Puntuación del crítico: 9 | Tras el fenomenal "Blackwater park" (2001, mi primera aproximacion al mundo Opeth), un año después nos presentan este "Deliverance", en el cual siguen explotando la formula que les ha hecho acreedores de la etiqueta de uno de los mejores grupos de metal del mundo, combianndo la ferocidad y técnica del death metal (con unos riffs ciertamente memorables) con las influencias progresivas de grupos de los 70, y aderezado con fabulosos pasajes acústicos, en los que Mikael Arkfeldt se encuentra cada vez más a gusto. Ello se verá refrendado en el siguiente trabajo de la banda, "Damnation", trabajo meramente acustico (o libre de distorsion, mas bien), aparecido solo unos meses después. Repiten en la producción con Steve Wilson, alma mater de los geniales Porcupine Tree. El album comienza con Wreath, con un doble bombo que se mantiene durante el primer minuto, mostrando una agresividad típica de los comienzos de sus discos. Tras eso, nos llega uno de esos cambios épicos que nos traen recuerdos de muchas de sus anteriores obras, melodías que se te clavan directamente en lo mas recondito de tu mente y que nos acompañaran durante buena parte de los mas de 11 minutos que dura este Wreath, salpicados con algunos momentos levementes acústicos y ciertos toques de percusión a manos del batería Martin Lopez, la mitad uruguaya del grupo, junto con Martin Mendez. La intensidad continua con "Deliverance": más doble bombo, otro comienzo hiper agresivo, y otro cambio desnudando el tema de cualquier agresividad, marcandole un caracter progesivo, psicodélico, con una gran labor rítmica, y unos bellos pasajes de voces limpias. Tras volver momentaneamente al riff principal, y a un solo marca de la casa, nos adentramos en la parte principal, con un genial juego de guitarras, y con la voz limpia de Mikael Arkfeldt como guía. Todo ello salpicado de cambios duros y guturales, que desembocan en un pequeño puente acústico, de bellísimas guitarras, que sirven de presntacion de un final de cerca de 4 minutos, donde bateria, bajo, y guitarras , casi al unísono, desembocan en el climax final. "A Fair Judgement" ens un tema de gran belleza y melancolia. Desde su misterioso piano inicial, hasta su contundente y opresivo final, nos muestra menos agresividad o fiereza que en piezas anteriores. A destacar la bellisima parte central , de guitarras limpias, que, a ritmo de waltz, nos presenta esbozos de lo que luego nos encontraremos en su siguiente trabajo, "Damnation". De similar estilo es "For Absent Friends", instrumental de unos dos minutos, de hermosas guitarras acústicas y eléctricas, que nos relaja y a la vez nos prepara para uno de los bombazos del disco, la brutal "Master’s Apprentices". Este el tipo de canción que te pilla tu madre escuchando, y directamente llama al médico de cabecera para preguntarle que le pasa a su vástago. Brutal, pesada, machacona, con un riff de lo más sencillo que sin embargo funciona al 100%. Tras el obligado pasaje acústico en su mediación, de voces limpias y efluvios cuasi folk, volvemos al metal sin contemplaciones, dejandonos la certeza de lo grande que es este grupo. Cierra el disco "By The Pain I See In Others". Vaya comienzo de canción. Que facilidad tienen esta gente para crear riffs que, siendo de una complejidad obvia, no se olvidan así como así. Tema de cambios de ritmos constantes, con diferentes registros dentro de las voces guturales, y con otro de esos pasajes centrales que se convierten en el protagonista de la canción. Tras una orgia de nuevos riffs y retorcidas estructuras rítmicas, el tema despide este sexto trabajo de los suecos. Ah, encontrarás al final del mismo una especie de pista oculta, simplemente anecdótica.
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