LA DAMA SOBRENATURAL
DEL ANTIGUO EGIPTO A WALT WHITMAN
Y MÁS ALLÁ

© Dr. Edmund S. Meltzer [*]


Elémire Zolla, el visionario estudioso cuya vida y obra fue conmemorada en el volúmen 6 de Seshat. Cross-cultural Perspectives in Poetry and Philosophy, dedicó un sensitivo y lúcido estudio al arquetipo de la Dama Sobrenatural en una vasta variedad de literatura. Como ocurre con mucho academicismo, la discusión de Zolla ha catalizado mis propias reflexiones sobre un tema que me ha fascinado por décadas. Es, por lo tanto, con un espíritu de profunda humildad y gratitud que presento estas notas sobre manifestaciones de la Dama Sobrenatural que he encontrado en mis exploraciones literarias y culturales.

La encarnación árabe de la Dama con la que Zolla comienza, incluye trazas de tradiciones que retrotraen al antiguo Egipto, especialmente en cuanto a la asociación de hermosas mujeres históricas, legendarias y divinas, con las pirámides de Guiza. El escritor árabe al-Murtadi afirma que la Tercera Pirámide (en realidad, la de Micerinos) estaba hechizada por una bella aparición desnuda que volvía locos a los hombres, una suerte de sirena del desierto. Históricamente, esta tradición parece haber tenido en su base a la reina Jentkaues I, una figura clave en la transición entre la Cuarta y Quinta dinastías, quien construyó una gran tumba de diseño inusual en Guiza, a veces llamada "la Cuarta Pirámide", y que es vista por algunos estudiosos como una reina reinante.

El sacerdote-historiador egipcio Manetón registra la tradición que, por primera vez, conecta a los monumentos de Guiza no con Jentkaues I, sino con Nitocris, una reina reinante que floreció al final del Reino Antiguo, quizá tres centurias más tarde. Tal como fue transmitido por Africano y Eusebio (el último llegando a nosotros, a su vez, vía Jorge Sincelo), Manetón describe a Nitocris como bella; la versión armenia de Eusebio agrega "con mellijas rojas", mostrando que ella era confundida con la renombrada cortesana Rhadopis. Esta asociación apunta a otras corrientes de leyendas que contribuyeron al desarrollo de la tradición. Heródoto repite (pero no cree) un relato de acuerdo al cual Rhadopis erigió la Tercera Pirámide, y también deslumbra a sus lectores con la malhadada historia de que Jufu (Keops) prostituyó a su propia hija, quien construyó su propia pirámide con las piedras que les pedía a sus clientes.

La asociación de Nitocris con las pirámides de Guiza es tomada por escritores modernos de fantasía y lo macabro, quienes en el proceso de transformarla en una aparición más horrible que seductora, una exagerada caricatura del aspecto temible de la personalidad bipolar de la Dama - un aspecto que, como Zolla muestra, fue tan fuertemente desarrollado por los poetas ingleses románticos. La base concreta para el retrato negativo de Nitocris parecía ser la narración de Heródoto sobre su venganza de los asesinos de su esposo - un cuento recontado por Lord Dunsany con los nombres modificados más allá de todo reconocimiento (en The Queen's Enemies), y por el joven Tennessee Williams (en The Revenge of Nitocris). El escritor americano de cuentos de horror atmosférico, Howard Phillips Lovecraft, la incluyó en su historia Imprisoned with the Pharaohs, de la que fue ghost-writer, como un narrador en primera persona, ostensiblemente relatada por el mago Harry Houdini (bien conocido como un demolente de lo sobrenatural). Ella aparece como una "reina fantasma". la mitad de cuya hermosa cara está devorada. Lovecraft la conecta con el viejo motivo de la aparición de la pirámide, citando un pasaje del poema Aleiphron de Thomas Moore:

Ninfa subterránea que habita
Entre las gemas sin sol
Y las glorias ocultas:
¡Dama de la Pirámide!

Sax Rohmer (Arthur Sarsfield Ward), autor de horrendos y muchas veces xenofóbicos "thrillers", tales como la serie de Fu Manchú, también presenta a Nitocris como una persona horrible en su novela Brood of the Witch Queen. Conecta a Nitocris - a quien presenta como una malvada hechicera -, no con Guiza, sino con la pirámide de Meidum. En una reminiscencia de Rhomer que leí hace casi treinta años y que nunca he redescubierto, su viuda era citada diciendo que el egiptólogo Rex Engelbach, exasperado por la falta de ortodoxia de Rohmer sobre la Egiptología y sus ideas sobre las pirámides, se tomó venganza llevando a Rohmer a una visita a la pirámide de Meidum. Se alega que eso traumatizó tanto a Rohmer que, a su vez, se cobró venganza al darle a Meidum otro tipo de inmortalidad en su novela.

Otro autor que da un decididamente sesgo negativo y aterrador a a Dama es Bram Stoker. En su inmensamente popular e influyente novela Drácula, nos presenta con una selección de vampiros femeninos: las habitantes del castillo de Drácula, que sólo se ven detenidas de atacar a Jonathar Harker por las amenazas del archivampiro mismo, y la "dama Bloofer", un tipo de pedófila vampírica que acecha por Londres (¿puede esta última ser una metáfora del abuso sexual o, más específicamente, para la explotación sexual de niños en la Inglaterra victoriana, como se muestra realistamente en algunos misterios victorianos de Anne Perry?). Stoker explícitamente involucra a Egipto en su caracterización de la Dama Sobrenatural en su The Jewel of the Seven Stars, en donde ella aparece en la persona de una antigua reina egipcia redescubierta por los arquéologos, quien empieza como una muy temible y amenazadora personalidad, pero termina revelando luego su lado sabio y benevolente.

Un predominantemente positivo, pero todavía algo ambivalente, realización de La Dama aparece en la trilogía The Lord of the Rings, de J. R. R. Tolkien, en la figura de la Señora del Bosque. Aunque representa a las fuerzas de la luz, ella es ampliamente temida como una poderosa bruja, y muestra su polo oscuro (y, Tolkien lo debería ver, el polo oscuro de todos nosotros) en el episodio en el que fantasea sobre lo que ella devendría si tomara posesión del Anillo de Frodo.

Entre los autores británicos fascinados, sino obsesionados, con la Dama, no debemos dejar de mencionar a Sir Henry Rider Haggard, cuyos personajes Ayesha ("Ella" - más completamente, "Ella-que-debe-ser-obedecida") y Cleopatra personifican el arquetipo en toda su espléndida ambivalencia - sabia, apasionada, seductora, nutricia, inefablemente hermosa, aunque odiosa, vindicativa, violenta e intocable. Haggard retorna a Ayesha una y otra vez, finalmente dedicando cuatro novelas a Ella (She, Ayesha; The Return of She; She and Alan y Wisdom's Daughter). El biógrafo de Haggard, M. Cohen presenta una más o menos desarreglada discusión de posibles fuentes para tanto aspectos generales como específicos de la naturaleza de Ella, incluyendo una interpretación jungiana que la identifica con el ánima. En su discusión del nombre Ayesha, menciona nomina sacra tales como Allat, Astarté y Ashtoret, pero pasa por encima el hecho de que Ayesha es un nombre personal femenino árabe, tal como fue claramente afirmado por el propio Haggard - un nombre, es más, encapillado por la tradición musulmana al pertenecer a una de las esposas del profeta. Haggard, a veces, se refiere a su heroína con el pronombre árabe Hiya. Shirley M. Addy ha producido, recientemente, el único tratamiento de la extensión de un libro que he podido ser capaz de identificar sobre Haggard y Egipto. Además de una extremadamente interesante y útil compilación de fuentes originales que detallan los viajes de Haggard en, y su involucramiento de por vida con, Egipto, ella prové una atrapantemente escrita narrativa de su vida y una retrospectiva de su influencia entre los egiptólogos; u un catálogo razonado de sus escritos relativos a Egipto. Pero se queda corta en el análisis literario; Addy repite un reclamo: que la heroína de She fue inspirada por un ushebti femenino, que entró en una subasta en un catálogo de 1921 de Sotheby como "'Ella'… el original de la novela de Sir Rider Haggard".

Ambas sagas de She y Cleopatra involucran al antiguo Egipto, por supuesto. En la novela Cleopatra, un tema mayor desarrollado por Haggard involucra la traición del rey-sacerdote Harmachis contra la verdadera Dama Sobrenatural, la diosa Isis, cuando es seducido por la sustituta de Isis, Cleopatra, y deviene completamente hechizado por ella. Aún otra interesante encarnación de la Dama aparece en la novela co-autoreda por Haggard y el folklorista clásico Andrew Lang, The World's Desire, que tiene como base el tema de Helena en Egipto y la "Afrodita extranjera", en tanto incorpora el Éxodo de los hebreos y el advenimiento de los Pueblos del Mar, intentando proveer una secuela a La Odisea de Homero - ¡una agenda ciertamente ambiciosa! Haggard también parece ser influenciado por la tradición de "la Dama de la Pirámide" en su novela Queen of the Dawn, una historia de amor de una princesa egipcia y un príncipe hicso, y posiblemente en el episodio de Cleopatra en el que Cleopatra y Harmachis entran y roban la Tercera Pirámide. Como Haggard afirmó elocuentemente él mismo, en fuentes citadas por Addy, sintió una profunda identificación con los antiguos egipcios y una empatía con su religión, como para ir tan lejos como para afirmar: "Yo venero a Isis…".

Las novelas egiptianizantes de Haggard nos trae de vuelta a las manifestaciones egipcias antiguas de la Dama, y por fuerza a su aspecto explícitamente divino. El desarrollo de la asociación Dama-Pirámide fue alentado, me parece a mí, por las diosas egipcias de la necrópolis, tales como Isis, "Señora de la Pirámide", y la Bella del Oeste. Como indiqué en otra parte, estas deidas nos muestran el aspecto femenino - o predominantemente femenino - de la persona del psicopompo egipcio, incluyendo a Hathor y Nut. El psicopompo, en esta manifestación, se caracteriza por un poder erótico que inicia al difunto en el otro mundo, personificando ambos el aspecto de la esposa o compañera sexual y el de la madre que alimenta y da nueva vida. El foco, como en la última línea de Fausto de Goethe, es sobre el poder transformador de la femineidad. La ambivalencia tentadora y terrorífica, amor-muerte, de la diosa psicopómpica está expresada en el antiguo cuento egipcio de la "Historia del Pastor de Ganado" de circa 2.000 a. de J.C.

U Una de las más ubicuas e importantes personificaciones de la Dama en el mundo actual es, por supuesto, "Nuestra Señora", la "Reina de los Cielos" y "Madre de Dios", tal como se encuentra en el Cristianismo, especialmente en la Iglesia Católica Apostólica Romana y las tradiciones ortodoxas orientales. Un desarrollo literario fascinante de esta teología, repleta de muchas ironías, se encuentra en la novela de Günter Grass, Katz und Maus, en la que el protagonista, Joachim Mahlke (= ¿hebreo, malkah, "reina"?), es obsesivamente devoto de María. Quizá es notorio que la palabra malkah se usa como un nombre personal idish (Malka o Malke). La Stabat Mater es un hilo que corre a través del libro (¡incluso como un grafitti en la letrina de los hombres!), anticipando el destino de Mahlke mismo, una figura fallida de Cristo, quien no emerge de su hundido submarino escondido después de tres días. Quizá no es demasiado frívolo ver en Katz und Maus una suerte de literaria Vida de Brian.

Posiblemente el más shockeante retrato en inglés de la muerte misma como un psicopompo sea la sección italizada de When Lilacs Last in the Dooryard Bloom'd de Walt Whitman, una apoteososis quintaesencialmente romántica de la muerte como una Dama:

Approach strong deliveress,
When it is so, when thou hast taken them I joyously sing the dead
Lost in the loving floating ocean of thee,
Laved in the flood of thy bliss O death.

Con la poesía elemental de Whitman, hemos completado el círculo. No es difícil ver en su caracterización un eco, no sólo del agradecimiento final a Dios por la "Hermana Muerte" de San Francisco de Asís, sino de la diosa psicopompo egipcia antigua tal como es llamada por el rey en La Letanía de Ra:

"¡Oh, Amenti, oh, Amenti, oh, Buena, oh. Buena, oh, Fuerte, oh, Fuerte, oh, Poderosa, oh, Poderosa, oh, Protectora, oh, Protectora, oh, Misteriosa, oh, Misteriosa! ¡El Osiris real te conoce, conoce tu forma, conoce el nombre de tus compañeros, Ament! ¡Esconde mi cadáver, buen Amenti, esconde mi cuerpo, oh, lugar de reposo, que reposo en ti! ¡Oh, Fuerte, que el Osiris real sea fuerte con tu fuerza! ¡Oh, Amenti, ábrele tus brazos! ¡Oh, Protectora, cubre su cuerpo! ¡Oh, Misteriosa, tiende hacia él tu mano! ¡Salud, santo Amenti de Osiris de nombres misteriosos, la más santa de los dioses, tú, que eres más oculta que los misterios! ¡Salud, el Osiris real te adora, él se dirige al Gran Dios que está en tu interior! ¡Salud, él te adora, ábrele las puertas misteriosas! ¡Salud, él te adora, (ábrele) las esferas escondidas porque su habitación está en el cielo como Ra, y su trono sobre la tierra como Gueb; él está sentado en el trono de Gueb, sobre los asientos de Horshuti; su espíritu se dirige al cielo, y reposa allí; su cuerpo se dirige hacia la tierra de millones de años. Él marcha con Ra, es Atum, es como Jopri, él vive como tú vives, en la Verdad!"

Nuestra exploración de los multifacéticos misterios de la Dama no puede terminar sin un ejemplo iluminador. Su papel en la afirmación y celebración de la vida. Deseo, por lo tanto, compartir una admirable epifanía de la Dama que mi familia y yo fuimos afortunados de atestiguar cuando estábamos viviendo en el noreste de China en la década de los '90. En un gran festival público en Nanhu (Lago Sur) en la ciudad de Changehun, entre muchass concesiones y atracciones y fuegos de artificio (cuando todavía no habían sido prohibidos), vimos una efigie de Guan Yin - o, como Ella es frecuentemente llamada en chino, Guanshiyin Pusa -, diría que de unos veinte pies de altura, moviéndose a través del estrado. En tanto, un grupo apretado de gente gritaba y apretujaba con manos extendidas, la figura - de Guanshiyin en Su aspecto curativo, sosteniendo un vaso - arrojaba chorros de agua al gentío. Los trabajos de Yu y Blofeld citados abajo brindan una extensa bibliografía sobre Guanshiyin, incluyendo aspectos andróginos - que también vienen a jugar con la Hathor egipcia, y las manifestaciones literarias de la Dama, tan sensitivamente descriptos en el estudio del profesor Zolla.


[*] © 2005, Dr. Edmund S. Meltzer. Traducción al español © 2006, Jorge R. Ogdon (a) Dogon. Originalmente publicado en Seshat. Cross-cultural Perspectives in Poetry and Philosophy 7 (Londres, Summer, 2005), pp. 3-14. El traductor desea agradecer al autor y al editor por autorizar gentilmente la traducción al español y la publicación on-line en Nueva Logia del Tentáculo, Valencia (España).

BIBLIOGRAFÍA

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Agradecimientos

El presente artículo incorpora material de mi nota en Revista de Egiptología-Isis 7 y mi artículo inédito sobre la veneración de María en Katz und Maus de Günter Grass. Agradezco a mi amigo y colega, el profesor Jorge R. Ogdon por su permiso para utilizar material de mi artículo, y estoy agradecido por la perspectiva y feedback del profesor Richard Ruppel de la Universidad de Wisconsin, Stevens Point, en cuyo curso de novela en lenguaje alemán del siglo XX, pude escribir la nota. Cito la traducción de Naville de La Letanía de Ra, pese a ser egiptológicamente anticuada, porque fue la primera versión de ese texto que leí, y su calidad evocativa y lírica hizo una profunda impresión en mí. Un tratamiento actualizado puede encontrarse en el trabajo de Hornung citado en la bibliografía. Como siempre, agradezco a mi amigo y colega Terence DuQuesne por aliento y constructivos consejos, y por enviarme una copia del pasaje de la elusiva publicación de Naville.

Anticuario H.P. Lovecraft

2006

 

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