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Portada del Calderilla (El Tebeo Que Se Pilla) nº1 | |
Recerca, tras su humilde periplo matrimonial con Alecta, ha decidido que lo más astuto para lograr el éxito y convertirse en Panini en lugar de Panini es lanzar una revista de tebeos, yendo así un paso más allá de los conceptos ya afianzados con Doll-Men y Trauma por sendas editoriales rivales, cuyo nombre omitiremos con la esperanza de que esta misma reseña pueda ser publicada en la misma Calderilla sin problemas, pero que son por todos conocidas por ser paradigmas de La Periodicidad y Los Superhéroes, respectivamente.
Calderilla nace, como su mismo subtítulo nos lo recuerda, siendo una revista de tebeos. Y, efectivamente, hay tebeos entre sus treinta y seis páginas, amenizados, eso sí, con ciertos artículos pensados para relajar nuestro intelecto entre degustación y degustación de viñetas.
(¿Es Vd. de los que creen que los artículos no hacen sino entorpecer la lectura de una revista? Olvídelo, sin duda ha crecido ojeando el Play Boy, lo que le ha marcado de por vida.Diablos, dése una oportunidad al menos para aumentar su conocimiento teórico sobre los cómics y siga leyendo)
El director editorial de Calderilla, Xavier Morell, conocedor profundo de lo que desea el lector, selecciona de entre una miriada de contenidos posibles la nunca bien ponderada autopropaganda como hilo conductor de la revista. Genio bajado de los cielos para iluminarnos, nos presenta un índice en el que, en orden de lectura, aparecen: la sempiterna e imprescindible Editorial de toda revista de tebeos que se precie (tres páginas), donde se nos habla de las futuras publicaciones de Recerca; un artículo sobre Supreme, cómic conocido por todos por sus ausencias guadianescas (cuatro páginas); un tebeo inédito de Peculia, presentación del álbum que se editará próximamente (seis páginas); una breve introducción (una página) sobre Richard Sala, incisivamente incidida por una nota sobre Roberta Gregory que imagino se cayó de la Editorial por un despiste, o quizás por los gnomos; otro tebeo: The Devil’s Footprints, cuyo intraducible título se nos muestra tal cual para que sepamos que es de los buenos (ocho páginas), acompañado por una breve introducción (una página) en la que echamos de menos alguna mención al Putón de la Gregory; una entrevista a Mike Allred donde, sobre todo, nadie le pregunta por su corte de pelo (cuatro páginas); un avance (léase: autobombo) de Hazeros Inoxidables, tebeo también publicado por Recerca (dos páginas);cerrando la revista una serie de reseñas relámpago (Doll-Men TM) de las futuras (o presentes) novedades de la editorial (tres páginas)...
Calderilla: El tebeo que se pilla, se nos presenta pues, tras mera y negligente observación, como una revista de tebeos que contiene la nada despreciable cifra de quince páginas de cómic sobre las treinta y dos posibles. Es decir, que aun cuando parecía que Morell daba UN salto al vacío devolviéndonos (título en mano) a los añorados años ochenta, cuando las revistas de tebeos pululaban sonrientes por el páramo intelectual patrio, en realidad da DOS, reinventando una forma de publicar tebeos en las que (la sombra de Raimon es alargada, pero la de Morell demuestra serlo más), por cada página con viñetas tenemos al menos otra de loa y esplendor...
Recerca, en resumen, ha creado sin pretenderlo un nuevo concepto en materia de editar tebeos: las Revistas NO&DO. Desde aquí, tribuna imparcial, parca en adjetivaciones y vacaciones estivales, no puedo sino apoyar esta iniciativa sin duda revolucionaria, a la que auguro un próspero y complaciente devenir económico y artístico, que vendrá a buen seguro seguido por imitadores de diverso pelaje... Yo sólo quisiera pedirles algo: que dentro de algunos años, cuando cada editorial, por pequeña que sea, tenga una Revista NO&DO, recuerden quiénes fueron los primeros, quiénes arriesgaron más que nadie y quiénes los más guapos y los más listos.
Plasplasplas.
PS: ¿El dinero? ¡El dinero es lo de menos cuando se trata de empezar una revolución!
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