Diálogos Líricos © Zeth

«Cadáver esquisito»
© António Domingues, António Pedro, Fernando Azevedo, João Moniz Pereira y Vespeira, 1948.

Dame de Blois, mi deseo

Penumbra,
visión de flores oscuras,
adornos macabros
contagian mi no vida.

Y te busco....

Recuerdos de granito me rodean,
túmulos de olvidados amores,
de olvidados odios,
de olvidados temores.

Y a la distancia observo
el despunte dañino del día.

Sensación tibia,
novedad revivida
purifica mi alma.

En mi tormento
tu silueta observo,
mas no te llego a alcanzar.

Sempiterna pena es
que abrazarte ya no podré.

Y al final,
el maligno viento arrastra mi ser
a través de la alfombra carmín.

Y mi deseo sigue...

Diálogos Líricos

Tú, Selene

Cariño dormido,
de blanca pureza,
está mi alma expectante
de tu sensual presencia.
Níveo baúl de emociones,
efigie de humanidad,
vigía de vivencias,
diario especular,
con tu constante andar,
predecible, puntual,
Reina dormida
Mujer celestial.

Tu
enseñas
poco a poco
tu sonrisa, que
a veces está llena
de melancolía, y otras
llena de jovial fantasía.

Tu, que atraes las miradas,
a veces furtivas, impertinentes o claras,
cuando llegas al éxtasis fulgurante
de tu luminosidad aperlada.

Desafortunado, siempre llega
el momento, huyes cual
amante apurada, te
vistes de negro y
desapareces
sin más,
rauda.

III

Miles de cortejos
aburrida escuchaste,
dama soberbia,
con un palmo de narices nos dejaste.
Blanca reina que te vas,
como esperando algo,
te vistes de sombra,
de luto amargo,
mas esa espera es vana,
a tu antiguo deseo
la única respuesta
es mi aullido lóbrego.

El saludo de Selene