Al-Cuhuir

  • Henry Armitage
  • Dogon
  • Albert Wilmath
  • Joseph Curwen
  • Lady Margaret Trevor
  • He-Who-Must-Not-Be-Named
  • Abdul Alhazred
  • Lavinia Whateley
  • Kryshul D'Naihotep
  • Ludwig Prinn

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Nueva Logia del Tentáculo

 

XLIII

Al día siguiente fuimos a recoger a Lavinia a la estación de Brattleboro. Me hubiera gustado poder ofrecerle una noche de reposo bien merecida, tras tan agotador viaje pero teníamos otros imperativos urgentes, tal y como me lo recordaba Joseph Curwen sin cesar. Miré a Lavinia por el retrovisor con una expresion que quería decir "perdón por este imprevisto" y tomamos la autorruta hacia Pertètte-les-Oies. Llegamos al anochecer a casa de Marchand y finalmente optamos por enterrarlo a él y a su perro en el bosque que había detrás de su casa y no en el jardín. Tras terminar la funesta tarea, a eso de las tres de la madrugada, volvimos a su casa tomando las precauciones necesarias (con guantes de goma y con los pies envueltos en bolsas de nylon para no dejar huella alguna). Nos pusimos entonces a limpiar mis huellas digitales y mientras hacíamos esto en el gabinete, Lavinia notó un sobre en papel madera caído al costado del escritorio que los agresores no habían visto. Era un sobre que Marchand había preparado para enviarme el mismo día que me fui de su casa y contenía más documentos sobre el medallón y el culto al que se le asociaba. Decidimos que examinaríamos el contenido más tarde.
Antes del amanecer nos fuimos de allí, pero previamente tomé del armario donde Marchand guardaba la colección de armas de su padre tres pistolas que repartí entre nosotros tres.
- Es mejor que a partir de ahora estemos armados - les dije.

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