VIOLETA La
oscuridad se puebla de fantasmas de papel y de paja, de páginas vacias
donde nadie está descrito, de retratos sin luz, de muros morados. El
tiempo arrastra la memoria y comenzamos a no ser, ese tiempo que aparece del
lado más aciago de la noche donde no quedan mas que fragmentos rotos.
Alguien los recoje con amor,
con deseo, los atrae hacia sí y no los deja totalmente morir en esta
noche de voraces sombras donde los sueños violetas todavian palpitan.
Sólo quedan sueños
y lo que se sueña, al soñarse cubre cuerpos con su espeso velo,
para escuchar lo celeste, para soñar despierto el sueño de los
mil cantos. |