LXVII
Me
asomo por la ventana del Seti Hotel y contemplo el hormiguero de
personas caminando por la sinuosa calle. Oigo un vocerío
de mercaderes anunciando lo más barato del zoco. Incluso
me parece que me llegan los olores del pescado frito mezclado con
los pastelillos de dátiles y miel.
Hace
un rato me ha llamado por teléfono Iranon con la misma sangre
fría de siempre: que si habían tenido un percance,
que si ya no se puede viajar tranquilos, que si estaba dispuesto
a comerse el sombrero antes que volver a aceptar un caso tan rocambolesco
como éste. La verdad es que miedo me da haberles convocado
para verse conmigo en "La Casa del Atrio", porque
son muy capaces de organizar un safari a bombo y platillo y anunciarlo
en la página web del Centro Excursionista. Afortunadamente
la Sesión Ritual de hace unos días tuvo el efecto
deseado de maniobra para desviar la atención... Ah, llaman
a la puerta:
[...]
-
Ok. Thanks a lot... Here you are.
Un telegrama: Todo según previsiones. Sustraido copia
medallón. Les salió rana. J.C.
|