LIX
Diario
de Hee Hoo - XX/XX/XXXX
No
creo más en la realidad. Tengo la impresión de estar
viviendo en pleno delirio cinematográfico:
Primero mi viejo compinche Iranon D. Tracy que me sale con el asunto
del Pozo de las Amarguras. En segundo lugar, me hallo en
un avión rumbo al Cairo sentado dos filas por detrás
de mi amigo Curwen, siguiéndole de incógnito como
en una mala película de espionaje. Y para completar el cuadro,
cuando me acerco discretamente a él, le oigo murmurar a sí
mismo, hablando de su medallón como si le fuera algo muy
precioso. Pareciera que de pronto se cree Gollum del Señor
de los Anillos... Esto es un verdadero delirio Hollywoodiano,
les digo.
Iranon viaja en otro avión de la misma compañía
y nos hemos dado cita en el hotel Ramsés II. Todavía
falta para ello, así que para matar el tiempo, me fijo por
primera vez en mi compañera de asiento... y su escote con
interesantes ángulos de visión... de pronto gira su
cabeza hacia mí buscando sin duda a la azafata. Me apresuro
a desviar la mirada y miro hacia la revista que estaba leyendo.
Accidentalmente mi vista tropieza con el maletín que tengo
a mis pies del cual sobresale un sobre en papel madera y que contiene
copias de los papeles hallados en casa de Marchand, aquella fatídica
noche. Recuerdo entonces que al fin nunca los estudiamos, así
que de inmediato me entrego a dicha tarea.
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