Aunque el arte no suele traer Denominación de Origen, hay ocasiones donde el “tocado” por la inspiración no puede evitar reflejar en su obra el carácter del pueblo al que pertenece. Esto no es bueno ni malo para la creación en sí y ni quita ni pone originalidad al resultado.
Así, “El Quiosco de la Utopía”, dentro de la colección “La Peor Banda del mundo”, de José Carlos Fernández, referencia obligada del comic moderno portugués, traduce al lenguaje del tbo una saudade muy especial.
Desde el amarillento papel de sus páginas, pasando por los colores envejecidos de sus dibujos hasta las expresiones de sus protagonistas (mírese atentamente a los ojos de los hombre y mujeres que pueblan sus viñetas) dejan ese regusto maravilloso de una melancolía que sólo los portugueses saben vivir y reflejar.
Pero no queda ahí la cosa. El argumento central que da nombre a la colección tiene como protagonista una banda de música muy peculiar: sin perderse ni un ensayo desde hace 29 años (de tres horas de duración), nunca han conseguido tocar la misma melodía y sólo se dan cuenta de que cada uno interpreta una partitura diferente al final de la jornada…. Cito: “La peor Banda del mundo es el resultado de una inaudita ineptitud unida a una completa falta de sentido musical…”
Sus componente, nombres, ocupaciones e incluso físico dan una idea de lo que va a ser el tbo: Sebtastina Zorn, saxofonista, líder de la banda y troquelador de sellos; Idálo Alzherimer, teclista y comprobador meteorológico; Ignacio Kagel, contrabajo e Inspector Municipal de Mecheros y Anatolek Kopek, Batería, criptógrafo de segunda clase….. Tras un capítulo de presentación, se desarrolla una historia calidoscópica (eso sí, siempre en colores ocres y ambientada en el mente del lector por un fado que interpreta un tocadiscos del siglo pasado) de dos páginas de extensión cada una. En algunos, los personajes son nuevos y en otros son los ya conocidos de la banda, pero esto no es ningún problema para entrar en el mágico mundo de Fernández. El conseguir que tanto fragmentadamente como de corrida, la lectura de la historia tenga el mismo sentido y cause las mismas sensaciones es una de las genialidades de Fernández…
Algunos capítulos son realmente sobresalientes (incluso pueden llegar a asustar por lo absurdamente reales que son…..). Uno de ellos se titula “El Coleccionista de coincidencias”. ¿Quién no se ha parado en la calle a observar lo curiosa que es la naturaleza humana cuando no se da cuenta de que se le mira? Otro es “La Persistencia de los sueños”. ¿Qué no daría alguien alguna vez por meterse en los sueños de la persona a la que ama y a la que intenta entender? En el capítulo “El Declive del hábito de la lectura”, a los amantes de Jorge Luis Borges les da un salto el corazón al encontrárselo dibujado en una viñeta, hablando y pensando como realmente fue (o así lo cree los lectores ávidos de sus letras…).
José Carlos Fernández está llamado a ser uno de los grandes autores de comic de, por lo menos, la Península Ibérica. A los que le guste todo lo portugués es una oportunidad única para seguir pensando que es un pueblo iluminado por el arte, aunque a nosotros, sus vecinos, nos cueste descubrirlo en ocasiones.
Con un nivel intelectual digno del “Noveno Arte”, los cinco volúmenes de “La Peor Banda del mundo” aseguran grandes momentos de lectura
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