En esta ocasión, el protagonista y el resto del apartado gráfico abandona ese look antológico y apuesta por decorados y diseños con un look más moderno que, aunque tiene su gracia, no queda igual.
Del mismo modo, la paleta de colores usada no luce: en contraposición a los suaves colores de la primera parte, en Sparkster se apostó por colores más vivos y chillones que lucen menos en conjunto.
Con respecto a la jugabilidad, personalmente, los cambios efectuados en esta entrega no me convencieron lo más mínimo, de forma que quedó como un subproducto totalmente comercial que buscaba explotar el éxito de Rocket Knight Adventures.
Como nota final, comentar que esta vez no fue un juego exclusivo para la Sega Mega Drive, sino que debutó en SuperNES, con la inclusión de niveles distintos al de SEGA versión que no se omenta en esta crítica puesto que no llegué a verla ni jugarla.
Ficha de Videojuego enviada por Asterfall el 20 de Enero de 2006