Vive una de las aventuras de Indiana Jones que nunca mostraron en la gran pantalla. Ni tan siquiera el propio Harrison Ford pudo interpretar al personaje en aquella ocasión.
Como si una de las películas de Spielberg se tratara, con Harrison Ford.
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Crítica | Puntuación del crítico: 10 | La trilogía de Indiana Jones es por todos bien conocida. Muchos dirán en la actualidad que hacer un guión a la altura de estas fantásticas películas dirigidas por Spielberg es toda una hazaña, y que la rumoreada cuarta parte (olvidado parece el proyecto) será un desastre por la inevitable comparación que con los anteriores. Pues bien, si desearan hacerlo bien, solo tendrían que adaptar el guión de este juego de Lucas Arts.
Y es que lo tiene todo, es magnífico, el argumento no se queda nada corto comparado con el de las películas. Para empezar, el propio Indiana es el aunténtico en todos los aspectos. Os aseguro que leyendo sus comentarios enseguida viene a la mente la voz del personaje de Harrison Ford, mejor caracterizado imposible, es ÉL. Por otra parte, va bien acompañado, con un personaje femenino llamado Sophia, de armas tomar, la considero superior a cualquier fémina de la trilogía del arqueólogo aventurero por su carisma y su aportación en el caso, lejos de ser la típica damisela en apuros. De hecho, la relación de ambos recuerda bastante a las que el protagonista tuvo anteriormente con las féminas de las películas antes mencionadas, se llevan fatal pero de una forma curiosa, una relación amor/odio constante que arrancará más de una sonrisa al jugador. A todo esto, sumemos un villano de categoría y un misterio que resolver bastante interesante. Y es que esta vez, el señor Indy, tiene que parar a los nazis antes de que puedan hacerse con el arma definitiva, peor que la bomba atómica, el arma que hundió Atlantis.
Para ello, el protagonista aventurero se verá obligado a ir a muchos lugares, hay una gran cantidad de localizaciones que visitar, cada una bastante interesante y bien ambientada. Mención merece la gran cantidad de leyendas y hechos históricos que hay a lo largo de todo el juego, como el diálogo perdido de Platón y las localizaciones de Atlantis. Enriquecen la historia y la hacen más creíble, si cabe. La clave de este argumento es básicamente la sencillez, pues aquí tenemos buenos muy buenos y malos muy malos. Los buenos han de parar a los malos, y punto. Pero eso sería simplificar demasiado una historia de larga duración, repleta de momentos magníficos (el submarino de los nazis no tiene desperdicio) y aventura a raudales, como una buena película del personaje, lo tiene todo. Sin olvidar unas buenas conversaciones con los personajes que podemos ver a lo largo de la aventura, que no todo es exploración y puzzles, aunque haya mucho de lo primero sin que llegue a hacerse nada pesado. Lo más sorprendente del juego es que hay tres finales distintos, dependiendo del camino que escojas en uno de los momentos del juego, lo que te obliga a hacértelo dos veces más para comprobar cómo son los otros. Diversión y duración aseguradas.
Sobre los gráficos, aprovechan el sistema SCUMM, el de los dos primeros Monkey Island, Sam y Max y Day of Tentacle. Sinceramente, no son los más elaborados que haya visto, diría más bien que son en verdad un poco pobres comparado con los juegos anteriormente mencionados, y han envejecido peor con el paso del tiempo. Aún así, la ambientación está sorprendentemente conseguida y tiene estilo propio, por no hablar de la rica paleta de colores.
De todas maneras es lo de menos, pues el juego cuenta con una infinidad de virtudes impresionante en cuanto a argumento, diversión y duración. Una obra maestra.
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Trucos y guias | Aquí tenéis una guía del juego, para cuando os quedéis atascados. Os aviso, solo en caso de extrema necesidad, un juego de aventura gráfica con guía es muy poco gratificante.
http://www.juegomania.org/solucion/pc/4984
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Ovidio Miguel Maestro (Atonman) | |
Ficha de Videojuego enviada por Atonman el 2 de Septiembre de 2005 |
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IMAGENES |
Un extraño lugar.
El despacho de Jones.
Paisaje mediterráneo.
Una pirámide.
Pegajosos...
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