POEMARIO DE DIFUNTOS

31 de OCTUBRE 2004


Tétrico © Olav Murillo

 

Kryshul D’Naihotep

El Final

Caeré confundido bajo el dolor
de mil guadañas sobre mí,
la afilada eternidad anidara en mi pecho
apoderándose de mi desdichado ser,
beberé el negro veneno de la última copa
y dejare sumergir mi alma en el no-existir,
sumiso dejare que la negra señora
haga de mí su extraña voluntad,
me perderé tras ella esta noche
caminando la niebla inconsciente,
apagare de mis oídos los latidos
que la vida me regalo algún día.

Mis funerales saltaran la nada
y en su vuelo el vacío cubrirán,
entre sus lágrimas creerán ver
el fuego fatuo de mi recuerdo,
danzara ante su agotada mirada
y burlón saltara alegre entre ellos,
inconsciente de su fúnebre escenario
actuara una cómica opereta olvidada,
tras su negra mascara de carnaval
vivirá por mí la lujosa inexistencia,
se cubrirá con el oropel y el terciopelo
de las grises galas de la hipocresía.

Jugare con la astuta parca
la ultima tirada de dados,
fui tan ingenuo e idiota
que no vi su amañada partida,
ella será dueña de mi destino
mas allá de este mi mundo,
empujara mi alma al abismo
y el gélido vacío me engullirá,
asustado y detenido permaneceré
alejado de la luz del amanecer,
os recordare como en un sueño
y seréis una lejana voz en mis oídos.

Las eternidades pasaran sobre mí
haciendo surcos sobre el espíritu,
y el sol de un verano se posara
sobre la fría piedra de mi tumba,
florecerán sobre mi esperanza
las nuevas rosas de una promesa,
podré sentir la brisa de la mañana
jugueteando con mi nueva piel,
el tacto de la vida recuperare
en la libertad de la existencia,
se que no estaré con vosotros
allá donde mi yo sea llevado,
pero sabed que mi esencia vital
morara entre las nocturnas estrellas,
aquí arriba os esperare sin prisa
pues ahora el tiempo es mi aliado.

In English


Sentimiento de muerte © Olav Murillo

Henry Armitage

Pasaré de la opacidad de la vida a la translucidez de la muerte
del ópalo sanguíneo vital al destello dulcemente mortal
sentiré el curvilíneo cobijo segador de la buena suerte
tejiendo el pertinaz invierno del alirrojo zorzal
cederé sin el rumor de mar en voz inerte
asomado los ojos en eco al brocal
anclados mis pies en el brete
sonrojaré dientes de cal
sajaré con el estilete
restos del mal
del cubilete
lanza ya
miente
al ras



ABBA
© Olav Murillo

Abdul Alhazred


ya ves
siempre
he sabido
del catafalco
que impaciente
me aguarda en vigilia
como vil estilete aciago
como noche de dormir infinito
mientras contemplas mi sangre gélida
remansada en los senos de lo inacabado
néctar ácimo de paladar triste pero previsible
del que hago por escabullirme como pez jabonoso
escamoteando trances y aconteceres de insuficiencia vital
para desovar en la otra orilla estigia fragmentos de mi existenciA

 

Homenaje a la poetisa Gómez de Avellaneda

Breve Semblanza Biográfica


Tumba de Gertrudis Gómez de Avelladneda, Cementerio de San Fernando, Sevilla © Henry Armitage

VISITA SU TUMBA: DEJA FLORES Y UN MENSAJE

Gertrudis Gómez de Avellaneda

Para Él

No existe lazo ya: todo esta roto.
Plúgole al cielo así: ¡bendito sea!
Amargo cáliz con placer agoto;
mi alma reposa al fin: nada desea.

Te amé, no te amo ya; piénsolo al menos.
Nunca, si fuere error, la verdad mire!
Que tantos años de amargura llenos
trague el olvido; el corazón respire.

Lo has destrozado sin piedad: mi orgullo
una vez y otra vez pisaste, insano...
Mas nunca el labio exhalaré un murmullo
para acusar tu proceder tirano.

De graves faltas vengador terrible,
dócil llenaste tu misión: ¿lo ignoras?
No era tuyo el poder que, irresistible,
postro ante ti mis fuerzas vencedoras.

Quísolo Dios y fue: ¡gloria a su nombre!
Todo se terminó; recobro aliento.
¡Ángel de las venganzas!: ya eres hombre...
Ni amor ni miedo al contemplarte siento.

¡Vive dichoso tú! Si en algún día
ves este "adiós" que te dirijo, eterno,
sabes que aún tienes en el alma mía
generoso perdón, cariño tierno.

Cayó tu cetro, se embotó tu espada...
Mas, ¡ay! ¡cuán triste libertad respiro!
Hice un mundo de ti, que hoy se anonada,
y en honda y vasta soledad me miro.

Henry Armitage

¡Ángel de las venganzas!: ya eres hombre...

No puede ser más fría la piedra
que aplasta tu recuerdo
no te cubre

Nadie acaricia tu cuello
la vena incendiada de amor
sueña
pierdo
pudre

Y el verbo se hizo carne
se hizo ángel el odio
el ángel se hizo hombre

Nadie adorna tu tumba
el pecho incendiado de pasión
sangre
ángel de las venganza
nombre:

Gertrudis

Joseph Curwen

Eterno

Sé que tú estás ahí, fuera en el tiempo,
Pues donde yo me hallo éste no pasa
Sabía que vendrías de mañana
El rostro cabizbajo, rota el alma.

Te siento recordar mi negro pelo
Te adivino pensar en mis pupilas
Te presiento en caricias y suspiros
Te percibo entre llantos de agonía.

Estás entre las rosas que me ofreces
Como en altar de diosa sobre el mundo
Sobre ese mármol frío que me cubre
Nexo de unión con orbes más profundos.

Tus lágrimas de seda me acarician
Tus labios de oropel claman mi nombre
Más no he de responderte y tú lo sabes
No hay eco ya en mi voz, solo menciones.

Aunque descanso aquí, entre las sombras
Siénteme junto a ti todas las noches
Juega con mi recuerdo al recostarte
Sueña con mi presencia que se esconde.

Sabes que nunca a ti he de olvidarte
No quiero deshacerme de tu aroma
Quiero que permanezcas en mi alma
Como luz que refleja suaves sombras

Ahora esperar queda, tu tiempo pasa
Calendario no tengo en mi morada
Pero ansío el momento de tenerte
Entre mi transparencia iluminada.

Esperaré por siempre tu presencia
Recordaré hasta entonces tu mirada
Pues aunque lloras hoy ante mi cuerpo
Yo vivo junto a ti en tu alborada.

Formo parte del aire que respiras
De la sonrisa dulce de tu boca
También de tu recuerdo, tus anhelos
Tus pasiones, tus llantos y tus rosas.

Yo soy parte de ti, y aunque no sepas
De tu vida me nutro y de ella vivo
Hasta que eternamente me acompañes
En vapores de luz, plegaria y humo.

Ahora vete ya, sécate el llanto
Deja las rosas sobre el mármol frío
Deshoja tu sonrisa muy despacio
Llévate mi recuerdo, que en él vivo.

Piensa que viviré si me recuerdas
Que nunca moriré en tu pensamiento
Esperaré que vengas a mi lado
Entre haces de luz y sentimientos.

Comentario


Horror on the City
© Olav Murillo

Henry Armitage

No
me vienes
a enredar con tus dedos de gata

que quieres
acunarme entre tus brazos de hielo
Que
no puedes
abrazarme con amor de miel y miedo
Son
las comisuras
de tus dedos las que prometen el cielo
Hoz
tu voz
me llama llena de huecos incandescentes
No

qué
son
pero me aferro a la vida
la prefiero
al pozo insondable del negro olvido

Abdul Alhazred

Dulcemente ignota a pesar de la sentencia
al recuerdo dormido en la ausencia
relamida
el augurio funesto de incertidumbre soez
avecindarme en el talle ácido y
sajado
hace por conturbar mi mente despierta
deja de arañar tu hoy las vísperas
agitado
de desvirtuada sequedad ferruginosa de
los labios áridos cuarteados
líbido
como azucenas marchitas tras el deshielo
llama angustiada me llama llameante

no hay duda posible ante tu certera diana
que silente me aguarda sin fecha ni hora
y sin excusa posible vendrás a llamarme
arrebatados cánticos del gori gori Ya sé
antes de ser inerte
con desdichas ya dichas sobre ti
Muerte

Henry Armitage & Abdul Alhazred

Acoplamiento

No Dulcemente ignota a pesar de la sentencia
me vienes al recuerdo dormido en la ausencia
a enredar con tus dedos de gata relamida
el augurio funesto de incertidumbre soez
que quieres avecindarme en el talle ácido y
acunarme entre tus brazos de hielo sajado
Que hace por conturbar mi mente despierta
no puedes deja de arañar tu hoy las vísperas
abrazarme con amor de miel y miedo agitado
Son de desvirtuada sequedad ferruginosa de
las comisuras los labios áridos cuarteados
de tus dedos las que prometen el cielo líbido
Hoz como azucenas marchitas tras el deshielo
tu voz llama angustiada me llama llameante
me llama llena de huecos incandescentes
No no hay duda posible ante tu certera diana
que silente me aguarda sin fecha ni hora
qué y sin excusa posible vendrás a llamarme
son arrebatados cánticos del gori gori Ya sé
pero me aferro a la vida antes de ser inerte
la prefiero con desdichas ya dichas sobre ti
al pozo insondable del negro olvido Muerte

Henry Armitage

Octubre

Caminas suavemente
respiras gentilmente
lanzas hechizos por el bosque
coronado con los racimos púrpuras del viñedo
y las ramas rojas y doradas de las brujas
llevas el placer a los hombres con sus hoces
cuando el duro trabajo del tiempo de cosecha se ha acabado
y el tesoro del otoño
se encierra tras la puerta de la festividad.

Traducción libre de una estrofa del poema October de H.P. Lovecraft

In English


Et in Arcadia ego ©
Guercino

Se trata de la frase que supuestamente expresó la muerte "Et in Arcadia ego", que significa "Y en la Arcadia también estoy". La Arcadia es una tierra paradisíaca localizada en Grecia, donde se situaban las andanzas de dioses y ninfas entre riachuelos, vegetación exuberante y completa armonía del hombre y la naturaleza. Los pastores de la Arcadia son el prototipo de habitante feliz, modelo para el resto de la Humanidad. Sin embargo, en uno de sus paseos, los pastores encuentran una calavera, que viene a recordarles que incluso en el lugar más feliz y perfecto de la tierra, la muerte está presente y dispuesta a cada momento.

Zeth

Mi casa, mi familia... Mi recuerdo.

He visto una vez mas la luz
quiero regresar y ver que ha sido
de la vida que he dejado.
Ya prepararon la ofrenda
la luz que guía mi ser está encendida
diez veladoras iluminan mi camino
y por fin llego a mi casa, su casa.
Nada ha cambiado, el pan el agua, la fruta
mi guiso favorito, ¡El alcohol!, aspiro su esencia,
para quien más es, sino para mi esta ofrenda
mi foto, mi recuerdo
almenos una vez al año honran a la muerte
y con ella a sus inmmortales vasallos
almas que somos y venimos
de donde nadie sabe ni debe saber
hasta que el momento llegue y nos volvamos a ver
me despido, me voy y soy felíz,
como una vez en vida yo fuí,
soy eterno, porque vivo en su recuerdo.

H.P. Lovecraft

Canción beoda desde la tumba


Acercaos, camaradas, acercaos con vuestras jarras de cerveza
Y brindad por el presente antes de que se vaya;
Rebosad vuestros platos con montañas de carne
Pues el comer y el beber nos traen alegría:
Así que llenad vuestros vasos
Pues la vida pronto pasa;
¡Quién si no brindará por vuestro rey o vuestra mujer cuando estéis muertos!

Anacreonte tenía roja la nariz, según dicen;
Pero ¿qué importa la nariz si se es feliz y se está alegre?
¡Que Dios me maldiga! ¡Prefiero estar rojo pero estar aquí,
Que blanco como un lirio, muerto y enterrado!
Así que ven conmigo, Betty, mi niña,
Ven y dame un beso
¡No hay en el infierno hija de posadero como ésta!

El joven Harry se mentiene todo lo recto que puede,
Pero pronto perderá su peluca y se caerá bajo la mesa;
Pero llenad, llenad vuestros vasos y que corra la bebida.
¡Es mejor estar bajo la mesa que bajo la tierra!
Así que gozad y que siga la juerga,
Apurad vuestros vasos y cantad:
¡Es mucho más difícil divertirse bajo seis pies de tierra!

¡Este vino me deja sin sentido! Apenas puedo andar,
¡Y maldito sea si consigo ponerme de pie o hablar!
Eh, posadero, dile a Betty que me traiga una silla;
¡Tu casa será la mía ya que mi mujer no está aquí!
Así que echadme una mano
Pues ya no me tengo en pie.
¡pero qué más da mientras pueda seguir sobre la tierra!

La noche del océano y otros escritos inéditos.
Edaf, 1991. Traducción de José María Nebreda

In English

Albert N. Wilmarth

Fue allí donde dejé
una flor en tu noble recuerdo,
una flor que lo haría renacer
para que no muriera solo.

Fue allí,
bajo el verde jardín
donde aún permanece sin
marchitarse las hojas de su cuerpo.

Bajo la fria lluvia muchas veces pienso.
Pienso que todo parece un frio invierno
sin luz bajo un cielo encapotado
en el que tu ya no estas a mi lado.

Los dias se tornan eternos y la noches inciertas
bajo la luz de una pequeña lámpara,
intentando entender este mundo tan cruel.

Se que aun tengo tu recuerdo,
el cual guardaré como si
la vida se me fuera en ello....

Es hora de partir de nuevo,
mañana volveré al jardín
para seguir plantando
este campo con tu recuerdo.

Iranon de Aira

Difunto

Velas crepitando en la oscuridad.
Cera que derrama su lagrima en la noche.
Olor a incienso invade la estancia.
El cuerpo inerte duerme la Paz de los inocentes.
Un llanto recogido recuerda sus bondades.
Un murmullo critico cuenta su disparatada vida.
Son muchos los que le recuerdan.
Son más los que le han olvidado.
Rezos por su alma.
Rezos por su viuda.
Llantos por su marcha.
Llantos por su no vida.
Solo pidió que le recuerden.
Solo pidió que no le olviden.
La peor muerte realmente llega
Cuando no se acuerdan y te olvidan.
Una inscripción sobre tu lápida.
Cariñosa, mística, o hasta graciosa.
Recordando que éramos y lo que fuimos.
Educado con las señoras.
Proclaman sus modales con un.....
"¡Pedone señora que no me levante!"(sic)(*)

 

Lavinia Whateley

No hay Muerte

No hay Muerte, sólo es un Sueño muy profundo,
Sueño muy dulce y placentero,
Sí. Sólo un Sueño.

No hay Muerte, sólo un Pasar al otro lado,
Pasar a un extremo transparente.
Sí. Sólo un Paso.

No hay Muerte, sólo Esperanza de otra vida,
Esperanza de cálidos alientos.
Sí. Solo Esperanza.

No hay Muerte, sólo ilimitada Eternidad.
Eternidad y traslúcida emoción.
Sí. Sólo Eternidad.

No hay Muerte, pues todo es Vida.
Vida en esferas diferentes.
Sí. Sólo Vida

No hay Muerte, sólo Sueño, Paso, Esperanza, Eternidad y Vida.
Todo Vida, Vida, Vida.

César E. Pratts

F¡Ve, Cassilda, ve! Por los senderos al lago nuboso;
Y ve cantando, no salga la luna—
No lloren las Híadas su llanto untuoso.
¡Tu amor marchito!

¡Ve, Cassilda, ve!
Las escaleras de Uoht circundanza;
Ve y canta en palacio, ribera y duna.
Peregrina de la flor negra, avanza:
¡Tu vida un grito!

¡Ve, Cassilda, ve!
Y aspira el aliento de la llanura;
Pisa los pasos del bufón perdido.
¡Invierte el cáliz! ¡Los suelos apura!
¡Tu beso un rito!

¡Ve, Cassilda, ve!
Desde el balcón dorado el Rey te espía;
Danza una runa en el túmulo herido,
La sangre del suelo al cielo confía.
¡Tu gozo un mito!

¡Ve, Cassilda, ve!
Por los peldaños al lago ennegrido;
Enciende una vela con tus cabellos
Y alumbra del agua el fondo podrido.
¡Tu miedo un hito!

¡Ve, Cassilda, ve!
Y contempla los nichos del Gusano;
Conoces las ofrendas que hay en ellos:
Todo aquel que quiso salvarte... en vano.
¡Tu error bendito!

¡Ve, Cassilda, ve!
Y llora bajo las aguas plutónicas;
Recorre las tumbas de tu pasado,
Ve consolando sus almas agónicas.
¡Tu adiós permito!

¡Ve, Cassilda, ve!
Carcosa es sueño, tus ayeres polvo;
Mira al Rey sobre la luna elevado.
Dirá la Máscara: Ego te absolvo.¡Tú al infinito!

Traducción de La Canción del Viento, de El Rey de Amarillo, Acto 2, Escena II

He-Who-Must-Not-Be-Named

FNoche de Samhain

Del fondo de mi corazón, de los más profundo del pasado
Remontan los recuerdos de mi amada que no está más
Te fuiste tan pronto como llegaste, dejando mi corazón devastado
No quise resignarme, no quise llevar duelo,
Por más tiempo que pasase, no quise olvidarte
Fue en vano todo lo que hice por remplazarte
Para mí, tan solo una cosa tenía importancia
El momento de volver a verte,
Era lo único que esperaba con ansia, todo lo que deseaba

En el silencio nocturno, sonido metálico me despierta
Son las campanas de la iglesia que por los muertos resuenan
¡Pues claro, qué tonto que soy! ¡31 de octubre es hoy!
31 de octubre, noche sagrada, noche santa
Noche de aquelarre, noche de festividad pagana
Noche ideal para volver a ver a mi amada
En la noche en la que Mundo Subterráneo, morada de los muertos
De hadas y de elfos, sus puertas abre, por gracia de Samhain
Que en medio de ellos reina

Misterioso y medicinal muérdago, color azul de planta de gueda (**)
Raíz ancestral de roble y más en el caldero se mezclan
Insanos y pestilenciales vapores mi nariz impregnan
Y mientras la droga hace su efecto,
Mi plegaria a Samhain por los aires se eleva
Por fin mis ojos se abren y se rasga el velo
Ante mis ojos desfilan multitud de espectros y almas
Y entre ellos por fin, el rostro de mi amada veo
Sonriendo, me avanzo hacia ella

Mas ella no comparte mi alegría
A mi sonrisa responde con expresión de melancolía
No es bueno que muertos y vivos se frecuenten
Me dice y dándose vuelta con fría indiferencia
Desaparece en las tinieblas pronunciando antes la terrible sentencia:
Sin a bhfuil marbh, fanadh sé marbh
Lo que muerto está, que muerto quede

Comentario

Zeth

Alma en pena

Siento tu cuerpo,
húmedo, tibio
exaltas mis sentidos.

Te das cuenta de mi tacto,
trepidante, helado,
te dan escalofríos.

Miras tu entorno,
silencioso, vacío,
me llamas a gritos.

Te doy mi respuesta,
sosegada, eterna,
no la escuchan tus oídos.

No aceptas los hechos,
absurdos, horrendos,
necesitas mis besos.

Te enfureces de tu impotencia,
mordaz, malévola,
el espejo vuela en pedazos.

Sueltas el llanto,
triste, raudo,
nuestros destinos separados.

Piensas en nosotros,
unidos, aislados,
déjame sólo en tus recuerdos.

Deja descansar mi ser,
atado, inerte,
cumple mis deseos.

Albert N. Wilmarth

Descanse en paz

Hace ya mucho tiempo
Que abandoné y olvidé
Todo cuando había hecho.
Y Dejando atrás viento y destino
Me interné en mi ancho camino.

Atravesé las barreras de la soledad,
Aquellas que me querian atrapar,
Y maté dios y demonio para
Abrir de nuevo tu sepulcro
Amargo y silencioso.

Lloré sobre tu fría losa
Rompiendo mis nudillos
Recordando el pasado
Intentando comprender
Aquello que es ser.

La lluvia me acompañó en mi mal trago.
Mi ira consiguió apaciguar durante un rato
Un rato donde los segundo se perdían
En la inmensa eternidad.

Ahora que tú ya no estás,
Ahora que no te puedo ver,
Espero que descanses en paz
Allí donde debas descansar.

Abdul Alhazred

NO HE VENIDO A LLORARTE

No he venido a llorarte. ¡Oh amada!
Tampoco a urgir nuestro encuentro,
en el que nos abrazaremos hasta confundirnos.
Sé que guardas para mí un pasaje, sólo de ida,
hacia el azul perenne de otros confines,
donde sólo a solas cabalgaré la ola
que se deshace en las arenas de lo eterno;
donde el fragor se transforma en dulce néctar
de acontecer sin fin y de remansamiento.
En las aguas del naufragio último,
(temido y esperado encuentro)
lavarás mis heridas y les pondrás bálsamo,
el misterioso ungüento en el que sueño.
No he venido a llorarte. ¡Oh amada!
Tampoco a incentivar nuestro beso
en el que habrás de deglutirme sine die:
mi cuerpo efímero, en tu sempiterno cuerpo.

Henry Armitage

NO ES MENESTER ENGALANARTE

No es menester engalanarte de muerte amada
Tampoco encalar tu casa para el encuentro,
en la que la noche de otoño podrá confundirnos.
Sé lo que acecha destrás de tu mirada ida,
hacia la pupila incolora de drásticos confines,
donde el maremoto arrastra la cola de la ola
que ciego y sordo, no mudo, entona: "Eterno";
donde el verbo destila y liba muy sedoso el néctar
de membrillo en cálido roce de remansamiento.
En el cataclismo sinuoso del horizonte último,
(temido horizonte donde cuelga el encuentro)
lavarás mis ojos con vinagre y bálsamo,
el salitre acristalado de mis ojos sin sueño.
No es menester engalanarte de muerte amada
Tampoco quebrarme la llama viva del beso
en el que comulgaré con la negación del carpe die:
mi carne abrigará los temblores de tu cuerpo.

Violeta Parra

GRACIAS A LA VIDA

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio dos luceros, que cuando los abro,
perfecto distingo lo negro del blanco
y en el alto cielo su fondo estrellado
y en las multitudes el hombre que yo amo.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el oído que en todo su ancho
graba noche y día, grillos y canarios,
martillos, turbinas, ladridos, chubascos,
y la voz tan tierna de mi bien amado.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el sonido y el abecedario;
con él las palabras que pienso y declaro:
madre, amigo, hermano, y luz alumbrando
la ruta del alma del que estoy amando.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
me ha dado la marcha de mis pies cansados;
con ellos anduve ciudades y charcos,
playas y desiertos, montañas y llanos,
y la casa tuya, tu calle y tu patio.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
me dio el corazón que agita su marco
cuando miro el fruto del cerebro humano,
cuando miro al bueno tan lejos del malo,
cuando miro al fondo de tus ojos claros.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
me ha dado la risa y me ha dado el llanto.
Así yo distingo dicha de quebranto,
los dos materiales que forman mi canto,
y el canto de ustedes que es mi mismo canto,
y el canto de todos que es mi propio canto.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.

 


 


Notas a pie de Página

Joseph Curwen

Aunque nació en Cuba, pasó gran parte de su vida en España.
Poetisa romántica hasta los tuétanos, expresó mediante el verso las pasiones más humanas, las emociones más universales, los sentimientos más profundos.
Parece que su vida estuvo marcada por la tragedia, quizás este hecho favoreció su marcado carácter romántico.
Quedó sin padre siendo una niña, su madre se volvió a casar, la propia Gertrudis queda dos veces viuda y muere su única hija en el primer año de vida. Nunca fue correspondida en sus amores.
Viaja de Cuba a España a los veintidos años y reside en La Coruña, Sevilla, Cádiz y Madrid donde comparte tertulias con otros románticos como Espronceda, Zorrilla y Quintana.
Una vida sin demasiada suerte en términos personales y profesionales, pues a pesar de su éxito literario no fue admitida en la Academia Española de la Lengua.
Tras viajar a Cuba y Estados Unidos, regresa a España donde moriría, a causa de una diabetes, a la edad de cincuenta y nueve años.
A Él es un poema de intenso desamor, de amores ya olvidados, sólo recordados en reflexiones personales de experiencias ya vividas que, por supuesto, dejan su marca y su huella, en la piel de la individual memoria.

 

H.P. Lovecraft

October

Mellow-faced, with eyes of faery, wistful clad in tinted leaves,
See the brown October tarry by the golden rows of sheaves;
Oak and acorn in his garland, fruit and wineskin in his hands,
Mystic pilgrim for a far land down the road to farther lands.

Softly treading, gently breathing, casting spells on wood and wold,
Vines with purple clusters wreathing, witching boughs to red and gold;
Bearing sicklemen their pleasure when the harvest toil is oer;
And the autumns garnered treasure lies within the festive door.

Bearing dreams to all who listen as he sounds his elfin horn
Where the crystal vapours glisten past the farther hills at morn;
Where the sunset hovers playing on the teeming cottage yard
Till the cryptic night comes straying in a mitre tall and starred.

Dreams elusive and uncertain, fleeting as the dying year,
Glimpses from behind the curtain, half to cherish, half to fear;
Memories that charm and beckon, vanished scene and vanished face,
Phantoms past the word we reckon, reaching from the wells of space.

Mounting as with necromancy, welcome visions hold the sight;
Bygone fields assail the fancy, radiant in a golden light.
Ancient lanes lead cool and bending past remembered farms and byres,
Where the curling smoke ascending tells of happy autumn fires.

I can catch the flaming riot of the oaks and elms I know,
And the breathless ruddy quiet of the sunsets spectral glow;
And the farmhouse chimney peeping through the scarlet maple shade,
And the gorgeous fruits of reaping by the door in order laid.

Greens that red and yellow dapple, tints that match the blazing sky;
Swelling pumpkin, rosy apple, clustered grapes of Tyrian dye;
And behind the orchard reaching where the rolling meadows hide,
I can see the corn-shocks bleaching and the stubble streching wide.

Skies alive with southward winging, ravens perched on sheaf and stack,
Groves with eager trumpets ringing as the quarry flees the pack;
Swains with nuts and fagots plodding homeward to the twilit garth,
Soon to cluster, warm and nodding, round their cider and their hearth.

Notes of village bells are soaring, peaceful in their vesper tune,
As an eery light comes pouring from the rising hunters moon;
Wild above the wooded mountains, weirdly shining on the streams,
Yellow floods from haunted fountains, witches dancing in the beams.

Half-seen sights from outer distance, half-heard sounds from other spheres,
Beat with goblin-born insistence on the spirits eyes and ears.
Thoughts half-thought and yearnings sober, formless as the autumn smoke,
These thy gifts, obscure October, these the symbols of thy yoke.

Mellow-faced, with eyes of faery, wistful clad in tinted leaves,
See the brown October tarry by the golden rows of sheaves;
Oak and acorn in his garland, fruit and wineskin in his hands,
Mystic pilgrim from a far land down the road to farther lands.
Este poema llamado "Octubre" tiene muchas de las resonancias acerca de los sentimientos de Lovecraft acerca del otoño y de Hallowen. Henry Armitage

Henry Armitage

Pienso que hay dos Norteaméricas: La que nos llega a través del cine, la televisión, la comida basura y el imperialismo desbordado de algunos de sus gobernantes... pero hay otros Estados Unidos, menos conocidos, más auténticos, menos tópicos.

H.P. Lovecraft podría representar ese otro país. De hecho, es un escritor muy poco afín a las características tópicas, las más conocidas por todos nosotros. Él se consideraba poco yanqui, ya que se enorgullecía de su estirpe británica; algo bastante común en los Estados Primitivos del Este, los que forman Nueva Inglaterra.

En el poema "Octubre" de H.P. Lovecraft aparece esa otra Norteamérica, que no se vulgariza en ese carnaval grotesco de lo macabro llamado Halloween.

En "Octubre" Lovecraft nos habla de la llegada del otoño, nos habla de las tradicones acerca del año que se va muriendo poco a poco, para luego renacer como el Ave Fénix ...

Henry Armitage

Me ha impactado su poesía Eterno, ya que no es, en absoluto, un poema de circunstancia, simplemente diseñado para el Poemario de Difuntos o para homenajear a nuestra recordada e injustamente olvidada, Gertrudis Gómez de Avellaneda, sino que sus versos son piezas de orfebrería (por su contenido) o piezas de ingeniería lingüística (por su forma).

Nuestra Querida Difunta ha cobrado vida y habla e interactúa con el/los que le han dado vida al recordarla sobre el "mármol frío que la cubre", dándole luz a ella "que descansa entre las sombras".

Piensa que viviré si me recuerdas
Que nunca moriré en tu pensamiento
Esperaré que vengas a mi lado
Entre haces de luz y sentimientos.

Bajo el mármol frío parece esperar y, tras haber roto el maleficio del sueño de la muerte, esta Bella Durmiente despierta por el beso del recuerdo, un beso fatal que atraerá a su salvador, su interlocutor en el poema: "Ansío el momento de tenerte" y, cuando los dos estén juntos bajo el mármol frío... ¿quién se acordará del recordador?

Yo soy parte de ti, y aunque no sepas
De tu vida me nutro y de ella vivo
Hasta que eternamente me acompañes
En vapores de luz, plegaria y humo.

¿Qué ocurrirá cuando el recordador forme parte de la que ha dado vida?

La eternidad no tiene rincones, no tiene relojes... no da cobijo, ya que no hay mármoles y encima no hay rosas, ni olvido, ni aire para respirar.

(*) Groucho Marx en su tumba. (Nota del Autor)

(**)No conozco el equivalente castellano de esa planta. Los celtas de las Islas Británicas se servían de ella para extraer un colorante azul con el cual se pintaban los guerreros, es por eso que las tropas de élite se llamaban Guerreros de Guede/da. (Nota del Autor)

Joseph Curwen

Esta colaboración poética nos cuenta una historia de amor entre vivos y muertos, tema clásico de la Literatura de Terror e incluso del más ancestral relato popular. Ese deseo de volver a ver a seres ya desaparecidos mediante algún tipo de extrañas cocciones de variadas mezclas. En este caso con un final triste y una sentencia clara: Lo que muerto está, que muerto quede. En el poema no hay posibilidad de comunión entre ambos Mundos, ente ambas Esferas. Pero se puede percibir un halo de esperaza futura. Cuando al amante le llegue la hora de la muerte y suenen esas campanas de la iglesia, quizás vaya a buscarlo la amante para acompañarlo al Mundo de lo Eterno donde únicamente l@s que ya han abandonado la vida terrenal tienen acceso, y posiblemente su historia de amor continúe entre velos de vapor y sombra.

Noche de Difuntos 2005

EFEMÉRIDES NEOLOGIAS

Página Principal

Copyright © 2004