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Dios salve a la Reina
Cartel de la película
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| Sinopsis | Relato de los sucesos políticos acaecidos tras la muerte de la princesa Diana en su impactante accidente de coche, centrado en las conversaciones entre la Reina Isabel y el Primer Ministro Tony Blair para alcanzar un consenso sobre el límite entre una tragedia privada de la familia real y la enorme demanda pública, por parte de un país conmocionado, para que hubiera un duelo nacional.
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| Crítica | 
Puntuación
del crítico: 9 |
The Queen es simplemente la película más disfrutable que he visto en mucho tiempo. Y eso que El laberinto del fauno, Hijos de los hombres, y sobre todo Infiltrados y La joven del agua me parecen cine en mayúsculas. Pero The Queen es un mundo aparte.
En primer lugar, es una peli rara, cuyo tono suave, equilibrado y aparentemente armónico tiene su contrapunto en un sentido del humor irreverente y malicioso. También me parece muy valiente hacer una película donde los actores interpretan a personajes activos en la actual vida política británica (Que aprendan los perpetradores de GAL).
Y sobre todo, porque trata con inteligencia y minuciosidad uno de los momentos más turbios (para la monarquía, para el gobierno) de la Inglaterra de los últimos diez años.
Es una peli muy elegante, es sugerente, es reposada y vistosa. Realmente, resulta difícil sacarle fallos a una película tan bien dirigida y maravillosamente escrita, con un guión que analiza profundamente, sin vulgaridades ni maniqueísmos (y con mucha, mucha mala baba) los días de confusión que siguieron a la muerte de Lady Di.
Y sobre todo, está la Reina Isabel, que me hace pensar en El Gatopardo de Visconti. La indagación psicológica y emocional en su personaje no tiene precio: esa mujer que ve peligrar la obsoleta institución a la que se ha visto obligada a servir desde niña. Qué gran personaje, que llena con su presencia cada plano. Uno acaba encariñándose, comprendiendo a esa mujer íntegra, que no concede más de lo que piensa oportuno, que nunca pierde su dignidad.
Y qué decir de Helen Mirren. Es Isabel II, así, a secas. Aparte de que se parece mogollón a la verdadera Queen of England, le da a su personaje una complejidad de matices, una profundidad (en cada mirada, en cada sonrisa, en cada lágrima) impagable. Pero vamos, que esta mujer es una actriz de primerísima clase no es ninguna novedad. Basta verla en Gosford Park (peli que, por cierto, me aburre bastante), En el nombre del hijo, Elisabeth I, la mediocre Secuestrando a Mrs Tingle o incluso en aquélla rarísima peli de Greenaway cuyo nombre no recuerdo ni quiero recordar.
El resto de los actores, en general, están muy bien en sus papeles (Michael Sheen es un puñetero clon de Tony Blair).
En conclusión, una película que destila calculada elegancia e inteligencia en cada plano, divertida, cáustica, con mala leche de esa que siempre agradece uno. La disección de la monarquía británica es muy poco piadosa, con sarcasmo del bueno y fina ironía.
Verdaderamente, roza la perfección. Bravo por Frears.
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Waster | | |
Ficha de Película enviada por Waster el 11 de Noviembre de 2006 |
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