'The Gifted'

El universo de los X-Men es una de las pocas licencias de Marvel que no han sufrido demasiado fuera de la Casa de las Ideas. Un clarísimo exponente es 'Logan', película que recuerda esa franja de público adulto capaz de soportar sangre y violencia, y que también paga entradas de cine. ¡Gracias!

Abundando en el universo (¿multiverso? ¿metaverso?) de los mutantes con el gen X, 'The Gifted' vuelve a la fórmula familiar con la dosis justa de contenidos polémicos y explora el destino de los mutantes tras la desaparición de los X-Men. La premisa parte de un agente federal que se dedica a perseguir a los mutantes y descubre que sus dos hijos lo son. Así da comienzo una aventura en la que se verá obligado a contactar con las células clandestinas de mutantes para poner a salvo a su familia de manos de Sentinel Services, una agencia que opera en la turbidez entre lo público y lo privado. Así conoceremos a personajes icónicos de los cómics, como Eclipse, Blink o Polaris, otra de las hijas de Magneto.

La serie juega en el área de confort de los contenidos para toda la familia, flirteando con el género adolescente sin llegar a declararse abiertamente Millennial. Las tramas con fluidas, la historia progresa de forma convincente, pero sin arriesgar ni en el formato narrativo ni la estética. Para muchos podrá parecer lenta o redundante, pero lo cierto es que en esta primera temporada cada capítulo establece las piezas de forma convincente y sólida, así como entreteje las relaciones de los distintos personajes.

Uno de los puntos fuertes es la alusión sin tapujos a los mutantes de la franquicia cinematográfica, con guiños constantes que hacen de la serie una experiencia inmersiva y ampliable, aunque puede adolecer de cierta blandeza que puede rozar lo moña. En cualquier caso, no aburre a pesar de arriesgarse constantemente a permanecer en tierra de nadie, sin ninguna arista que la defina por sí misma. Los actores son correctos, destacando entre ellos Stephen Moyer ('True Blood') o Sean Teale ('Incorporated'), aunque, como ocurre con la serie en general, no despuntan en ningún sentido reseñable, ni lastran la producción (con la salvedad quizá de los adolescentes, aunque eso es más cuestión de gustos e intereses generacionales).

En definitiva una serie amena que puede servir como parrilla secundaria y que quizá requiera de cierto entusiasmo por parte del espectador hacia el universo de los mutantes. Estaremos atentos a las variaciones que pueda sufrir la serie si finalmente Disney acaba comprando la división de entretenimiento de FOX.