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Waster
desde Madrid
, España
-- Lunes, 6 de Marzo de 2006 a las 18:56.
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Lo más probable es que vuelva a verla en breve. Me ha costado entrar en ella, principalmente porque me esperaba una especie de western de intriga con abundante acción y me he encontrado con una película tierna, virulenta y de desarrollo tranquilo. A los 15 minutos ya sabemos con toda suerte de detalles cómo, por qué y en manos de quién murió el personaje del título. Es cierto que tardé un rato en darme cuenta que la película estaba narrada con abundantes saltos temporales ,algo típico de los guiones de Arriaga. Y si hay alguna fuerza en su texto, está en la estructura: en los primeros 40 minutos marcada por flashbacks no anunciados; en el resto del film, absolutamente lineal, adquiriendo los aires de una road movie o del western peckinpahniano (Pat Garrett & Billy the kid, Grupo Salvaje), tomando el film unos aires que oscilan entre el drama crepuscular y un patético y macabro sentido del humor, para narrar el viaje existencial de sus dos (¿o tres?) protagonistas. Pero es que Peckinpah está en todas partes: en el retrato de esa comunidad decrépita que ha ido perdiendo sus viejos valores y fundando una sociedad establecida en el quietismo, la mediocridad y la corrupción, del que el protagonista resulta la romántica antitesis; personajes que nacen en la derrota, a menudo violentos, pero en quienes residen los valores de la amistad, lealtad y la dignidad; en el retrato cariñoso de las gentes sencillas de México, cuya forma de vida cada día es más miserable e inviable, etc, etc. Los que piensen que van a ver un film de acción, que se desengañen. Sólo hay cinco disparos en toda la película, y no se trata de ninguna clase de tiroteo... . La ambientación es extraordinaria, casi respiramos el polvo y la suciedad física y moral en que viven los protagonistas.
Sus errores principalmente es poner una gran cantidad de personajes sobre el tablero cuyo desarrollo es, o bien parcial, o bien excesivamente simple, exceptuando el caso de Melquíades Estrada y los dos hombres que portaran su cuerpo en el que será su último viaje, y, en fin, también el viejo ciego y la mayoría de personajes que los protagonistas se encontrarán en su noble travesía. Pero la gente del pueblo (La mujer del guardia fronterizo, la vieja de la cafetería, el poli corrupto) quedan un poco en el aire, colgados. De todas maneras, es un punto que no tengo muy claro. Quizás son personajes de los que se dice lo necesario y ya está, cuyo desarrollo total no es necesario. Como he dicho, yo me esperaba "otra película", y eso me ha influido al verla. Luego están las escenas en que se ve el cuerpo de Melquíades en plena descomposición. Ser tan explícitos era innecesario, y aunque una de ellas logre resultar divertida gracias a su oscuro sentido del humor, en el fondo no hacen más que alejar por un momento al espectador del tono solemne, suave, árido y austero que presenta la película. De todas maneras, también puede haberme influido al criticar este punto mi idea previa sobre la película. Desde otra perspectiva, el patetismo que desprende Tommy Lee Jones quitándole las hormigas al cadáver de su difunto amigo o llenándolo de anticongelante para evitar que los insectos lo devoren, puede resultar a la vez tierno y patético. De la estructura de la película me chocó un poco el cambio radical que hay entre la primera parte, plagada de flashbacks no sólo temporales, sino también espaciales, y la segunda, de inamovible linealidad. El film funciona doblemente, como alegoría moral y vital pero también como retrato crepuscular de eternos perdedores, personajes hundidos en la soledad de unos tiempos mezquinos, atrapados en una forma de vida que a cada día resulta más obsoleta. Es una preciosa historia de amistad y redención, pero sobre todo una reivindicación a la dignidad de un hombre vejado por su condición, un emigrante sin hogar ni familia, cuyas únicas posesiones eran la amistad de un vaquero y un puñado de ilusiones imposibles. Un ser anónimo que soñaba con un rancho florido en medio del desierto. Sobre la música, la mayor parte del tiempo es meramente ambientativa, y funciona muy bien. Las interpretaciones son correctas, excepto la de Tommy Lee Jones, que desborda talento cada vez que aparece en pantalla, hace a su inolvidable personaje completamente suyo. En resumen: una gran película. Entiendo a quienes la califican de obra maestra y auguran que se convertirá en un film de culto. Yo puedo decir que es el mejor western que ha caído en mis manos desde hace muchos, muchos años de cine. Tiene sus irregularidades, pero en conjunto resulta redonda. Una película emotiva, triste y romántica. Hermosísima elegía.
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