Al-Cuhuir

  • Henry Armitage
  • Dogon
  • Albert Wilmath
  • Joseph Curwen
  • Lady Margaret Trevor
  • He-Who-Must-Not-Be-Named
  • Abdul Alhazred
  • Lavinia Whateley
  • Kryshul D'Naihotep
  • Ludwig Prinn

Índice

Nueva Logia del Tentáculo

LIX

Curwen ya había vuelto en sí y ahora nos estaba hablando. Aunque era su voz, Lavinia y yo sentimos que el individuo que se hallaba frente a nosotros no era el J. Curwen que conocíamos. Este pretendía ser una divinidad o el servidor de una divinidad llamado Kryshul D’Naihotep que se hallaba prisionera en un medallón que Curwen llevaba colgado sobre el pecho, y que gracias a ese medallón podía servirse del cuerpo de nuestro amigo cuando se le apetecía. También declaró haber sido él quien había mandado a matar a Marchand. A pesar de lo inusitado de la situación, me sentía extrañamente calmado y cuando aquel individuo hubo terminado su discurso, acerqué mi rostro al suyo y le hablé, pero dirigendome al Joseph Curwen que se hallaba allí preso. Le dije:

-Cuando apuntaste tu arma sobre Lavinia, ¿realmente pensabas matarla? ¡No!, ¿verdad?, Tú no serías capaz de hacer eso, ¿eh, Joseph? -. Su rostro entonces se convulsionó, su cuerpo se sacudió y volvió a caer inconsiente. Se ve que Lavinia y yo pensábamos lo mismo en ese momento porque, los dos al mismo tiempo, nos avalanzamos sobre la cadena que sobresalía del cuello de su camisa y arrancamos el medallón. Alcé el medallón a la altura de mis ojos y le dije:

- Grave error, mon cher D’Naihotep; un buen mago jamás revela sus secretos -. Lavinia, que mientras tanto había desatado a Curwen que volvía en si, me dijo:

- Debemos contactar al profesor Armitage.

Sigue


 

© 2004