A estas alturas a nadie le sorprende ya la afirmación de que al mercado japonés le ha costado mucho acostumbrarse y acomodarse en las últimas generaciones de consolas. Algunas que quiebran, otras que deben fusionarse para hacer frente a estos cambios y otras que cambian sus formas de pensar y plantearse sus prioridades, enfocándose en los mercados de telefonía o haciendo como Nintendo y jugando «a su bola»…pero lo que está claro es que el mercado japonés necesita dar con «la clave» para mantenerse ( o más bien recuperar) el «título de Lobezno» (para los que no lo lean mucho «Ser el mejor en lo que hace»).
Square-Enix tomó un rumbo que no dejó nada satisfechos a algunos fans y, pese a que yo me cuento entre las personas que si disfrutaron con Final Fantasy XIII, lo cierto es que como bien se dice «tuvimos Lightning hasta en la sopa».
Por suerte, con la llegada de esta última generación y con cambios en la dirección de la compañía (fruto de los cuales ya hemos podido disfrutar un nuevo Star Ocean e incluso el lanzamiento occidental de Adventures of Mana), y quizá animados también al ver los buenos resultados que la «vuelta a lo antiguo» de Bravely Default estaba dando, Square-Enix decidió formar un pequeño equipo llamado Tokyo RPG Factory compuesto por apenas 10 personas (y cerca de unos 30 freelance con trabajos puntuales), para dedicarse precisamente a eso, a hacer RPGs como los de antaño. Fruto de esa propuesta es este I am Setsuna o, como lo llaman en Japón, Ikenie to Yuki no Setsuna.
Así, teniendo en cuenta todos estos conceptos que se juntan en una macedonia de cosas que tanto le gusta nombrar a la gente: Low cost, Indie, nicho…nace un título que nos ha llegado en la peor de las condiciones y que aún y así ha conseguido ganarse un pedacito de nuestros corazones gamers. ¿Cómo lo ha conseguido?…..justo como ahora os cuento.
I am Setsuna nos narra una historia que se antoja tan sencilla como emotiva: Un peregrinaje.
Después de un principio en el que veremos que nuestro personaje no es la buena persona que solemos llevar como protagonista en un juego, nuestro camino se cruzará con el de la joven Setsuna, que ha de emprender un viaje que no solo la llevará a la madurez, si no que también a una muerte segura.
Y es que según la leyenda de la nevada isla en la que todo transcurre, cada X años se tiene que ofrecer una persona como sacrificio y así aplacar la ira de los monstruos y apaciguarlos.
Endir, Aeterna y Nidr serán los guardaespaldas principales de Setsuna y con los que se creará un mayor vínculo emotivo, aunque tendremos algunos personajes más a los que controlar y que, aunque no calarán tanto en la historia, brillarán por su diseño y personalidad.
Lo crudo de la historia, acompañado de la estupenda banda sonora de la que luego hablaremos, hacen que este juego realmente sea un emotivo viaje no solo para los personajes, si no también para el jugador, siendo uno de los aspectos que más gancho le da al título, aunque hay que decir que la jugabilidad no se queda a la zaga. Se nota la intención de Tokyo Factory RPG de llevarnos de vuelta a los RPG de antaño, aunque por supuesto lo hacen con todo lo que ello conlleva.
Jugablemente se nota que el equipo se ha inspirado muchísimo en Chrono Trigger, no siendo descabellado decir que es el título que han tomado como base y que si somos muy rebuscados y conspiranóicos, podríamos pensar que I’m Setsuna es un «globo sonda» con el que quieren probar si podrían quizá traernos un remake del aclamado título de SquareSoft.
No en vano el título apadrina de nuevo el estilo ATB (Active Time Battle) de combate que tantas buenas horas nos ha dado, aunque hay que decir que lo han tuneado un poquito para la ocasión, teniendo algunos beneficios cuando esperamos tiempo de más y permitimos que se nos carguen unas esferas que podremos visualizar en el HUD del personaje.
De esta forma, será posible ampliar el daño de un ataque o incluso hacer que una técnica con Chakrams nos devuelva algo de vida al mismo tiempo…y sin duda será un punto muy estratégico en algunos combates el saber valorar si permitimos un par de segundos en cada turno y cuando gastar nuestras reservas. Estos movimientos se conocen como Momentum.
El gran exponente de la configuración de nuestros personajes llegará con las Spritnites, unos complementos que equiparemos y que nos darán determinadas técnicas especiales para poder utilizar, aunque las tendremos que equipar en los espacios libres que tengamos y sean adecuados para ellas.
Pese a haber Spritnites globales, también las habrán especiales para cada personaje y, por supuesto, en los últimos compases del juego se alargarán mucho las horas gracias a la búsqueda de las técnicas definitivas de nuestros protagonistas.
Sin embargo, esto no será lo único que nos proporcionen las spritnites, ya que si las que tenemos equipadas «casan» con las de otro personaje, podremos hacer técnicas combinadas como el famosísimo X-Strike. Pero más allá de eso, también nos servirán para equipar las Spritnites de Soporte y mejorar determinados efectos de nuestro personaje, quedándose el juego con una gran variedad en cuanto a customización de personajes y habilidades, dándose un aire (con énfasis en lo de «un aire») al sistema de materias que tanto gusta a los fans de Final Fantasy VII.
Ya hemos dicho antes que I am Setsuna es un juego Low Cost, y eso es algo que notamos sobretodo en el aspecto técnico y gráfico. Los personajes podrían perfectamente salir de un juego de Nintendo 3DS (muy currado, eso sí) y si bien el tema de desarrollarse todo el juego en una isla nevada le da un cierto toque de continuidad a la historia, lo cierto es que a la hora de jugar es algo que se acusa mucho.
De vez en cuando tendremos alguna mazmorra o combate en zonas en las que podremos ver madera, o incluso cuevas que jugarán más con los tonos del azul del hielo que no con los del blanco de la nieve…pero en cualquier caso no disponer de una mayor variedad es algo que ha llegado a hacer el juego algo pesado en determinados momentos. Es algo similar al ya por todos conocido «Escala cromática gris marine de un Third Person Shooter».
Sin embargo pese a que los gráficos sean simples, sencillos y con poca (aunque muy bonita) variedad de escenografía, el juego cumple de sobras (y más si lo hacemos correr en una PS Vita). Esto, sumado a lo bien que se integra el tener el combate en el propio lugar en el que nos estemos moviendo, evitando así tediosas transiciones, hará que todo el conjunto termine por ser una experiencia que se posiciona más en la balanza de disfrutable que en la de sufrible.
La banda sonora es otro de esos aspectos de «o todo o nada». Personalmente creo que desde Child of Light no veía una banda sonora tan bien integrada en su contenido ( o quizá es que el piano me saca la patata romanticona), pero lo cierto es que las melodías de piano y el tono de melancolía del que hace gala la banda sonora es todo un acierto. Lo malo es eso, que como seas una persona a la que melodías de piano no le sirven y no te dejes llevar por ello….cagada la hemos!
I am Setsuna es un buen juego. No diré uno grande, pero si una buena declaración de intenciones (buena entre comillas, ya que el formato de editarlo no nos ha gustado nada). Un RPG con una historia muy directa, con algunas sorpresas que te puedes ir oliendo conforme se acercan, con un sistema de combate muy personalizable y divertido y con una banda sonora muy interesante hacen que hayamos perdonado todos los inconvenientes con los que llega….y no nos hemos arrepentido.
Lo mejor
- La ambientación y la banda sonora casan perfectamente
- El sistema de combate
- El olor al «sentir de antaño»
Lo peor
- La poca variedad de escenarios
- El precio
- Que no salga en formato físico
