Vuelvo a pasear por la jaula. voy de la pared cubierta de suciedad a la verja de acero. El suelo cruje cubierto de paja bajo mis dedos. Oigo la puerta y un grito agudo, aterrado. Justo despues todos nos ponemos a gritar con desconsuelo.
¿Por que tratamos de llamar su atención de esta estupida manera? Todos sabemos que puede ocurrir. hemos visto muchos, al menos un par de veces cada día, como otro compañero era trasladado. Trasladado a la habitación. Y cada vez que sucede, con mimetismo estupido gritamos, nos arratramos y gimoteamos, tratando de conseguir clemencia.
Se vuelve a abrir la puerta.... ¡¿Voces de niños?! ¡Niños! ¡Una adopción! ¡Uno de nosotros se ha salvado! Ojala sea yo. Ojala quieran llevarme a su casa. Ojala quieran un fiel guardían que los proteja, que vigile la casa, juegue con los niños... en lugar de ese pequeño de mirada perdida y expresión inocente.
¡¿Viene a mi jaula?! ¡SI! Me levanto, muevo la cola, contento de la atención, acerco el hocico a los barrotes de la verja, le hago monerías al niño, suelen ser los más volubles.
- Papá, ¿Y este perro? - mirada esperanzada - No.... papi.... a mi me gusta el pequeñito de esta otra. Así podríamos enseñarle. Este es muy viejo y no aprendera nada. - mmmmm. Lo siento, Dani. Nos llevaremos al pequeño. Sera más fácil convencer a mamá si ve que es pequeño. Venga, Alicia coge la correa.
¡NO! me vuelvo a tumbar en el suelo sumido en la desesperación. La tristeza es abrumadora....nadie quiere mi compañia....¿Como? ¿Por que?
Se vuelve a abrir la puerta..... Una mujer viene hacía a mi... me esta sacando de la jaula.... ¿Me llevara a su casa?.. Por fin un hogar..... un momento, esta no es la puerta de salida..... (el olor) .....me conduce hacía... (aullidos y gimoteos) ¡NO! .... lucho y me retuerzo con fiereza (gruño y estiro con todas mis fuerzas) .... ¡¡¡No quiero entrar!!! ¡¡¡No quiero ir!!! ¡¡¡No quiero escuchar su voz tranquilizandome!!!!
¡Como puede hablarme y rascarme la cabeza con cariño y ternura, cuando me conduce... hasta... allí!!! (miedo, terror)
Dos hombres, por la fuerza, me tumban en una camilla. Coceo y pataleo. Un pinchazo en mi espalda. Un liquido caliente corre por mi columna.
No siento las piernas traseras. Las tengo dormidas.
No siento los brazos. Tambien estan adormecidos.
Siento algo caliente entrar en mi corazón. Y mi vista, se nubla.
Un olor conocido inunda mis fosas nasales, un olor que no había sentido en años, el de mi madre. El rostro de la mujer que me sostiene la cabeza con cariño se enturbia y desaparece ante mi neblinosa vista, parpadeo, cuando vuelvo a abrir los ojos su rostro se ha fundido en las facciones de mi madre, su humedo hocido, sus brillantes ojos negros...... lentamente, casi sin darme cuenta me hundo en el profundo abismo de sus calidos ojos.
Vuelvo a abrir los ojos. Y, un prado verde y luminoso se extiende ante mi visión, una pequeña charca de agua limpia donde se ven pececitos saltando, blancos conejos que saltan de un lado a otro entre mordisquito y mordisquito a la hierba..... algo en mi cuerpo tambien ha cambiado, mis manos son más anchas y torpes, mis brazos más cortos, mi forma en general es más pequeña.... ¡Vuelvo a ser un cachorro!
A mi derecha, esta mi madre.... me olisquea con insistencia, me limpia el lomo, el lugar donde en un recuerdo lejano (y que casi parece un sueño) alguien me clavo una inyección, con apasionados, cálidos lametazos. Me mira a los ojos y sale corriendo en dirección a la charca. Delante de mi, se detiene. Me ladra feliz. Yo euforico la sigo dando bandazos y pequeños botes.
En cuanto salgo corriendo con mis nuevamente torpes patas, la jaula sucia de acerados barrotes, la inyección de caliente pentobarbital sódico, los lastimosos gemidos de los demás perros, los humanos..... todo queda olvidado en lo profundo de mi mente, distante... sin importacia alguna para el aqui y el ahora.
En mi mente lo unico que ahora importa es jugar, correr y saltar en ese hermoso y reluciente prado. Un mundo lleno de color, aire e ilusión se abre ante mi, ya he dejado atras el sufrimiento.
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