Cuarta entrega de la orca más famosa
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Sinopsis | La joven Kirra (Bindi Irwin) deja su hogar en Australia para pasar el verano con su abuelo (Beau Bridges) en Sudáfrica. Pronto descubre una orca bebé varada en una laguna cercana al descuidado parque de diversiones de su abuelo que se encuentra junto al mar. Kirra llama a este nuevo amigo Willy; y se embarca en una gran búsqueda para reunir a la orca con su manada antes de que el ambicioso rival de su abuelo transforme a Willy en una lucrativa atracción para su parque temático.
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Crítica | Puntuación del crítico: 5 | Directa al mercado del DVD y se nota. Una película más infantil que las anteriores, la protagonista es una niña, Bindi Irwin, que se va a vivir a África porque su padre está en el hospital, y no se le ocurre otra cosa que enviársela a su abuelo en África, pero para la joven protagonista lo que en un principio iba a ser una estancia de pesadilla terminaría siendo su gran aventura. Una vez allí, en el parque de atracciones de su tío, una orca queda aislada de su grupo tras una fuerte tormenta (es la mejor escena de la película), y queda estancada en la piscina del parque. El parque de atracciones no iba demasiado bien, una competencia más poderosa en la isla les quitaba visitantes, pero una oportunidad de tener una orca podría ser muy beneficiosa para el parque, pero Irwin no está de acuerdo.
En 1993 se estrenó “Liberad a Willy”, una película familiar que se convirtió en un éxito instantáneo, creando una secuela en 1995 que para mi gusto es superior a la anterior, aunque no gozo de tanto éxito en taquilla, pero si lo suficiente como para crear en 1997 un tercera entrega, la cual pasó casi inadvertida por los cines.
14 años después de la última película nos llega esta cuarta entrega en la que ya no sale la orca original, reconocible por tener la aleta doblada hacia la izquierda, además de que creo que la orca se murió ya en el 2003; Willy, descansa en paz. Aquí tenemos una nueva orca, a la que Irwin, como no, se le ocurre llamarle Willy. Al contrario que en las tres primeras, las orcas están hechas por ordenador, y en las escenas que interactúa con la niña algunas veces se nota que es un muñeco animatronico, pero también hay escenas con orcas verdaderas, pero ni mucho menos tan sorprendentes como en la trilogía original, sobre todo la segunda, la más espectacular.
Los actores están bien, Bindi Irwin cae simpática, y no hay nada más adorable que ver a Beau Bridges bañarse todos los días en la playa con un pingüino.
Una secuela que se deja ver si no tienes nada mejor que hacer una tarde de verano.
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Elvira | |
Ficha de Película enviada por Chica_Glitter el 5 de Junio de 2011 |
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