[
Leer respuestas | Enviar
una nueva respuesta | Volver a Master and Commander: Al otro lado del mundo
]
Anterior grito
| Siguiente grito
| editar grito
|
|
|
Zeke
-- Lunes, 22 de Diciembre de 2003 a las 17:26.
|
|
|
.130.206.39.228 |
|
|
En la costa de Brasil, durante las guerras napoleónicas, una fragata británica, La Surprise, entabla un duelo de ingenios, argucias y emboscadas, con un navío francés La Acheron, que le supera en tamaño, cañones y velocidad.
Con estas premisas y adaptando dos novelas del prestigioso Patrick O’Brian, el director de películas tan estimables como El Año Que Vivimos Peligrosamente, El Club de los Poetas Muertos, Único Testigo, La Costa de los Mosquitos o El Show de Truman, compone un relato (el guión es suyo) de aventuras más que estimable, que exuda verdad por los cuatro costados.
En primer lugar, logra reconstruir las condiciones de vida a bordo de un navío de principios del XIX de manera realista y verosímil, desde las acciones que se describen hasta la composición de la tripulación, muchos de ellos casi niños que viven en un mundo cruel y duro.
En segundo lugar, la lucha desigual entre La Surprise y La Acheron, las distintas artimañas de las que se sirven para irse dando caza a lo largo de toda la costa de Sudamérica, bordeando el Cabo de Hornos hasta las Galápagos, que se convertirán en un detalle importante y dará lugar a que Weir nos muestre una serie de imágenes cuasidocumentales de estas islas. Esta lucha mantiene al espectador pendiente y entretenido, logrando momentos de tensión absoluta. Weir hace suya una de las máximas del cine clásico y es empezar con una buena traca.
En tercer lugar están los personajes, sí, es una película de aventuras, con acción, abordajes y combates a toca penoles, pero hay tiempo para delinear la relación entre el Capitán Jack Aubrey (Russell Crowe) y el cirujano de abordo Stephen Maturin (Paul Bettany), dos tipos que pasan las noches tocando música y conversando sobre lo humano y lo divino, dos tipos que comparten una larga amistad y eso queda reflejado. Pero no se queda ahí, podemos ver la humanidad de estos personajes en su trato con los guardiamarinas (casi niños la mayoría) o en las cenas que comparten los oficiales, o en el momento en que Crowe defiende a La Surprise, hay amor y adoración como en todo capitán que se precie.
Pero lo principal de todo, lo que hace que sea un entrenimiento más que digno, es que en ningún momento se insulta al espectador, se le respeta y se le trata como a un ser pensante. La acción está bien descrita, los personajes son coherentes y no están al servicio del chiste fácil, no hay grosería o gratuidad en la película, la historia es atractiva y el director hace gala de saber hacer, sin necesidad de marearnos, de agobiarnos con primerísimos planos y utilizando sabiamente los recursos de que dispone, desde unos magníficos decorados (donde NO se nota el ordenador) hasta la música, casi siempre la que tocan el propio Aubrey y Maturin en el camarote del capitán.
Más que recomendable.
Como anécdota destacar que los dos actores principales ya compartieron pantalla en una Mente Maravillosa, Bettany es el amigo imaginario de Crowe.
|
|
|
Responder
a este grito
Volver a Master and Commander: Al otro lado del mundo
|
¿Todavía no te has registrado? Pos pincha aquí.
Si tienes ya tu alias registrado, desde aquí puedes acceder al panel de control de Ciudadanos Dreamers
|
Si quieres registrar tu nombre o "alias" en los foros a gritos de Dreamers, simplemente registrate como ciudadano de Dreamers. Esto sirve para que nadie más use tus alias, y de paso te pone un simbolito al lado del nombre, como para decir que siempre eres el que dices ser (que no quiere decir que Darth Vader sea Darth Vader, jarl! ).
Los Ciudadanos Dreamers pueden tener Dreamys personalizados para sus mensajes.
Si quieres saber más sobre los Dreamys, pincha aquí
Las imagenes de las mascota de dreamers (o sea, los dreamys) que acompañan a los mensajes aparecidas en los foros a gritos de Dreamers
son propiedad de sus respectivos autores y no pueden ser usadas en otro medio, ya sea digital, impreso, o cualquier otro,
sin el permiso por escrito del autor.
|
|