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Estaba casi convencido de que iba a poder lograrlo. La miré a los ojos, quería encontrarle algo malo en su persona. Con todos lo hacía, ¿Porqué con ella no iba a poder? Pasó al lado mío, como siempre, la miré. Conseguí que su mirada se clave en mis ojos rápidamente. Era pura inocencia. Por unos segundos me sentí culpable de ser tan cruel como para querer buscarle algún defecto, siendo que no era ese el sentimiento que escondía. Sus pequeños ojitos marrones estallaban de bondad, y a su vez, de alegría y felicidad. Siempre que la cruzaba me quedaba atónito mirándola, me era imposible no quedar atrapado en su mirada. Si por mi fuese, me quedaría horas y horas observándola. Invitándola a jugar con nuestros traviesos ojos... | ||
Un beso.. espero q les guste |
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