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"Cuando llegue la medianoche, vuestra sangre correrá por la piedra en espiral. Entonces la Bruja estará satisfecha".
Era una noche de calor seco, los gritos de los aldeanos se oían a medida que se aproximaban al cementerio, mientras una fila serpenteante de antorchas, guadañas y palos era portada por las encallecidas manos de la plebe. Todo estaba perdido.
Y dirigiéndoles hacia el cementerio antiguo, allí donde nadie se había preocupado de escribir los nombres de los espíritus de los muertos salvo ella, allí donde los glifos aún chorreaban la sangre que los había consagrado a la Bruja, un hombre rechoncho y bobalicón, que podría comer en una tarde lo que alimentaría a cualquiera de los que iban detras de él durante meses.
Pero ese hombre tenía Fe, Fe en alguien que no era la Bruja, y eso era algo a lo que ella no estaba dispuesta a doblegarse.
Sus compañeros habían caído, uno a uno, solo quedaba ella.
Cubierta de sangre, esperaba.
Esta extraña línea de sangre de los Gangrel fue exterminada en teoría por los vástagos europeos y la Inquisición hacia el S. XIV. Solitarios y taciturnos, los Lhiannan adoptaban la figura del vampiro más entregado a sus instintos, realizando prácticas rituales espiritistas, magia y complicados glifos y pictogramas para marcar las líneas de poder de sus refugios, lo que de hecho les aleja de los Gangrel.
Tenían una estructura matriarcal, que desdeñaba el mito de Caín para situar su origen en la Bruja (con toda seguridad, Lilith), enigmática mujer que los creo con gotas de su propia sangre.
En principio habitaban en los pueblos eslavos y celtas, la mayoría de las veces erigiéndose en sangrientos dioses de algún culto local. Penetraban en las aldeas y pueblos apartados y convertían en ghouls a los ciudadanos clave para así disponer de un rebaño, aprovechándose de la superstición de los aldeanos. Lejos de actuar desde las sombras, los Lhiannan representaban los temores más profundos en duendes y brujas de los pueblos germánicos, y lo hacían a conciencia, de forma que cuando la Iglesia Romana se comenzó a extender por el norte de Europa, los cainitas que la controlaban vieron la amenaza y no tuvieron problemas en identificarles debido a la especial naturaleza mística de los Lhiannan. Pronto les señalaron con el dedo y la Inquisición se desplegó para acabar con ellos.
Eran poderosos individualmente, pero no supieron organizar sus sabaths y hacer un frente comun, por lo que fueron barridos por el rodillo de la Iglesia Romana. Además, su afición por arrebatar nodos de poder y túmulos a los Lupinos y las Hadas los convertían en vastagos sin aliados a los que recurrir ante una invasion así.
En principio todos los Lhiannan fueron exterminados, pero se sabe que en el Norte de Suecia y Noruega aun subsisten pequeños cultos ancestrales que se niegan a aceptar la fe cristiana impuesta, e intentan recuperar los tradicionales ritos y las practicas de la antigüedad pagana, utilizando algunos incluso el Black Metal para la expresión de sus convicciones. Quizá aún quede algun sabbath alimentando esas creencias que los vastagos "civilizados" quieren ver destruidas.
Apodos:
Druidas.
Apariencia:
Cuando se deben infiltrar entre la sociedad, suelen intentar confundirse entre sus habitantes. En sus ceremonias privadas, visten túnicas negras y se adornan con calaveras, collares de hueso y objetos rituales.
Refugio:
Intentan situarse junto a pequeñas aldeas o pueblos que practiquen costumbres paganas, sobre todo célticas, e intentar controlarlas. Si se ven obligados, pueden residir en áreas urbanas, pero siempre en las afueras de las ciudades.
Trasfondo:
La mayoría de los miembros de esta línea de sangre son mujeres, pero no es raro ver hombres. Los candidatos al Abrazo son escogidos entre aquellos que siguen las viejas costumbres paganas.
Personaje:
No hay un criterio claro y cualquier genero de Atributos puede ser primario. En las habilidades, debido a su estilo de vida, poseen altos valores en características como Supervivencia y Trato con Animales. Como Trasfondos, suelen tener criados y rebaño (si se establecen como líder de algún culto local).
Disciplinas:
Animalismo, Presencia y Ogham.
Debilidades:
Su creencia en la Bruja es sólida y les confiere una base de creencias místicas poderosas para retener (o no) su humanidad, pero por ello la sangre de la Bruja corre por sus venas. Se resta dos a todas las dificultades para intentar percibir su naturaleza por medio de la Visión del Aura, Detección de la Bestia, Númenes de Fe... además de sumar dos a todas las dificultades de tiradas de resistencia contra magia o actos relacionados con la Fe, no necesariamente cristiana.
Organización:
Los Lhiannan se suelen agrupar en torno a grupos conocidos como sabbaths, donde el más poderoso ostenta el liderazgo. Los sabbaths están en constante guerra entre ellos y contra otros para intentar arrebatarse todo tipos de lugares de poder (túmulos, nodos...). Son extremadamente celosos y territoriales, y los miembros de un sabbath suelen tener todos una ascendencia común, aunque también son aceptados otros miembros. Si un sabbath arrebata el control sobre un lugar mágico a otro, el sabbath del perdedor pasa a formar parte del sabbath vencedor. Los sabbaths suelen poseer un pequeño rebaño que comparten todos sus miembros.
Recopilado por:
Juan A. Estany ~tNs~ : jestany@mixmail.com