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Han tenido que pasar veinte años para que Masahiro Sakurai se decidiese a traer de vuelta a una portátil de Nintendo la serie creada originalmente para NES Kid Icarus. Ayer, 23 de marzo, el padre de Super Smash Bros vuelve a la carga con Kid Icarus: Uprising, juego exclusivo de Nintendo 3DS al que ha imprimido su personal estilo a la hora de hacer videojuegos y con el que revoluciona las posibilidades táctiles, online y estereoscópicas de la consola en este giro de tuerca al clásico de los 80.




El juego nos coloca 25 años después de que el ángel protagonista Pit derrotara a la diosa de la oscuridad Medusa, responsable de numerosos horrores contra la humanidad. Medusa vuelve a escena misteriosamente y dirige a sus infernales tropas del ejército del Inframundo en una invasión en toda regla por tierra y aire. Pero en el camino le aguarda dos viejos conocidos, Palutena, diosa de la luz que gobierna el Reino del Cielo, y su siervo, Pit, un ángel que no puede volar.



Solo Palutena puede otorgar a Pit la capacidad de volar por unos minutos y bajar así del Reino del Cielo al campo de batalla. Como es de esperar, los matones de Medusa no se lo pondrán fácil y le obligarán a combatir en el aire, donde tendrá que maniobrar como un loco y a una velocidad de vértigo mientras apunta a los enemigos con su armamento y ejecuta sus ataques en el momento preciso para deshacerse de los enemigos que se interponen en su camino.



Una vez en tierra firme, las tropas de Medusa volverán al ataque con una fuerza tal que Pit no podrá volar y tendrá que acercarse a sus enemigos a pie, esquivando, corriendo, apuntando y disparando el arma adecuada en cada momento y repartiendo tortas a diestro y siniestro hasta llegar al jefe final de cada nivel. Derrotar al jefe devolverá la paz a cada zona y deberá derrotarlos a todos para lograr salvar al mundo.



Con esta breve descripción del argumento queda clara la mecánica del juego: cada nivel se divide en dos partes, combates por aire y combates por tierra, más el combate contra el jefe enemigo al final. Y todo ello aderezado con un arsenal ilimitado de armas coleccionables, cada una con sus propias características para adaptarse a tu estilo de juego. Además, los jugadores pueden fusionar distintas armas para conseguir una nueva que reúna algunas de las características de las otras dos.



Aunque el modo campaña te tendrá horas inmerso en la acción del juego, de vez en cuando te apetecerá echarte un buen combate con los amigos. El juego permite que hasta seis jugadores con el juego y la consola compitan en nuevos modos multijugador. Así, en Luces y sombras, os uniréis en dos bandos de tres personas para trabajar en equipo, mientras que en el modo Supervivencia los seis combatiréis al todo o nada, siendo el ganador el que consiga la puntuación más alta.



La amplia variedad de armas que el jugador consiga en el modo para un solo jugador podrá ser usada en las partidas multijugador. Además, los jugadores también podrán conseguir armas en este modo de juego. Es posible elegir antes de la batalla las armas y habilidades que el jugador quiera usar en la partida, lo que sirve como incentivo para que el jugador siga jugando y coleccionando nuevas armas y habilidades durante el modo para un jugador. Las armas pueden fusionarse en la Armería. Al fusionar dos armas se creará un arma totalmente nueva, más poderosa y que mantiene algunos de los beneficios de las otras dos armas anteriores, por lo que el jugador podrá personalizar sus armas dependiendo de su estilo de juego. Estas nuevas armas también pueden usarse en partidas multijugador.



A través de la función de StreetPass de Nintendo 3DS, el jugador podrá compartir una de sus armas con otros jugadores de Kid Icarus: Uprising. El arma que se quiere compartir se convertirá en una gema de arma. Estas gemas compartidas pueden convertirse de nuevo en armas pagando corazones. Las gemas de arma también pueden fusionarse pagando corazones para crear armas más potentes.



Además del enorme volumen de armas coleccionables y configurables a partir de distintas combinaciones, otro de los elementos que hace del juego una experiencia completamente diferente es su peculiar sistema de dificultad, llamado “caldero maligno” y dirigido a ofrecer una experiencia de juego más personalizada. El caldero maligno posibilita a los jugadores ajustar la intensidad de juego deseada de 0,0 hasta 9,0, y esto para cada capítulo. A medida que aumenta la intensidad, los enemigos serán más agresivos y nocivos y tendrán más energía. Pero a la vez, los jugadores tendrán la oportunidad de ganar más corazones y armas más poderosas al derrotarlos. Los corazones pueden ser también utilizados para adquirir nuevas armas. La intensidad esté predeterminada en 2,0, pero puedes ajustarla con precisión en intervales de 1,0. Para aumentar la intensidad, tendrás que colocar un número creciente de corazones en el caldero maligno. Si el jugador es vencido durante el capítulo, perderá algunos corazones y la intensidad bajará automáticamente.



Pero aún hay más, cada unidad de Kid Icarus: Uprising viene acompañada de seis tarjetas especiales de Realidad Aumentada que llevan la acción del juego al mundo real, permitiéndote ver sobre tu mesa del salón, por ejemplo, a los personajes en movimiento. Basta con escanear con la cámara de Nintendo 3DS dos enfrentadas, para que los dos personajes representados en ellas cobren vida y se vean las caras en directo. Los miembros europeos del Club Nintendo podrán incrementar su colección de tarjetas RA a través del Catálogo de Estrellas. Las 250 estrellas que consigan al registrar el juego les valdrán dos paquetes con seis tarjetas RA cada uno (las tarjetas que incluyen los paquetes se introducen en ellos de manera aleatoria).

Nihon, 25 de Marzo de 2012