diosa Isis, cuando es
seducido por la sustituta de Isis, Cleopatra, y deviene completamente
hechizado por ella. Aún otra interesante encarnación
de la Dama aparece en la novela co-autoreda por Haggard y el folklorista
clásico Andrew Lang, The World's Desire, que tiene
como base el tema de Helena en Egipto y la "Afrodita extranjera",
en tanto incorpora el Éxodo de los hebreos y el advenimiento
de los Pueblos del Mar, intentando proveer una secuela a La Odisea
de Homero - ¡una agenda ciertamente ambiciosa! Haggard también
parece ser influenciado por la tradición de "la Dama
de la Pirámide" en su novela Queen of the Dawn,
una historia de amor de una princesa egipcia y un príncipe
hicso, y posiblemente en el episodio de Cleopatra en el que
Cleopatra y Harmachis entran y roban la Tercera Pirámide.
Como Haggard afirmó elocuentemente él mismo, en fuentes
citadas por Addy, sintió una profunda identificación
con los antiguos egipcios y una empatía con su religión,
como para ir tan lejos como para afirmar: "Yo venero a Isis
".
Las novelas egiptianizantes de Haggard nos trae de vuelta a las
manifestaciones egipcias antiguas de la Dama, y por fuerza a su
aspecto explícitamente divino. El desarrollo de la asociación
Dama-Pirámide fue alentado, me parece a mí, por las
diosas egipcias de la necrópolis, tales como Isis, "Señora
de la Pirámide", y la Bella del Oeste. Como indiqué
en otra parte, estas deidas nos muestran el aspecto femenino - o
predominantemente femenino - de la persona del psicopompo egipcio,
incluyendo a Hathor y Nut. El psicopompo, en esta manifestación,
se caracteriza por un poder erótico que inicia al difunto
en el otro mundo, personificando ambos el aspecto de la esposa o
compañera sexual y el de la madre que alimenta y da nueva
vida. El foco, como en la última línea de Fausto
de Goethe, es sobre el poder transformador de la femineidad.
La ambivalencia tentadora y terrorífica, amor-muerte, de
la diosa psicopómpica está expresada en el antiguo
cuento egipcio de la "Historia del Pastor de Ganado" de
circa 2.000 a. de J.C.
U
Una de las más ubicuas e importantes personificaciones de
la Dama en el mundo actual es, por supuesto, "Nuestra Señora",
la "Reina de los Cielos" y "Madre de Dios",
tal como se encuentra en el Cristianismo, especialmente en la Iglesia
Católica Apostólica Romana y las tradiciones ortodoxas
orientales. Un desarrollo literario fascinante de esta teología,
repleta de muchas ironías, se encuentra en la novela de Günter
Grass, Katz und Maus, en la que el protagonista, Joachim
Mahlke (= ¿hebreo, malkah, "reina"?), es
obsesivamente devoto de María. Quizá es notorio que
la palabra malkah se usa como un nombre personal idish (Malka o
Malke). La Stabat Mater es un hilo que corre a través
del libro (¡incluso como un grafitti en la letrina de los
hombres!), anticipando el destino de Mahlke mismo, una figura fallida
de Cristo, quien no emerge de su hundido submarino escondido después
de tres días. Quizá no es demasiado frívolo
ver en Katz und Maus una suerte de literaria Vida de Brian.
Posiblemente
el más shockeante retrato en inglés de la muerte misma
como un psicopompo sea la sección italizada de When Lilacs
Last in the Dooryard Bloom'd de Walt Whitman, una apoteososis
quintaesencialmente romántica de la muerte como una Dama:
Approach
strong deliveress,
When it is so, when thou hast taken them I joyously sing the dead
Lost in the loving floating ocean of thee,
Laved in the flood of thy bliss O death.
Con la poesía elemental de Whitman, hemos completado el círculo.
No es difícil ver en su caracterización un eco, no
sólo del agradecimiento final a Dios por la "Hermana
Muerte" de San Francisco de Asís, sino de la diosa psicopompo
egipcia antigua tal como es llamada por el rey en La Letanía
de Ra:
"¡Oh,
Amenti, oh, Amenti, oh, Buena, oh. Buena, oh, Fuerte, oh, Fuerte,
oh, Poderosa, oh, Poderosa, oh, Protectora, oh, Protectora, oh,
Misteriosa, oh, Misteriosa! ¡El Osiris real te conoce, conoce
tu forma, conoce el nombre de tus compañeros, Ament! ¡Esconde
mi cadáver, buen Amenti, esconde mi cuerpo, oh, lugar de
reposo, que reposo en ti! ¡Oh, Fuerte, que el Osiris real
sea fuerte con tu fuerza! ¡Oh, Amenti, ábrele tus
brazos! ¡Oh, Protectora, cubre su cuerpo! ¡Oh, Misteriosa,
tiende hacia él tu mano! ¡Salud, santo Amenti de
Osiris de nombres misteriosos, la más santa de los dioses,
tú, que eres más oculta que los misterios! ¡Salud,
el Osiris real te adora, él se dirige al Gran Dios que
está en tu interior! ¡Salud, él te adora,
ábrele las puertas misteriosas! ¡Salud, él
te adora, (ábrele) las esferas escondidas porque su habitación
está en el cielo como Ra, y su trono sobre la tierra como
Gueb; él está sentado en el trono de Gueb, sobre
los asientos de Horshuti; su espíritu se dirige al cielo,
y reposa allí; su cuerpo se dirige hacia la tierra de millones
de años. Él marcha con Ra, es Atum, es como Jopri,
él vive como tú vives, en la Verdad!"
Nuestra exploración de los multifacéticos misterios
de la Dama no puede terminar sin un ejemplo iluminador. Su papel
en la afirmación y celebración de la vida. Deseo,
por lo tanto, compartir una admirable epifanía de la Dama
que mi familia y yo fuimos afortunados de atestiguar cuando estábamos
viviendo en el noreste de China en la década de los '90.
En un gran festival público en Nanhu (Lago Sur) en la ciudad
de Changehun, entre muchass concesiones y atracciones y fuegos de
artificio (cuando todavía no habían sido prohibidos),
vimos una efigie de Guan Yin - o, como Ella es frecuentemente llamada
en chino, Guanshiyin Pusa -, diría que de unos veinte pies
de altura, moviéndose a través del estrado. En tanto,
un grupo apretado de gente gritaba y apretujaba con manos extendidas,
la figura - de Guanshiyin en Su aspecto curativo, sosteniendo un
vaso - arrojaba chorros de agua al gentío. Los trabajos de
Yu y Blofeld citados abajo brindan una extensa bibliografía
sobre Guanshiyin, incluyendo aspectos andróginos - que también
vienen a jugar con la Hathor egipcia, y las manifestaciones literarias
de la Dama, tan sensitivamente descriptos en el estudio del profesor
Zolla.
[*]
© 2005, Dr. Edmund S. Meltzer. Traducción al español
© 2006, Jorge R. Ogdon (a) Dogon. Originalmente publicado en
Seshat. Cross-cultural Perspectives in Poetry and Philosophy
7 (Londres, Summer, 2005), pp. 3-14. El traductor desea agradecer
al autor y al editor por autorizar gentilmente la traducción
al español y la publicación on-line en Nueva
Logia del Tentáculo, Valencia (España).
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Agradecimientos
El presente artículo incorpora material de mi nota en Revista
de Egiptología-Isis 7 y mi artículo inédito
sobre la veneración de María en Katz und Maus
de Günter Grass. Agradezco a mi amigo y colega, el profesor
Jorge R. Ogdon por su permiso para utilizar material de mi artículo,
y estoy agradecido por la perspectiva y feedback del profesor Richard
Ruppel de la Universidad de Wisconsin, Stevens Point, en cuyo curso
de novela en lenguaje alemán del siglo XX, pude escribir
la nota. Cito la traducción de Naville de La Letanía
de Ra, pese a ser egiptológicamente anticuada, porque fue
la primera versión de ese texto que leí, y su calidad
evocativa y lírica hizo una profunda impresión en
mí. Un tratamiento actualizado puede encontrarse en el trabajo
de Hornung citado en la bibliografía. Como siempre, agradezco
a mi amigo y colega Terence DuQuesne por aliento y constructivos
consejos, y por enviarme una copia del pasaje de la elusiva publicación
de Naville.