Con
esta ilustración a toda página, se abre la novela
de H.P. Lovecraft y se incluía la siguiente pregunta:
¿Qué
era ese terror innombrable, que yacía enterrado en los cimientos
de la Abadía y que vivía solamente por la noche?
La
imagen de este ser jorobado y deforme recuerda al clásico
monstruo de Víctor Hugo en la novela Notre Dame de Paris
Yo me fui a dormir a mi cámara de la torre,
con Negrito siempre a mis pies. Al poco caí dormido, pero
espantosos sueños volvieron a asaltarme. Tuve una pesadilla
de una fiesta romana como la de Trimalción en la que pude
ver una abominable monstruosidad en una fuente cubierta. Luego,
volví a ver aquella maldita y recurrente visión del
porquero y su hedionda piara en la tenebrosa gruta. Pero cuando
me desperté ya era de día y en las habitaciones de
abajo no se oían ruidos anormales. Las ratas, ya fuesen reales
o imaginarias, no me habían molestado lo más mínimo,
y Negrito seguía durmiendo plácidamente. Al bajar,
comprobé que en el resto de la casa reinaba una absoluta
quietud.
Fragmento de la novela de H.P. Lovecraft
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