LXII
Usando el cuerpo del anciano
servidor humano de Naihotep, me reúno con Utucam D´Queztaixilt
con el que intercambio impresiones, erudito como es en los temas
referentes a Nuestro Señor me recuerda que puedo ser destruido
sin más y definitivamente en el "Pozo de las amarguras".
En mi mente aparecen imágenes
de aquel infausto lugar del que escapé milagrosamente hace
mucho tiempo. Juntos ideamos un plan de acción. Como aún
me unen ciertos lazos con el cuerpo de Joseph Curwen y este se halla
desprotegido del conjuro que realizó Mr Armitage, si lo intento,
podré volver a manejar su cuerpo, y teniendo en cuenta que
Utucam percibe el aura de Iris, sacerdotisa de Maat, cerca de Curwen,
me dejo absorber por la esfera de energía, veo usando a mi
huésped que viaja en avión a El Cairo, en ese momento
Curwen aborda a Ms Marchand, aprovecho para tomar el control y hablo
a Iris:
- Escúchame,
servidora de Maat, olvida tu misión en Egipto, yo tengo las
de ganar y si te interpones en mi camino te mataremos, como hicimos
con tu supuesto marido, estas advertida.
Me agazapo tras Joseph
y espero.
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