Un cineasta griego, exiliado en los Estados Unidos, regresa a su ciudad natal para iniciar un apasionante viaje. De Albania a Macedonia, de Bucarest a Constanza en Rumanía, por el Danubio hasta Belgrado y por fin a Sarajevo. En su camino se cruza con su propia historia, con el pasado de los Balcanes, con las mujeres que podría amar. Espera recobrar con estas imágenes olvidadas la inocencia de la primera mirada...
Crítica
Puntuación del crítico: 8
Magnífica película de Theo Angelopoulos. Un un recorrido por el viejo continente plagado de metáforas y poesía visual, un fascinante viaje por el pasado a lo largo de casi tres horas de puro cine. La dirección es excelente, de planificación milimétrica y ritmo sosegado. Algunos planos dejan literalmente boquiabierto (como ese en el que Keitel recuerda a su familia durante los años de su infancia) y la música acompaña a la perfección. Antológica interpretación de Harvey Keitel, quien muestra unos registros dramáticos acojonantes. Este es uno de sus trabajos más infravalorados (él de por sí es un actor infravalorado) y hubiera sido lógico que le dieran el premio de interpretación en Cannes (donde la película fue muy aclamada) pero no fue así. A algunos les parecerá una película aburrida ya que su desarrollo es lento, pero yo animo a verla y dejarse llevar por el viaje que propone Angelopoulos. Merece la pena descubrirlo. La última parte, que transcurre en Sarajevo, pone los pelos de punta y el monólogo final de Harvey Keitel es buenísimo. La película está dedicada a Gian María Volonté, fallecido en Grecia a finales de 1994.
Davis
Ficha de Película enviada por DAVIS el 12 de Noviembre de 2005