Ryu (Kikuchi) es una joven reservada y solitaria que trabaja durante el día en una lonja de pescado de la ciudad de Tokio y cuya único lazo de unión con la civilación es un anciano (Tanaka) obsesionado con ella y que es el único que sabe que por las noches Ryu tiene otra cara oculta, la de asesina a sueldo. La vida de Ryu cambiará cuando se enamoré de una de sus victimas, un catalán (López) que tiene una tienda de vinos y que acaba de perder a su novia que se ha suicidado, y razón por la cual su suegro (que le culpa) contrata a Ryu para que le asesine.
Crítica
Puntuación del crítico: 7
Pues estamos ante otro de los peculiares films de Coixet, donde de nuevo la soledad y los problemas de comunicación entre las personas son el telón de fondo para narrar una dificil historia de amor, realmente no hay tanta diferencia entre los personaje de Kikuchi y López con las otras parejas que han poblado el universo Coixet, desde el tandem Taylor-MacCarthy de Cosas que nunca te dije, la historia de amor imposible entre Polley y Ruffalo en Mi vida sin mí, las heridas de guerra de Polley y Robbins en La vida secreta de las palabras, o el amor inmortal de Moreno y Núñez en A los que aman, de ahi que para los que estamos abonados al universo Coixet no nos sorprendamos ni tampoco nos decepcionemos ante un film de la simbología de Mapa de los sonidos de Tokio. Es cierto que el film es moroso, quizás demasiado lento, demasiado centrado en ilustrar ese lirismo a la que la realizadora nos tiene tan acostumbrados y que para bien o para mal ya es su marca de fábrica, pero también es cierto que la tristeza que emana del film la hace una rara avis dentro de su própia filmografia, y a esto no son ajenas las tristes escenas sexo que en manos de otro realizador podrían haber caido o bien en la sordidez o bien en un erotismo de mercadillo y que Coixet sabe dotar de una inusitada melancolia. Un film bello, incomprendido, aunque no sea una obra maestra y que merece más respeto del que se le está prodigando. Quizás el único punto negro del film sea Sergi López que no llega a transmitir de verdad lo que su personaje requiere, aunque la gran interpretación de Rinko Kikuchi suple cualquier falta de química que se produce entre ambos.
Joan
Ficha de Película enviada por Logan D. el 1 de Septiembre de 2009
Otra basura pretenciosa de la coixet, que parece haber perdido el rumbo hace ya tiempo -spbre todo por su desastroso sentido de la realización-, con una puesta en escena chapucera, intentando ser nouvelle vague pero quedandose bien lejos. A Sergi Lopez dan ganas de asesinarlo lentamente, y es una pena que no lo acaben matando al final Por no hablar de su autodoblaje que es de lo mas chungo que pueden escuchar unos oidos.