Caja de Música

Nueva Logia del Tentáculo

 

 


Sepultada náusea que florece purulenta llagando el tuétano de mis sentidos
en espejadas mareas vibrantes y briosas por ciertas, extrañas brisas abrasivas.
Catapultada náusea que marchita pétalos y pistilos mitigando brillantes cegueras
en la verdinegra ascensión que forma ese deshacimiento en la plenitud de mis cúpulas.

IV

Alguien ha llenado de cristales los abismos de mi insípida garganta.
Alguien ha vestido de retales los gajos de mi despedazado corazón.

Tan sólo una sutil sombra de ternura permanece incrustrada en el mar de mi mirada

solo, tan sutil siembras tiernas miradas, solo encajado en el agua salobre del mal,

desde donde me succiona guedejas de ensueños, para mi conmiseración,
donde mi faz funde tu salitre y permanezco ahogado en lo nocturno de tu alma.

V

La fúnebre esfera del crepúsculo de mi vida implora una estrella de áurea claridad
La ardiente rosa roja que palpita en mis entrañas envenena su esencia en mi infausto acontecer.
Y en él mis tristes delirios engalanan de llantos la líbida blancura de mi dulce desventura.

Como pérfidas perlas desmigajadas por la ladera de mi contumaz declive hacia el vacío.

Sigue


 

© 2003