Así comienza Hemingway en el ruedo ibérico, un documental coproducido por Multicanal, New Atlantis, TVE y Tesauro, que se estrenará el 7 de julio (17.00 y 22.00) en
Odisea (redes de cable e Imagenio), coincidiendo con la popular fiesta de San Fermín.
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Llega a Pamplona el 6 julio de 1923 para descubrir un mundo, el de los toros, lleno de aventura, emoción, riesgo, coraje, violencia, sangre y muerte. Allí encuentra todo lo que había buscado su espíritu atormentado, entre otros motivos, por el suicidio de su padre. Tanto le impactó el ambiente de la fiesta nacional y el juego gratuito del hombre con
la muerte que los eligió como escenario de dos de sus grandes obras, Fiesta y Muerte en la tarde.
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Realizado por Martín Costa, el documental centra la atención en las relaciones que Hemingway entabló con distintos personajes del mundo taurino, como Cayetano Ordóñez. Todo ritual necesita un sumo sacerdote, y Hemingway lo encontró en este matador, que le reveló los secretos de la escuela rondeña. Por su hijo, Antonio Ordóñez, el premio Nobel sintió verdadera admiración, y también cultivó la amistad de Luis Miguel Dominguín.
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Hemingway en el ruedo ibérico cuenta con valiosas imágenes de archivo y con los testimonios de expertos conocedores de su vida y obra, como Fernando Hualde, investigador de Hemingway en Pamplona; el periodista Manuel Leguineche; el escritor y periodista Carlos G. Reigosa, o Carlos González, copropietario del restaurante Botín, uno de sus preferidos de Madrid junto al del Callejón de la Ternera.
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La producción también descubre el amor de Hemingway por la causa de la República. De hecho, juró que mientras hubiera un solo republicano en las cárceles franquistas no volvería a España. Sin embargo, en 1953 regresó. El 2 de julio de 1961 se voló la cabeza con su mejor rifle de caza. Tenía 63 años y en la capital navarra le esperaba, una vez más, San Fermín.