[b]De esas noches que estás cansada de tanto espíritu de sacrificio, de tanta clara blanqueada, de tanto prestigio público cuando escondes las más depravadas intenciones, de tantas cosas que ocultas......
Esa noche que dejas a un lado lo que todos llaman tener un comportamiento decente y noble y te das cuenta de que no sirve para nada. Que la vida está ofreciendo sólo muerte y caos, guerras y odios....
Esa noche que decides no ser un ángel, un salvador de lo que se ha llamado el bien y decides entregarte al otro lado..... el lado oscuro.
Esa noche que te desvistes de esos ropajes que sólo son imagen de falsedad y pones la marcha para adentrarte en el mundo del subsuelo, de las tinieblas, del centro de la tierra, del fuego.
Esa noche te clamé, te llamé, te convidé a que fueras parte de mi vida.. y esa llamada tuvo respuesta.
Esa noche el ángel negro, el desposeído de todo porque no quiso ser borrego de nadie, el que no puede ver la luz porque él era la luz, el maldito por decir la verdad, el exiliado por no seguir un senda predeterminada.... acepto mi invitación.
Esa noche una nube de viento frío y de polvo gris ligero como la seda invadió mi dormitorio y unos ojos de fuego aparecieron en medio de la nada. Una mano blanquecina se acercó a mí y me invitó a seguirle...
Esa noche salí por la ventana, volé sin alas, crucé mares y oceános del brazo del príncipe de las tinieblas...
Esa noche fui la reina de un castillo perdido en altas montañas, con la luna de testigo, con candelabros de negras velas iluminando al angel caido. Sus enorme ojos antes de fuego, se volvieron ópalos inmensos llenos de calidez...
Esa noche bailamos al son de valses cuyo sonido salía de rincones desconocidos interpretados por invisibles violines. Dimos miles de vueltas a la enorme sala cuyas cortinas de terciopelo rojo volaban llevadas por los vientos de la libertad. Y nos miramos: mirada de complicidad, de fraternidad, de amistad, de deseos, de anhelos...
Esa noche culminé mi sueño de saber que el amor por el negro de las sabanas satinadas era sexo sin fronteras, sin temor a que ajenas pócimas inventadas por el ser imperfecto que es el hombre pudieran envenenar mi cuerpo. Esa noche me dejé llenar del mal, pero del mal en estado puro. Y que sensación más hermosa es saber que el mal te desea y que hermoso es desear al mal.
Esa noche comprendí que damos adjetivos equivocados porque el hombre siempre se equivoca.... esa noche vi la verdad en su más pleno estado.... esa noche me dejé llevar por espiritus ambiguos pero con la seguridad de que nunca me darían la espalda, serían amigos hasta la eternidad, no mentirían, no harían más guerras, porque su guerra hacía mucho que había terminado, no tendrían envidia porque la envidia es de espíritus imperfectos, no renegarían de lo que eran, porque eran lo que eran voluntariamente.......
Esa noche BAILE CON EL DIABLO A LA LUZ DE LA LUNA.
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