Hank Chinaski es escritor. Crea poemas y relatos que luego envía a revistas literarias, pero éstas siempre rechazan su trabajo. Para pagar las pensiones baratas en que malvive y su adicción al alcohol, acepta trabajos temporales como obrero, portero o taxista, aunque nunca dura demasiado en ellos. Sus motivaciones vitales no pasan por trabajar para tener dinero con el que comprar cosas caras; a él le gusta apostar en el hipódromo, amar apasionadamente a dos mujeres, Jan y Laura, a quienes les gusta tanto la bebida como a él, observar las pequeñas cosas y escribir, siempre escribir. Hank piensa que sólo se puede vivir de verdad si uno está dispuesto a llegar hasta el final, arriesgándolo todo sin saber si te vas a quedar solo y sin nada. Después de que Jan, su gran amor, le abandone por otro hombre, Hank recibe una inesperada llamada de una prestigiosa revista literaria.
Crítica
Puntuación del crítico: 8
Nueva mirada sobre la obra de Charles Bukowski que se encarga ahora de trasladar el director noruego Bent Hamer. A pesar de que no parecen ocurrir grandes cosas en la película (Hank Chinaski encontrando un nuevo trabajo para perderlo al día siguiente) es una obra profunda y con un sentido del humor en ocasiones muy negro, que la interpretación de Matt Dillon se encarga de transmitir (en su forma de hablar, su manera de comportarse, etc). He leido que la primera opción para este personaje era Sean Penn pero me alegro que al final lo interpretara Dillon porque está magistral.
Davis
Ficha de Película enviada por DAVIS el 23 de Mayo de 2006
Lo mejor de la película es Lili Taylor. A mi ni me ha desagradado ni me ha gustado, me ha dado la impresión esa que comentais de que parezca que la película no vaya a ninguna parte ya que todo el rato es Dillon perdiendo un trabajo para coger otro y volver con Taylor y dejarla luego. Por desgracia esta película esta hoy en boca de todos por haber supuesto el último trabajo de la actriz Adrienne Shelly que fue asesinada la semana pasasa. RIP.
Desde luego es una buena película. Sin dudarlo. En algunos momentos desconectas de la trama, y es que, como han dicho más arriba, no hay situaciones que hagan avanzar la historia. Es todo, a primera vista muy convencional. Lo que no es convencional es el personaje de Chinaski, totalmente de vuelta de todo, borracho las 24 horas del día y con un aire de insolencia y pasotismo genial. Dirigido de forma muy sobria por Bent Hamer, este tono le viene perfecto a lo que se narra. Otro punto a su favor son las situaciones surrealistas que se dan: cuando unos de los jefes de Chinaski le pide que vaya a su oficina a conocer a un amigo suyo que también es escritor, lo que ocurre es flipante. La mejor escena, sin duda.