Caja de Música

Nueva Logia del Tentáculo

 

 


Una esfera ardiente engalana cualquier vacío que impera en mis oscuridades y reina en tus claridades.

Por eso, sin reposo yo te inquiero, mi dorado delirio, en lo más deslumbrante de mi fugaz día, en lo más lóbrego de mi caudalosa noche.

VI

Mas bajo esta radiancia evanescente que envuelve mi pálido cadáver, apenas alcanzo a ver.

Mis ojos ya no miran, mis labios no suspiran, pero mi corazón florece en alma altiva que brota con el brío de vida recién parida.

Sólo las notas del pentagrama que me envuelve dan abrigo armónico a tan desmayada desolación.
Mi sed de querer se acrecienta bajo un manto de oscura desdicha por no hallar amor en mi pecho.
Esta existencia vacía de amor, es la negra muerte que aguarda en la calma, el oscuro velo que cubre mi alma, es la infausta nube que tiñe de malva el postrero llanto que acoge mi faz.
Pero no puede vivir la muerte, no puede arrancar mi eternidad de cuajo, no puede dejar de sonar la caja de música cardíaca de amor.

Sigue


 

© 2003