viernes, 15 de junio de 2012

Fornost


Fornost, la segunda capital de Arnor.



Fornost "Fortaleza del Norte" en Sindarín es la ciudad de los Dúnedain del Norte, que durante siglos será la capital del Reino de Arthedain. Está situada al pie del más meridional de los montes de las Quebradas. Más que una fortaleza es una ciudad amurallada y fuertemente defendida. De Fornost parte el Camino del Norte, que atraviesa Eriador hasta el puente de Tharbad.




La región es un asentamiento de antiguas poblaciones de hombres durante la Segunda Edad, pero en el año 3320, Elendil establece el reino de Arnor y funda, entre otras, la ciudades de Fornost Erain. En el año 861 de la Tercera Edad muere Eärendur, último rey de Arnor, y sus hijos se disputan el reino, que acaba dividido en tres. Amlaith, el primogénito, funda Arthedain con capital en Fornost, en lugar de Annúminas. El nuevo reino hereda todas las reliquias de Númenor, los fragmentos de Narsil, el Anillo de Barahir, el cetro de Annúminas y la Piedra de Annúminas, que son guardados en la ciudad.




El Rey Brujo de Angmar invade Arthedain en el ano 1409. Es entonces cuando la torre de Amon Sûl es atacada y la piedra de Amon Sûl, ante el peligro de caer en manos de la sombra, es enviada a Fornost, aunque más tarde, el Nazgûl y sus tropas atacarán la ciudad. No obstante, el rey Araphor rechaza el ataque con el apoyo de Círdan. Siglos después, gracias a la ayuda de los ejércitos de Rivendel, Lindon y Lórien, Angmar es expulsado de Arthedain.




Pero el Rey Brujo no fue derrotado y, en el año 1974, contraataca con furia, tomando Fornost. Arvedui, el último Rey, escapa no sin dificultad, llevándose las preciadas relíquias y heredades de la ciudad fortificada. Acompañado por un puñado de valientes, ofrece resistencia durante un tiempo en las Quebradas del Norte, pero debe escapar hacia el noroeste con un reducido séquito. El Rey Brujo se instala definitivamente en la ciudad, poblando Fornost de criaturas de la sombra. Pero al año siguiente, un gran ejército llega desde Gondor, dispuesto a presentar batalla al Nazgûl, que envía sus tropas al oeste, fuera de la ciudad. Durante la Batalla de Fornost, Angmar es derrotado, pero el precio pagado es tal que los Dúnedain no pueden mantener la capital, que solo será un montón de ruinas en los siglos posteriores. Hasta el final de la Tercera Edad, casi nadie viaja a la ciudad, de la que sólo quedan ruinas invadidas por la maleza y de la que se cree que está poblada por espectros. Durante la Cuarta Edad, Aragorn, Rey de Gondor, emprende la reconstrucción de la ciudad fortificada.







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