Mario
Benedetti, Historia
de Vampiros
Era
un vampiro que sorbía agua por las noches y por las madrugadas
al
mediodía y en la cena.
Era
abstemio de sangre y por eso el bochorno de los otros vampiros y de
las vampiresas.
Contra viento y marea se propuso fundar una bandada de vampiros anónimos.
Hizo camana bajo la menguante bajo la llena y la creciente sus modestas
pancartas proclamaban: Vampiros, beban agua, la sangre trae cáncer.
Es claro lo quirópteros reunidos en su ágora de sombras
opinaron que eso era inaudito.
Aquel loco, aquel alucinado podía convencer a los vampiros
flojos esos que liban boldo tras la sangre.
De modo que una noche con nubes de tormenta cinco vampiros fuertes
sedientos de hematíes plaquetas leucocitos rodearon al chiflado
al insurrecto y acabaron con el y su imprudencia.
Cuando por fin la luna pudo asomarse vio allá abajo el pobre
cuerpo del vampiro anónimo con cinco heridas que manaban formando
un gran charco de agua.
Lo que no pudo ver la luna fue que los cinco ejectores se refugiaban
en un árbol y a su pesar reconocían que aquello no sabia
mal.
Desde esa noche que fue histórica ni los vampiros ni las vampiresas
chupan mas sangre resolvieron por unanimidad pasare al agua.
Como suele ocurrir en estos casos el singular vampiro anónimo
es venerado como un mártir.
Camilo
José Cela
La
muerte llama, uno a uno, a todos los hombres y a las mujeres todas,
sin olvidarse de uno solo - ¡Dios, qué fatal memoria!-,
y los que por ahora vamos librando, saltando de bache en bache como
mariposas o gacelas, jamás llegamos a creer que fuera con nosotros,
algún día, su cruel designio.
Sobre
brujas, recopilado por Iranon de Aira
Es
difícil imaginar una bruja distinta a una vieja vestida de
negro, con nariz aguileña, verrugas en la cara, desdentada,
de largos dedos y puntiagudas uñas, tocada con un sombrero
de pico y montada sobre una escoba. Esos personajes femeninos conocidos
como brujas, que han llegado hasta nuestros días como protagonistas
de cuentos infantiles y echadoras de cartas en simplistas versiones
de una realidad mucho más profunda.
Posiblemente,
la etimología de la palabra "bruja" tenga
mucho que ver con sabiduría, de la misma manera que el término
"wicca" designaba la religión del conocimiento
en un antiguo culto europeo.
Por
otra parte, es habitual interpretar entre algunos antropólogos,
la pervivencia de un sustrato de cultos a Diana y otros dioses de
la naturaleza y la fertilidad, llevados a cabo por sectas de sacerdotisas,
que después devinieron en brujas.
Para
Julio Caro Baroja, hay que distinguir entre dos puntos de vista. Por
un lado, lo que las brujas debían creer de sí mismas:
poder para realizar magia y hechicería, y actos maléficos
o benéficos, bajo la protección de ciertos númenes
como Diana, Hécate, Holda, Bensozia... Por otro lado, lo que
las gentes creyeron de las brujas, especialmente en la Edad Media:
eran personas que realizaban actos maléficos y servían
y adoraban al Diablo.
En
efecto, no puede separarse la realidad de la brujería de la
presencia de un ser sobrenatural central, Demonio, Cernnunos o Diana.
Además, creemos que hay que añadir otros elementos indisociables
que serían el sexo y la naturaleza.
En
todos los procesos inquisitoriales, así como en todas las tradiciones,
se dice o se sospecha que las brujas realizan actos sexuales bien
con el Señor que preside el conventículo, bien entre
ellas mismas y con otros brujos. De aquí algunos deducen la
existencia de un eco de antiguas ceremonias propiciatorias de la fertilidad
de la tierra, los animales y los pueblos. Pero también aquí
puede hallarse una forma de rebeldía contra costumbres sociales
y religiosas establecidas, o una manera de disfrazar determinadas
actitudes morales.
La
fuerza de la naturaleza se manifiesta también en las ceremonias
y las prácticas brujeriles. Las brujas son curanderas y saludadoras,
conocedoras de los efectos de las plantas, y los usan en su propio
beneficio o en el de otras personas. Toman alucinógenos para
escapar de una realidad que no comparten, o quizá creen transportarse
así hasta otros estados de conocimiento. Lo aplican como remedios
naturales para enfermedades de personas y animales. Los vecinos reconocen
así su poder y sus conocimientos superiores, y atribuyen lo
que no comprenden a la magia, igual que podrían atribuirlo
a un milagro. De la misma manera, no dudan en atribuir a ese poder
de la bruja la causa de otros acontecimientos para los que no tienen
explicación: epidemias, fuertes tormentas, incendios y otros
fenómenos naturales.
Las
brujas son también manifestaciones de otros seres fantásticos,
pues se ha utilizado su nombre para denominar aspectos relacionados
con lo mágico o sobrenatural: cosa de brujas, algo embrujado
por encantado, noche de brujas, hora bruja... En muchas leyendas populares,
la palabra bruja puede sustituirse por hada, por ejemplo, y el relato
no sólo no pierde nada, sino que cuadra mucho mejor. Un relato
del Pirineo aragonés trata sobre unas "bruxas" que
habitaban en unos árboles o "carrascas", y que tenían
poderes mágicos y en muchos pueblos de estas montañas
existen bosques denominados de las "bruxas", y lo mismo
sucede con los dólmenes, llamados en ocasiones "Casetas
de bruxas".
Joseph
Curwen
Sobre
las brujas y los brujos: Enfoque científico, tradicional y
festivo del tema
David
Marín, El enigma de los ataúdes de Barbados
A
principios del siglo XIX, en el cementerio de la parroquia de Christ
Church, en Oistin Bay, Bahía de Barbados, un extraño
suceso conmovió a los habitantes de la tranquila isla. los
acontecimientos en que se centra este misterio es la cripta de la
familia Chase, donde pesados ataudes de plomo se movían y cambiaban
de posición de una manera inexplicable.
La
cronología de los hechos nos traslada hasta el año 1807,
cuando la señora Thomasina Goddard fue la primera persona sepultada
en la cripta. Un año después le seguiría la pequeña
María Anna Chase que falleció a los dos años
de edad.
El
6 de Julio de 1812, Dorcas Chase, la hermana mayor también
fue enterrada en el panteón. Esta serie de cortejos fúnebres
fueron comunes y rutinarios hasta que un mes más tarde, en
Agosto de ese mismo año, cuando se procedió a abrir
la gruesa losa del mausoleo familiar para introducir el cuerpo sin
vida de Thomas Chase, observaron estupefactos como los féretros
que reposaban en el interior de la bóveda sellada se encontraban
cambiados de posición. El ataúd de la señora
Thomasina permanecía intacto mientras que los demás
féretros permanecían en el lado opuesto de la cripta.
Pero, ¿cómo habían llegado hasta el otro extremo
del panteón estando la entrada sellada? Al no haber respuesta
convincente a lo ocurrido, culparon a los trabajadores de color del
cementerio, a pesar de que negaron vigorosamente estar relacionados
en aquella macabra profanación.
Los
ataúdes volvieron a su lugar correspondiente y la entrada volvió
a cerrarse herméticamente con una gran losa de mármol
de color azul. La serenidad volvió a reinar en la Bahía
de Oistin Bay, permaneciendo en silencio lo ocurrido en el panteón
de la familia Chase. Pero el 25 de Septiembre de 1816, prácticamente
cuatro años después, cuando los restos de Samuel Brewster
Ames de once meses fueron conducidos hasta la siniestra cripta de
la familia, un nuevo hecho llenó de desconcierto a los habitantes
que asistieron al sepelio. Los ataúdes estaban en el lado opuesto
del panteón. Los trabajadores negros fueron culpados una vez
más, pero en esta ocasión los investigadores que estuvieron
realizando pesquisas en el interior del panteón, no apoyaron
tales afirmaciones. La teoría en la que se basaron para plantear
esta hipótesis fue que, la cripta sólo tenía
una entrada y la enorme losa que cubría el panteón no
mostraba indicios de haber sido manipulada.
Semanas
después volvieron a repetirse las mismas circunstancias en
la cripta. El féretro de Samuel Brewster, padre del pequeño
Samuel, fue traslado al mausoleo de la familia Chase. Los rostros
de los asistentes se volvieron pálidos. Otra vez estaban los
ataúdes reemplazados de su lugar existente. Esta vez la cripta
fue registrada minuciosamente ante la posibilidad de que hubiera entrado
agua desde el exterior y mediante este procedimiento los ataúdes
revestidos de plomo se deslizaran fácilmente de un extremo
hacia otro. Sin embargo, al no hallar rastros de humedad que determinara
la hipótesis planteada, el enigma de los féretros fue
creciendo con mayor notoriedad en los años siguientes ocupando
las portadas de diversos periódicos.
El
17 de Julio de 1819, Thomasina Darke, fue sepultada en la cripta.
Como era evidente se volvió a repetir la misma escena. Los
féretros se habían desplazado a varios metros del lugar
que ocupaban anteriormente. Los ataúdes volvieron a ser acomodados
en su emplazamiento de antaño.
Lord
Combermiere, por aquel entonces gobernador de Barbados, mandó
que se cubriera el suelo de la cripta con una capa de arena blanca
para poder hallar evidencias que determinara el desenlace final al
enigma. La losa de mármol que cubría el orificio de
la entrada, se sujetó con cemento.
Los
habitantes de la Bahía tan solo debían de esperar un
nuevo fallecimiento de uno de los componentes de la familia Chase,
pero la curiosidad fue uno de los factores por lo que no se decidió
esperar otra muerte y el 18 de Abril de 1820 se procedió a
examinar el interior de la bóveda clausurada.
El
cementerio de Christ Church, estaba repleto de asistentes. Todos querían
ser fieles testigos del resultado de las pesquisas efectuadas por
el gobernador. La incertidumbre y el asombro pronto reinó en
el ambiente. La gruesa losa de mármol fue retirada cautelosamente
después de haber sido extraído el cemento. Una maldición
parecía ceñirse sobre el panteón de la familia
Chase.
Los
féretros estaban de nuevo cambiados de posición. Al
no haber huellas impregnadas en la arena blanca no encontraron evidencias
contra ninguna persona que pudiera justificar aquel extraño
suceso. Poco después, el gobernador dictaminó la transferencia
de los féretros a otro cementerio y desde entonces la cripta
a permanecido vacía hasta la fecha.
Dámaso
Alonso, Insomnio
Madrid
es una ciudad de más de un millón de cadáveres
(según las últimas estadísticas).
A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en
el que hace 45 años que me pudro,
y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros,
o fluir blandamente la luz de la luna.
Y paso largas horas gimiendo como el huracán, ladrando como
un perro enfurecido, fluyendo como la leche de la ubre caliente de
una gran vaca amarilla.
Y paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole
por qué se pudre lentamente mi alma,
por qué se pudren más de un millón de cadáveres
en esta ciudad de Madrid,
por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente
en el mundo.
Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día,
las tristes azucenas letales de tus noches?