Los X-men, superhéroes mutantes que protegen a una humanidad que les odian y les temen. Una frase típica que ha acompañado todos estos años a los X-men, siempre enfrentándose a villanos, entrenándose en la sala del peligro, no parecían tener descanso alguno porque allá adonde ivan, un peligro les acontecía. Han explorado la galaxia, el profesor ha tenido relaciones con una emperatriz, han tenido problemas con el tiempo, yendo del presente al futuro y vicerversa. Estos superhéroes han tenido tantas aventuras que, aparentemente, poco tenían que contarnos ya para sorprendernos. Hasta que llega Morrison.
Esta saga es todo un resumen de lo que Morrison ha hecho en toda la serie, ocurren cosas que jamás han ocurrido en la mansión y por primera vez en mucho tiempo nos sorprenden como nunca. Desde que llegó Morrison, la mansión ha cambiado, ahora hay tantos estudiantes como en un instituto normal. Los que ejercen como profesores son la patrulla-x, y el profesor instruye a los alumnos, les cuenta sus creencias, como había hecho siempre con sus alumnos, hasta con el mismísimo Lobezno. Morrison nos plantea una situación que jamás se le había ocurrido a nadie antes. ¿Qué pasaría si uno de los alumnos no compartiera las opiniones de Xavier? Esta es la premisa de la saga, y lo mejor de todo es que, por primera vez, los x-men no son los protagonistas, sino los alumnos creados por el equipo Morrison/Quitely. Personajes que se hacen reales cuanto mas los lees, personajes tan bien hechos y tan diversos como el Pico, Angel y las cuclillas, muy buenos y a tener en cuenta. Tenemos situaciones impresionantes y a la vez creíbles a lo largo y ancho de la saga, situaciones incluso normales de los adolescentes. Comportamientos realistas y problemas como las drogas se ven reflejados en esta saga. Por otra parte, empezamos a ver a Xorn un tanto misterioso y aparentemente peligroso. Todo comienza cuando un estudiante, Quentin Quire, no está de acuerdo con las enseñanzas de Xavier, y habiendo visto un recorte de periódico (que apareció por primera vez en los números de Lee y Kirby, escrito por Boliver Trask, creador de los Centinelas) donde se lee que los mutantes acabarán esclavizando a la humanidad, él se lo toma en serio y forma un grupo para acabar con la enseñanza de Xavier, que la considera incorrecta. Si tenemos en cuenta que este grupo se toma una droga para aumentar sus poderes, que a la vez los vuelve más eufóricos, la acción está servida. No hay nada que no pueda ocurrir. Tanto es así, que el final es de esos que hacen historia, que te dejan con intriga y muchas ganas de leer el siguiente número. Por otro lado, Quitely nos sorprende aguantando en toda la saga, la dibuja entera (excepto el prólogo), todo un mérito para el dibujante regular que es superado por su "sustituto" en entregas mensuales. En esta saga, se "sale", así lo digo. Da rienda suelta a lo que mejor sabe hacer, no concibo esta saga sin él dibujándola. Es un dibujo limpio, expresivo, muy potente, muy detallista y la narración es absolutamente perfecta, algunas escenas son impresionantes, sabe hacer de todo, desde una tranquila conversación en el despacho de Xavier, hasta un impresionante ataque que las cuclillas ejercen contra Quire, en uno de los momentos más emocionantes de la saga.
En definitiva, una de las mejores sagas que jamás hayas visto en X-men y un ejemplo de imaginación, novedad y buen hacer por parte de este impresionante equipo narrativo. Realmente los echaré de menos.
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