La habitacion era pequeña, posiblemente un motel. Fuera, la negra noche era caliente, pejagosa como suele ser en verano antes de llover. Dentro, la luz era demasiado debil para alumbrar el resto de la habitacion, y la bombilla, seguramente no bien apretada, se encendia y apagaba arbitrariamente. De pronto, el hombre abrio los ojos, y subitamente se tiró de la cama y gateó de espaldas hasta la pequeña cocina. No reconocia la habitacion. No se reconocia a si mismo, maldita sea. Una vez se calmó, se levantó y se dirigió al espejo. Por el camino, tropezó y cayó al suelo. Una extraña jeringuilla se encontraba delante suya. Se quedó mirandola sin comprender hasta que se limpió la sangre de su frente. Sangre, por el amor de dios. ¿donde demonios de habia hecho eso? De pronto, la puerta crujió con el embiste de algo, o alguien, bastante grande. Otro golpe seco, otro crujido, y la puerta seguia combándose. Levantandose rapidamente, el hombre recorrió frenéticamente la habitación con la mirada. Otro crujido, y astillas empezaron a volar. Dirijiendose al armario, el hombre lo abrió, y cojió la gabardina. Mirando de nuevo a su alrededor, el extraño corrio hacia la ventana, y, sin parar, le pego una patada. Mierda, gritó. un pequeño trozo se le habia clavado. De pronto, los golpes en la puerta se hicieron mas ritmicos, hasta que la cerradura no aguanto y la puerta se abrió de par en par. Rapidamente, pero sin correr, dos hombres entraron y registraron la habitacion, buscando por el. Eran extraordinariamente palidos, altos y delgados. Iban vestidos iguales, de negro, con gabardinas cerradas y uno con un sombrero de bombin, y el otro con un sombrero de ala ancha.. -el sujeto no esta aqui, mister hand. -me he dado cuenta, mister eye. pero sospecho que se encuentra cerca. Mientras decia esas palabras, el mas bajo corrio hasta la ventana y se asomó. Una escalera de esas de incendios bajaba hasta el negro callejon de abajo. -informe a los demas, mister eye. Ya le encontraremos. ¿el doctor no tuvo tiempo de injectarle, supongo? -al parecer se despertó durante el proceso, mr hand. -es de suponer que no sabe quien es. -vamonos, contestó mr eye. Fuera, el hombre se quedó quieto. En vez de haber bajado por la escalera, habia subido un piso, y se encontraba tumbado, tratando de no hacer ningun ruido. ¿Quienes demonios eran esos tipos?¿quien era el? ¿donde estaba? estas y otras preguntas circulaban por su mente. Miró el reloj que llevaba en la muñeca. La 1 de la mañana. Aunque no sabia la respuesta a estas preguntas, sospechó que pronto lo averiguaría, y no estaba seguro de que la respuesta le fuese a gustar.
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