Fernández, dibujante destacado por su cómic de autor creativo para adultos, consagró la última parte de su vida, desde los años noventa en adelante, a la pintura figurativa, especialmente a los retratos.
Nacido en Barcelona el 7 de febrero de 1940, Fernández participó en la renovación del cómic español junto a otros autores de su generación, como Enric Sió o Luis García, y sus obras saltaron las fronteras para publicarse tanto en Europa como en Estados Unidos y Latinoamérica.
"No tenía un personaje clave, lo suyo no era la historieta tradicional", ha comentado a EFE un hijo del ilustrador y pintor catalán, que ha destacado de entre su prolífica trayectoria la adaptación de "Drácula" de Bram Stoker que realizó en 1982, editada en España por Toutain en la revista Creepy.
Reconocido tanto en España como a nivel internacional, Fernández ha publicado sus historietas en revistas como "Vampirella" y Eerie, ambas de la editorial Warren Publishing, y en el Diario de Barcelona pudo leerse su tira "La Mosca" entre 1970 y 1973.
Sobresalió también en el campo de la ciencia ficción, con la serie Zora y los Hibernautas, que aparecía en la revista 1984, y con adaptaciones de relatos futuristas del escritor Isaac Asimov, entre muchos otros trabajos.
Su gran época como ilustrador fue la década de los ochenta, de manera que en 1989, debido al declive de las revistas de cómic para adultos y a determinados problemas de salud, decidió abandonar la historieta para consagrarse a la pintura, y más en concreto, al retrato.
Tras más de medio siglo dedicado al mundo de la historieta y a la pintura, Fernández falleció la pasada madrugada en la ciudad que le vio nacer hace 70 años.