EL GRIAL DE INNSMOUTH

Visita a la Catedral del Santo Grial en Valencia []

© Henry Armitage y Joseph Curwen

Catedral de Valencia, Foto de © Henry Armitage

Según la tradición y la leyenda, el Grial de la Catedral de Valencia llegó a San Juan de la Peña, procedente de Roma, desde donde había llegado llevado por San Pedro. El Papa Sixto II se lo dio a un Diácono llamado Lorenzo, que lo llevó San Juan de la Peña para que los musulmanes no pudieran tener acceso a él. Allí permaneció durante 600 años hasta que, por fin, Alfonso V lo lleva a Valencia.

En cuanto al Grial mismo, no todos se ponen de acuerdo en qué tipo de objeto sagrado y/o mágico se trata. Unos hablan del Cáliz de la Última Cena, otros que es la copa en la que José de Arimatea recoge unas gotas de la sangre de Cristo crucificado y, por último, están los que opinan que se trata de una leyenda celta que identifican el Grial con objetos (cuencos, cuernos, etc.) dotados de poderes mágicos.

El Grial de Valencia no es el único en aspirar a ser el auténtico, puesto que los encontramos en Francia e Inglaterra, incluso en España hay otros que declaran serlo, pues se dice que en la cámara secreta de la Catedral de Oviedo lo que guardan es precisamente el emblemático Grial.

 

Se trata de una copa propiamente dicha, a la que se le ha añadido una estructura de oro con dos asas que los une. El conjunto mide 17 centímetros de altura. La copa es de forma semiesférica, con un diámetro de 9 centímetros y constituida por ágata, de color rojo oscuro, cuyo estudio arqueológico muestra que fue labrada en un taller de Palestina o Egipto entre el siglo IV a.C. y el primero de nuestra era.

El estudio científico más importante realizado sobre el Santo Cáliz fue el realizado en los años 60 por D. Antonio Beltrán, Catedrático de Arqueología de la Universidad de Zaragoza. Este estudioso llevó a cabo un estricto análisis de carácter arqueológico en el que desmontó la reliquia en sus diversas partes y así pudo llegar a examinar con máximo detalle cada una de esas partes. A partir de este exhaustivo estudio llegó a la conclusión de que el Cáliz valenciano no tenía en su origen la forma actual, sino que sus tres partes corresponden épocas distintas.

1) La copa superior es de piedra ágata o cornalina oriental. Su forma es semiesférica siendo ésta lisa y sin ningún tipo de ornamentación. Únicamente se aprecia una simple línea a modo de incisión muy cerca del borde exterior. Esta pieza data de entre los siglos II a. de J.C. y I de nuestra Era y debió ser creada en un taller oriental de Egipto, Siria o Palestina. Esta parte es la verdadera reliquia puesto que el resto se consideraría un relicario. El hecho de que el material sea semiprecioso no implica nada en contra de su posible autenticidad; más tarde se explica esta idea.

2) El pie está formado por un vaso de forma oval e invertido del mismo color y de un material similar al de la copa. Compuesto por una guarnición de oro puro con veintisiete perlas, dos rubíes y dos esmeraldas de gran valor. En una de las vertientes del pie aparece esgrafiada una inscripción en árabe en caracteres cúficos. Esta pieza procede de un taller cordobés o quizás fatimita y data de entre los siglos X al XII.

3) Las asas y vara de unión, así como las piedras y perlas que lo engalanan son posteriores, aproximadamente de los siglos XII al XIV y seguramente obra de un orfebre gótico. Evidentemente las dos primeras piezas (dos vasos, uno de ellos invertido) fueron diferentes en algún momento hasta que quedaron unidas entre sí por esta vara que fue añadida durante la Edad Media; esto sirvió para engalanar la, originariamente, sencilla copa quedando así más que patente la importancia que desde siempre se le otorgó a la pieza principal.

Como dice el Dr. Beltrán en contra de la autenticidad del Cáliz de Valencia no está la ciencia, sino el desconocimiento. Un error al respecto es no tener en cuenta que a lo largo de los siglos la misma devoción popular enriquece y ornamente los objetos de culto; por tanto no iba a ser menos con el Santo Grial. Sigue comentando este estudioso que la famosa película titulada Indiana Jones y la Última Cruzada [Indiana Jones and the Last Crusade, 1989; Steven Spielberg] ha creado gran confusión sobre el tem, pues en el filme aparece un cáliz de madera con pie alto del que el protagonista dice que: “este es el cáliz de un carpintero”. Afirmación absolutamente incierta pues en contra el Grial de Indiana Jones podríamos tener en cuenta, al menos, tres errores de gran importancia:

A) Material: Tengamos en cuenta que a la hora de celebrar la Pascua se utilizaba la mejor vajilla que se tenía y las mejores copas se reservaban tradicionalmente para la bendición tras la cena. En la época de Cristo se usaban copas de piedra y las familias de cierto nivel socioeconómico utilizaban para estas ocasiones copas de materiales semipreciosos. Por ejemplo, en muchos museos importantes, como el londinense Museo Británico, existen copas orientales muy similares fechadas en el año 50 d.C. Además, una copa o vaso de madera como nos contaba la producción cinematográfica dirigida por Spielberg, sería contrario a la ley hebrea puesto que al ser de corte poroso no permitiría aplicar sus normas sobre la purificación.

B) Forma: Los cálices con un pie alto tienen un carácter meramente litúrgico; en la mesa nunca se bebía ni utilizaban copas así. En aquel momento histórico las copas tenían una forma semiesférica.

C) Propietario: El dueño del domicilio donde se efectuaba la cena ponía la vajilla y demás enseres a disposición de los comensales. No es posible pensar que Jesús llevara junto a Él la copa a la cena y menos todavía que lo llevara de un sitio a otro durante su activa vida pública.

Los Evangelistas describen el lugar de la Cena como una casa grande, amueblada y con un piso superior. Estas características eran poco frecuentes en las clases humildes en aquel momento histórico, por tanto sería posible y razonable pensar que alguien propietario de un inmueble así podría pertenecer a una clase social acomodada y, por esta razón, disponer de una valiosa copa reservada para la bendición.

Con respecto a la conservación del Cáliz de la Última Cena, los estudiosos aseguran que los apóstoles siguieron reuniéndose en el mismo cenáculo mientras permanecieron en Jerusalén y que, de manera inmediata, empezaron a celebrar la cena eucarística. Es altamente posible que al reunirse en el mismo espacio físico para seguir el mandato de Cristo utilizaran también la misma copa. Una ancestral y muy lógica tradición de los primeros siglos afirma que San Pedro llevó a Roma el Cáliz para seguir celebrando con él la eucaristía.

Otro aspecto importante en el tema que estamos tratando es el hecho de la llegada del Santo Cáliz a España. En esta línea el personaje clave es el español San Lorenzo. En el año 257 d. C. el imperio romano sufre una grandísima crisis económica y el emperador Valeriano considera que las riquezas y bienes de los llamados cristianos podrían solucionar este problema. En estos momentos proclama su edicto de persecución de los cristianos a la vez que consigue apresar al Papa Sixto II y a su diácono Lorenzo. La tradición nos dice que el papa Sixto murió el 6 de Agosto del año 258 y San Lorenzo unos días después martirizado sobre una parrilla. Los historiadores consideran veraces estos hechos apoyándose en datos certeros y en una tradición muy antigua.

La posición del mártir Lorenzo era muy importante pues podría haber sido el siguiente Papa, además entre sus funciones estaba la administración de bienes y la custodia de objetos de culto. Tanto en Roma como en España la tradición oral verifica que Lorenzo repartió los bienes materiales entre los necesitados y salvó el Cáliz enviándolo a la casa de sus padres que vivían en Huesca. Desde su llegada a Huesca la copa se conservó durante 450 años hasta que se produjo la invasión musulmana en que fue transportado para salvaguardarlo como tradicionalmente ocurría con las reliquias cristianas.

Otro lugar emblemático en la historia del Santo Grial será el Real Monasterio de San Juan de la Peña, situado en la sierra del mismo nombre, parte de las llamadas sierras exteriores pirenaicas al suroeste de la ciudad de Jaca (Huesca). Monasterio perfectamente mimetizado con su entorno, sería un perfecto refugio situado entre un entorno rocoso e inaccesible. Aquí llega el Santo Cáliz en el siglo XI y este lugar remoto entre gigantescas rocas empieza a ser
considerado como absolutamente mítico.

No es nada extraño que este lugar quedara envuelto entre misterios respecto a la verdadera historia y comenzara la leyenda para esconder y ocultar el venerado Grial. Los trovadores del Camino de Santiago idealizan la realidad histórica otorgándole un aire épico y legendario. Comienzan a aparecer míticos relatos que mezclan realidad y mitología, aunque en la versión cristiana de estos relatos, principalmente en la alemana de Wolfram von Eschenbach, aparece el momento en que, como conocemos por la historia, una copa considerada el auténtico Grial permanece oculta entre inaccesibles montañas y enigmáticas rocas monacales siendo defendido por los llamados Caballeros del Grial que son los únicos que conocen y saben su auténtico secreto. Por otra parte la literatura también señala el origen español de estas historias porque incluso el término “grial”, que en las demás lenguas europeas se usa únicamente para nombrar al Cáliz de la Cena, en castellano antiguo se usaba en un sentido vulgar de vaso, copa o escudilla, como aparece en diferentes escritores como es el caso de Cervantes, el Arcipreste de Hita o Amadís de Gaula.

En San Juan de la Peña estuvo el Cáliz hasta el año 1399, año en que el Rey de Valencia Martín I El Humano consiguió que los monjes se lo entregaran con el beneplácito del Papa Luna, el valenciano Benedicto XIII, a cambio de otro de oro macizo. Esta entrega se realiza solemnemente en el mes de Septiembre de 1399. Se conserva la escritura de donación en el Palacio de la Aljafería de Zaragoza. Alfonso V El Magnánimo también Rey de Valencia y que desde siempre sintió una predilección por esta ciudad, decidió que fuera la Ciudad del Túria la que debía convertirse en la Ciudad del Santo Grial. En 1414 lo transportó hasta el Palacio Real de Valencia pero pensó ceder su personal tesoro al Cabildo de la Catedral, en cuyos archivos catedralicios todavía existe el documento de entrega fechado el 18 de Marzo de 1437.

Desde el siglo XV el Santo Cáliz permanece en Valencia, solamente ha salido de la Catedral de forma puntual y en muy contadas ocasiones; la primera vez durante la Guerra de la Independencia que se escondió en Alicante, Ibiza y Palma, y la segunda durante la Guerra Civil Española, esta vez fue salvado momentos antes de que fuera profanada la Catedral permaneciendo oculto en manos de particulares hasta el fin de la contienda en Valencia y Carlet. Desde entonces permanece ubicado en su preciosa Capilla de la Catedral “entre la indiferencia de España y el entusiasmo de los investigadores extranjeros” (como dice Rodríguez Almenar) que sin duda se toman mucho más en serio que nosotros las cosas que nos pertenecen.

Como conclusión añadir que este estudio del Dr. Beltrán ha sido contrastado y confirmado por numerosos y destacados especialistas de vasos de la época: “La Arqueología no solamente no prueba lo contrario ni censura las substancias de la tradición sobre el Santo Cáliz, sino que apoya y confirma terminantemente la autenticidad histórica”.
En palabras del profesor Rodríguez Almenar “Lo más importante de todo es que no existe ningún dato objetivo y veraz que permita dudar de lo que la Tradición, ininterrumpida y coherente con la Historia, viene afirmando sobre este Cáliz desde hace siglos. Nos conformaremos con decir que si el Santo Grial se ha conservado, tendría que ser éste. No es poco.

Comentar antes de finalizar que el Papa Juan Pablo II en su visita a la ciudad de Valencia en 1982 quiso oficiar una misa utilizando el Santo Grial. También el actual Papa Benedicto XVI este mismo año 2006, deseo expresamente volver a utilizarlo en una multitudinaria misa de carácter internacional tomándolo como el auténtico y legitimándolo así públicamente. A diferencia de Juan Pablo II en 1982, Ratzinger no empleó a la hora de Consagrar la plegaria eucarística tercera , que es la más usual, sino la primera, es decir el denominado Canon Romano utilizado por los primeros Papas hasta el siglo IV. La diferencia estriba en que el Canon Romano se refería al Cáliz como el auténtico, el que había estado en las propias manos de Jesús durante la Última Cena: “Y tomando en sus santas y venerables manos este cáliz glorioso”. Palabras que se escucharon de boca del Benedicto XVI y que legitimaron ante el mundo el Santo Grial de la Catedral de Valencia.

Por tanto, poco más hay que añadir: Mientras no se demuestre lo contrario el Santo Grial, la reliquia más importante del mundo cristiano está ubicado desde el siglo XV en la Catedral de Valencia, la Catedral del Santo Grial.

Iconografía Medieval, Foto de © Henry Armitage


Blibliografía

- «El Misterio del Santo Grial. Tradición y leyenda del Santo Cáliz», libro publicado sobre la reliquia a la que se le atribuye su utilización por Jesucristo en la Última Cena y que se conserva en la Catedral de Valencia. El autor de la obra, es Salvador Antuñano Alea, profesor de Ética y Sagrada Escritura en el Centro Universitario Francisco de Vitoria en Madrid.

- Jorge Manuel Rodríguez Almenar. «En busca del Santo Grial: El Santo Cáliz de la Catedral de Valencia». Trabajo del Profesor de la Universidad de Valencia y presidente del Centro Español de Sindología J. M. Rodríguez Almenar sobre el Santo Grial localizado en Valencia.

- Antonio Beltrán «El Santo Cáliz de la Catedral de Valencia». Exhaustivos estudio arqueológico realizados en los años 60 por A. Beltrán, Catedrático de Arqueología de la Universidad de Zaragoza.

-Hemeroteca Diario Levante - El Mercantil Valenciano


 

Con motivo del V ANIVERSARIO de LA NUEVA LOGIA DEL TENTÁCULO. Innsmouth, Sábado 16 de Septiembre de 2006.

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