Finalizada la Guerra de Secesión, los miembros del Gun Club buscan una aplicación a su gran pasión: la artillería y deciden enviar un proyectil a la luna
Encabezados por su presidente, Impey Barbicane, los miembros de este club, en paro forzoso tras el termino de la Guerra de Secesión, idean el plan de construir el mayor cañón jamás fundido. El objetivo es claro, utilizar la Luna como blanco del monstruoso ingenio y ganar la gloria para los padres del invento.
Las dificultades y objeciones son resueltas y soslayadas con menor o mayor éxito, los cálculos efectuados y comprobados hasta el enésimo decimal, la ubicación del cañón estudiada concienzudamente (y hasta discutida políticamente) y el proyecto, con la ayuda de la entusiasta aportación popular, se pone en marcha para tener cañón y proyectil preparados en el tiempo previsto.
Pero Michael Ardan, un entusiasta aventurero francés, llega al centro de operaciones en Tampa con una idea que encantará a Barbicane y al animoso secretario del Gun Club. J. T. Maston. Ardan propondrá sustituir el proyectil esférico original por otro, hueco y troncocónico, con la intención de partir en el hacia la Luna.
Crítica
Puntuación del crítico: 7
Este es uno de los clásicos entre los clásicos de la obra de Verne. Tiene el honor de haber inspirado el primer largometraje serio de ciencia-ficción y ser una de las obras que se citan para calificar a Julio Verne como precursor del género.
A pesar de que la prosa de Verne ha quedado bastante desfasada (ciertas composiciones o expresiones presentan un carácter añejo), es una lectura de lo más entretenida
Ficha de Libro enviada por Asterfall el 30 de Diciembre de 2005
Interesante relato que pone de manfiiesto lo que ya sabiamos, que Verne era un visionario (si acerto hasta en el estado desde que se lanzan las expediciones espaciales). Por lo demas una entretenida obra donde creo apreciar cierta critica a los norteamericanos y la soberbia humana, con ese Gun Club que es como la Asociacion del Rifle pero a lo bestia, con ideas tan disparatadas como lamentarse por el final de la guerra; de echo, ante la falta de "accion" es cuando proponen el lanzamiento a la luna. Sin embargo hoy dia, claramente desfasada no deja de provocar risa, en especial en lo relacionado con lanzar una expedición al satelite.