Al-Cuhuir

  • Henry Armitage
  • Dogon
  • Albert Wilmath
  • Joseph Curwen
  • Lady Margaret Trevor
  • He-Who-Must-Not-Be-Named
  • Abdul Alhazred
  • Lavinia Whateley
  • Kryshul D'Naihotep
  • Ludwig Prinn

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Nueva Logia del Tentáculo

XXXVI

 

En la mano inerte de Marchand yacía su escramasax sajona del siglo VII DC, que utilizaba para abrir sus cartas y que le habían servido para rechazar a sus agresores.
A juzgar por el desorden y los trazos de sangre calculé que habría matado dos de ellos por lo menos, sus compañeros se habrían llevado los cadáveres. Ví que varios objetos de la colección de Marchand habían desaparecido, entre ellos el famoso pergamino.
De pronto percibí un olor repugnante e imposible de identificar que provenía de la sangre de los agresores. Comprendí entonces que los asesinos de M. Marchand no eran criaturas naturales. Lleno de pavor tomé la herrumbrada escramasax y comencé a bajar las escaleras.
Cuando llegué al vestíbulo escuché sonidos que venían del cercano sótano. Supuse que sería el asesino de M. Marchand y decidí sorprenderlo y ajustarle las cuentas. Pero luego me dí cuenta que eran más de uno y que se comunicaban entre ellos a traves de horrendos sonidos guturales.
Mi valentía momentánea se desvaneció y huí de aquel lugar.
De regreso a mi apartamento me comuniqué con Lavinia y con Curwen para comentarles mi macabro descubrimiento.
Al día siguiente recogí en la estación a mi amigo Curwen, lo cual me trajo un cierto alivio a la tristeza que me procuraba el atroz asesinato de mi viejo amigo Marchand.

Sigue


 

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