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Guión: Tom DeFalco / Dibujo: Ron Frenz / Tinta: Sal Buscema
*Aviso: Puede contener Spoilers*
Desde que descubriera la identidad secreta de Spider-Man, Norman Osborn, el Duende Verde se convirtió en uno de los villanos más importantes del trepamuros. Incluso una vez muerto, su legado de maldad se seguía extendiendo, lo que le hacia más temible. Y una muestra de ello se puede ver en este número.
A lo largo de la serie la relación entre los Osborn y los Parker ha cambiado radicalmente, llegando al punto en el que May y Normie se han convertido en buenos amigos, como en el pasado lo fueron sus padres. Algo que no le gustaría nada a Norman. Y ese es el origen de la hsitoria que se cuenta en este número.
Hay que retroceder unos años, a la serie limitada "Revenge of the Green Goblin", para orientarnos un poco. Después de recuperarse de la locura que le habia sido otorgada en la Unión de los Cinco, Norman decide crear una secta, totalmente apartada de los Scrier, llamada la Orden el Duende. Un elemento olvidado actualmente, pero que Tom DeFalco rescata en esta serie (en la cual, como curiosidad, trabajaron en la parte gráfica tanto Ron Frenz como Pat Olliffe) para intentar atraer de nuevo a Normie hacia el legado familiar. Y lo hace de una manera un poco abrupta, ya que en pocos número presento a Elan, hija de un importante criminal europeo que embauco a Normie y con el que rápidamente se comprometió. Pero todo era un plan secreto de la Orden del Duende, a la que el padre de Elan y ella pertenecen, y donde pretenden convertir de nuevo a Normie en el Duende Verde, a base de la antigua formula del Duende. Y están a punto de conseguirlo, pero finalmente Spider-Girl hace acto de presencia, vence a Elan y salva a Normie, aunque no impide que éste caiga al tanque que contiene la formula del Duende.
Lo más destacable del número, sin lugar a dudas, es la caracterización de Normie, el cual ha logrado convertirse en alguien importante dentro de la serie sin tener que vestirse con mallas moradas y verdes, algo que parecía muy difícil. El punto negativo se lo lleva Elan y su relación con Normie, demasiada forzada, como ya he comentado más arriba. Por no hablar de su diseño, que seguramente hubiera podido ser mejor.
Tampoco nos podemos olvidar de una de las características de la serie, como son las sub-tramas. En este número tenemos lo que podría ser el epílogo a la saga de Tarántula Negra, narrada en los números anteriores. Una vez en disposición policial, Tarántula habla con Spider-Girl y le dice que su estancia en ella es temporal, pero May no le da mucha importancia. Al final del número, Tarántula vuelve a llamar a Spider-Girl, pero esta vez desde un barco. Quizá algo típico, pero no podía estar mucho tiempo en la cárcel el mejor villano que ha pasado por la serie.
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