LIII
Veo la cara de Hee Hoo cerca de mí,
escucho sus palabras amenazantes sin inmutarme,
de repente unas palabras que alguien ha dicho en otro lugar me alejan
por unos momentos de Curwen. Veo a Ludwiglav Ardomar a través
de los ojos de un anciano que, según entiendo, ha enviado
uno de mis hermanos sudamericanos en Naihotep, Utucam de Queztaixilt,
usando al anciano le entrego a Ludwiglav unas láminas de
metal, poseído por el metal pronuncia el hechizo de conexión,
las chapas saltan a los ojos del viejo, hay un chispazo y mi instinto
me dice que mi servidor puede verme y oírme.
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Ludwiglav Ardomar, soy Kryshul tu señor, en estos momentos
de peligro necesito tu ayuda, olvida lo que te dijo el traidor de
Ludlav, si me sirves fielmente cuando Naihotep, el señor
del caos, vuelva serás recompensado por tus servicios
y se te perdonará tu servidumbre a nuestros enemigos los
servidores de Aton, ¡malditos sean!. Escúchame con
atención Ardomar, para liberarme necesitarás encontrar
el "Manuscrito Bermellón", se encuentra
en la Universidad Miskatónica, Don Gonzalo es su bibliotecario
y lo custodia, cuídate de su amigo Armitage es muy listo.
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