© Abdul Alhazred
Escrito por Abdul Alhazred, basado en la siguiente Nota dejada por H.P. Lovecraft para su posterior desarrollo, que nunca se llevó a cabo.
Castillo junto a laguna o río. Su reflejo queda fijado a través de los siglos. El reflejo vive para vengarse de sus destructores, una vez el castillo es destruido.
(Nota de H. P. LOVECRAFT, en la que se basa este poema)
Mis almenas, en el espejo líquido
del transcurrir, a una mirada del arrabal,
apacible memoria de la historia reciente
y remota, bastión de asedios pretéritos;
inexpugnable al fragor adverso,
blasón de la heráldica corporativa
en el primer cuartel, campo de grana,
arma de las armas en la afrenta
y en el sosiego piedra angular
de la defensa inmemorial de vuestros ancestros.Página viva de la memoria apagada
por el estruendo atronador de lo truculento,
que a troche y moche quiere tachar
mi esbeltez robusta por monedas
de inconfesable y velada veleidad,
para entregar mis sillares al limoso lodo,
haciéndome morir de anegada asfixia.¿Qué razón última incineran las páginas
de mi historia, de nuestras vivencias de ayer?
¿Así pagáis la fidelidad de mis contrafuertes
y torreones, de mis parapetos y atalayas?
Por la tronera de mi granítica alma
suspira un lamento de incomprensión
que se resiste al escarnio y amenaza venganza.Miradme en el río, en la desdibujada
silueta proyectada sobre sus aguas temblorosas,
en las crestas ondulosas de su sosegado curso:
plata en los amaneceres brumosos,
destellos áureos en los días radiantes
y bronce bruñido en los atardeceres quejumbrosos.
¡Ahí estoy perpetuado para siempre,
y ni piqueta ni embalse ahogarán
mi incorrupta figura de eternidad!¡Caiga mi maldición sobre vosotros,
hijos de Dánae, corazones de guijarro!
Cuando mis almenas queden sepultadas,
aún y por siempre, mi líquida imagen
morará en la superficie acuática
como nenúfar de malignos augurios
por días sin término. Me acariciarán
los juncos, me mecerán las aneas,
y todo aquel que me contemple
quedará hierático y marmóreo
sin posibilidad de conjuro libertador.