XLVIII
Cuando
estoy dispuesto a disparar a Lavinia, siento un golpe en la cabeza
que me derriba quedando inconsciente, cuando despierto noto que
el alma de Curwen pugna por controlar de nuevo su cuerpo, pero yo
soy mas fuerte y le mantengo a raya, con suficiente pericia. Estoy
atado a una silla y Mr He y Lavinia Whateley me observan confusos
cuando comienzo a hablar con la voz de su amigo.
-
Señorita Whateley, señor He, estoy seguro de que me
conocen por su amigo Joseph Curwen, soy Kryshul D´Naihotep.
Sí, sí, ya veo que no se creen lo que les digo, pues
las cosas no serian así si su estúpido colega no se
hubiera puesto esta medalla al cuello. Por cierto, señor
He, debo comunicarle con satisfacción que su amigo Marchand,
maldito sea su espíritu, ha sido asesinado por mi hermano
en Naihotep, Niath, que cumplió su deber y eliminó
a su cazador, como antes lo hizo Sesti D´Naihotep con Ludlav
Ardomar y como yo lo haré en el futuro con mi perseguidor
Ludwiglav Ardomar.
Entonces
balbuceo palabras inconexas, empiezo a perder el control del cuerpo
debido a que Curwen consigue vencerme y me relega al fondo de su
mente.
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