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El motivo de este escrito no es otro que haceros partícipes de un par de reflexiones que me han venido a la cabeza (sector neuronal comiquero) tras leer, que no degustar demasiado, el especial La Cosa & Hulka, de reciente aparición.
Se da la coincidencia de que me hallaba yo esta última semana previa a la aparición del mencionado especial volviendo a leer y, ahora sí, degustando la etapa del gran Byrne en la adorable y añorada serie regular de Hulka, Shulkie para los amiguetes y claro, las comparaciones son odiosas…
Yo estaba precalentando motores para la lectura del especial de inminente aparición, el cual me hacía una ilusión tremenda ya que a priori vislumbraba no sólo una buena historia en cuanto a argumento se refiere, sinó también una vis comica harto evidente debido a los dos personajes principales: la adorable cosa de ojos azules y la sensacional She-Hulk pero… siempre tiene que haber un pero… iluso de mí, no sin menospreciar el contenido del especial, éste en modo alguno me satisfizo. Me explico.
Vaya de antemano que los comentarios que siguen los realizo desde mi modesta perspectiva de lector de comics, no soy ni dibujante, ni entintador, ni guionista, al menos no a nivel profesional, y precisamente por ello soy consciente de no poseer la verdad absoluta, ok? Pos fale…
Sería falso ignorar que el especial La Cosa & Shulkie ofrece un aspecto artístico muy logrado, toda queja en ese aspecto podría venir fundamentada en poco más que en una mera cuestión de gustos. Como mucho aceptaría que esa no es nuestra Shulkie, entendiendo por ella la genialmente dibujada por Byrne. Pero como ya he dicho, es una cuestión abierta al ser relativa a las preferencias de cada uno.
Encontramos un guión ágil con chispas de gracia aunque muy lejano a la bendita locura creativa de la antes mencionada genial etapa Byrne en Shulkie, también disfrutamos de una correcta narrativa y desarrollo, bla, bla, bla.
Asímismo, tal y como comenta David Macho (o al menos dice algo parecido, no lo recuerdo) en su comentario de la 3ª de cubiertas, parece ser que el especial en cuestión es un “tren de diversión”… lástima que a mí no me lo parece, pero se respeta y más aún viniendo esa opinión de David, con quien suelo simpatizar y coincidir bastante.
El tema es que yo me esperaba encontrar una Cosa socarrona y una Shulkie pues eso, no hace falta ni decirlo una vez leido lo anterior, "a lo Byrne". Respeto, aunque no entiendo, que al lector medio (me gustaría encontrarlo un día y charlar con él), sí, a ese de las estadísticas sobre la mesa del departamento de marketing, le entretiene más la acción a raudales, ese “tren de diversión”, que el humor irónico, los guiños de complicidad, prefiere la acción a raudales a los argumentos bien elaborados de por ejemplo las buenísimas series actuales de Daredevil o Elektra (aprovecho para hacer constar mi sorpresa cuando en ocasiones leo en diversos foros de internet quejas sobre esas dos series, alegando “que no pasa nunca nada”, “que no ha aparecido DD en todo el comic”, “que no hay batallitas”… en fin, hay que respetar todas las opiniones).
Afortunadamente, como ya sabeis mejor que yo, siempre hay lectores que valoran el desarrollo de subtramas que llevan a confluir en una buena historia, sagas bien elaboradas o el surrealismo de Shulkie saltando viñetas o hablando con los lectores, por comentar aspectos muy diversos.
En resumen y ya prestos a acabar, espero y deseo que el lector medio no se conforme con masacres de mutantes, peleas encarnizadas de veinte páginas en un comic de veinticuatro y luchas a muerte de féminas cuyos cuerpos darían pie a otra sin duda interesante reflexión que podría ser objeto de otra carta (tranquilos, no lo haré): ¿Existen las clínicas de estética en el universo Marvel? ¿Existe silicona en el universo Marvel? (Ya está, se me fue la pelota del todo!!).
Que la genialidad creativa del tandem Lee & Kirby, el sentido de humor del Byrne de los 4F o de Shulkie y la capacidad argumental del Miller de Daredevil nos ampare… (este párrafo no sé a qué viene, lo admito).
Ya está. Hasta aquí mis desvaríos tras leer el especial “tren de diversión” La Cosa & Hulka. Tampoco me he enrollado tanto… ¿O sí?
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