Comienza la cacería
Antología Z Vol. 4: Zombimaquia
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Autor | Varios autores |
Título original | Antología Z Vol. 4: Zombimaquia |
Nacionalidad | España |
Año | 2011 |
Género | Terror |
Formato | Rústica |
Nº páginas | 322 |
Editorial | Dolmen |
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Sinopsis | Zombimaquia es una antología de relatos sobre muertos vivientes ideada y compilada por el escritor de género fantástico Rubén Serrano en exclusiva para Dolmen Editorial, convirtiéndose así en la cuarta entrega de Antología Z, la colección que ha puesto de moda el género de los relatos de zombis en España en los últimos años.
Los zombis de ahora ya no son como los de antes: si echamos la vista atrás para ver a los primeros no-muertos que aterrorizaban a nuestros padres y abuelos, descubriremos que se trataba de seres lentos y torpes, casi patéticos, que se esforzaban por encontrar algo que llevarse a la boca y que sólo lo lograban gracias a la inusitada torpeza de los vivos. Sin embargo, el zombi ha ido evolucionando, dejando atrás la estupidez, la incompetencia y la falta de agilidad propias del rigor mortis para desarrollar nuevas habilidades, así como una mayor inteligencia y astucia. Y ante esta situación, las técnicas de los vivos para hacer frente a la nueva amenaza han tenido que adaptarse y superarse a sí mismas. Surge así la zombimaquia, la lucha contra los muertos andantes.
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Crítica | Puntuación del crítico: 8 | No soy mucho de hacer reseñas, pero últimamente, empujado por quienes me van recomendando lecturas cada vez más interesantes, me estoy animando. Y aquí estamos, con la crítica del cuarto volumen de las antologías zombis de Dolmen.
Ante todo debo decir que las he leído todas antes que esta. Me chiflan los zombis, así que, era prácticamente una obligación. Y, sinceramente, considero esta cuarta antología como la mejor (la tercera sería la más floja). Variada, con autores que me interesan, relatos originales… Lo tiene todo. No es perfecta, pero es notable.
Como lo es la labor de Dolmen en cuanto a su línea zombi. Ya hace tiempo que la abrió y desde aquí me gustaría aplaudir una iniciativa arriesgada que está dando sus frutos hasta el punto de preguntarme… ¿Para cuándo una línea de libros de otra temática? ¿De terror en general? ¿Una línea sobre fantasmas? ¿Sobre Lovecraft? Las posibilidades son infinitas, y seguramente sean ideadas por alguien más listo que yo.
Centrándome de nuevo en “Zombimaquia”, debo apuntar un par de detalles antes de empezar a comentar los relatos:
Primero, la mayoría de las historias son narradas en primera persona. No es algo que me moleste, que nadie piense mal, pero llevas cuatro o cinco relatos así, la cosa se vuelve algo monótona, por llamarlo de algún modo.
Segundo, o he entendido mal o el tema de los relatos es la caza de los muertos vivientes. Así lo indica la original portada, y es lo que se deja traslucir por el prologo. Sin embargo, hay muchos relatos que no van de eso; ni siquiera se deja ver el tema de la caza o de que los humanos usen a los zombis para sus propósitos. Es algo que chirría mucho.
Y, ahora, a por los relatos:
Condemnata Regina por Elena Montagud: Es muy mala señal que uno tenga que dejar un relato a medio leer para terminarlo más tarde. La autora usa una prosa de estilo clásico (es como mejor me ha salido definirla) para crear una historia que, personalmente, he encontrado poco interesante. El experimento funciona, y sale bien, pero si no hay una historia detrás, no cuaja, y es lo que pasa con este relato. Muchas alforjas para tan poco camino. Hay que saber equilibrar forma y fondo, creo yo. ¡Ah! Y es uno de esos relatos de la antología donde no alcanzo a ver esa cacería del hombre hacia los zombis.
La muerte del hombre blanco por Tony Jiménez: Uno de esos autores a los que les sigo la pista. Uno de esos creadores que, de seguir así, pueden dar mucho de que hablar. Aquí, mezcla el western y los zombis de muy notable manera, añadiendo un puntito de historia de venganzas y moraleja de fondo que le sienta bastante bien. Tiene personajes que en pocas líneas están bien desarrollados, tiene un ritmo endiablado, se lee bien, y un final sorprendente. La principal pega es que da para mucho más que para un relato. Y, encima, hay humanos cazando zombis. De los mejores de la antología.
Oma Claudine por José Luis Cantos: El autor de esta historia es otro de esos a los que sigo y que va a dar mucho de que hablar en el futuro. Ya dije en la reseña de “Crónicas de la Marca del Este Vol. I” que frente a todos los puntos positivos que esgrimía, el principal punto flaco es que sus historias no eran muy originales. Con este estupendo relato de terror es un error que va supliendo. Plagado de una atmosfera asfixiante y tenebrosa, tiene escenas que ponen los pelos de punta. ¿Algo malo? Creo que no se encuadra demasiado en eso de humanos cazando zombis; por lo demás, de lo mejorcito del libro.
El crucero del terror por José Vicente Ortuño: Sensaciones raras con este relato. Es bastante entretenido y se deja leer agradablemente. Que suceda en un barco le da un plus de diferencia con respecto al resto de historias del libro y los zombis son cazados por los humanos de la forma más clara hasta ahora en la antología, pero me ha parecido un relato muy poco ambicioso. Se queda en entretenido y poco más. Algo que no es malo, pero creo que tiene material para mucho más.
Puta roja por Darío Vilas: Otro autor al que tengo captada la pista. Me recomendaron su “Imperfecta Simetría” que disfruté bastante y tengo ahí aparcado su “Piezas Desequilibradas”. Por eso me extraña haberme encontrado con un relato así escrito por él. ¿No ha querido desarrollarlo o no ha sabido? Prefiero pensar lo primero, porque es la historia más corta de toda la antología y pide a gritos algo de desarrollo, porque se queda en nada y menos. Con esta longitud, se queda en una curiosidad más propia de la sinopsis que de un relato interior. Me ha dejado muy mal sabor de boca porque sé de lo que es capaz el autor.
Las últimas horas por Gervasio López: Veo que se ha reunido un buen grupo de autores con futuro en este libro. ¿Habéis leído “Los crímenes de Avignon”? Pues ya tardáis. Gervasio López, con una prosa difícil de digerir pero fácil de disfrutar cuando se tiene buen paladar, nos da una historia de amor. Genialmente escrita, asquerosa, repugnante, horrible, en el buen sentido, el principal fallo es que esto ya lo hemos visto antes. La falta de originalidad es preocupante en la historia y no tiene nada que ver con cacerías de zombis.
Carne Tabú por Fermín Moreno: Una historia bastante original. No esperaba mucho al comenzar a leerlo, pero la gracia es que va mejorando a cada párrafo hasta llegar a un final bastante bueno, uno de los mejores de la antología. Está bien escrito, se lee con facilidad y el ritmo no decae. Creo que podría haber sido más extenso, aunque no le falta el componente “cacería zombi” y eso me gusta.
Tiempo muerto por Sergi Llauger: A estas alturas, pocos consumidores de literatura zombi no conocerán a Sergi, ¿verdad? Personalmente, estoy algo cansado de mezclar a los zombis con el humor, pero aquí me ha gustado bastante. El relato podría haber dado para más, pero es cachondo, entretenido, divertido y una disfrutable gamberrada en todos los sentidos. ¡Y hay cazadores de zombis!
Un testigo invisible por Ramón López: Esta historia me ha dejado a medias. Tiene un componente de originalidad la mar de majo, que se ve entorpecido por el elemento de humor que me ha sacado de la historia. Creo que ese detalle no se ha acabado de explotar del todo o no se ha querido porque la historia está enfocada hacia el humor. Me hubiese gustado ver cómo lo hubiese hecho de forma seria. Relato entretenido, sin más, y sin componente cazador.
Cambio de presa por María Delgado: No me voy a andar con remilgos: no me ha gustado. Es cierto que no es el único que no me ha gustado hasta el momento (vendría a ser el tercero) pero se queda en nada cuando puede dar mucho de sí. Poco puedo contar para no desvelar sorpresas del argumento, pero es como si la autora hubiese dejado la historia a la mitad. Hay componente cazador, eso sí.
ZOMBCN por Ignacio Javier Borraz: Otro que me ha gustado bastante poquito. Lo único que destacaría de él sería el final que no voy a desvelar, por supuesto. Tiene un buen ritmo, es entretenido y ese componente de cazadores de zombis es fácil de encontrar, pero me ha resultado algo soso, en general. Hecho sin ganas en algunos puntos, diría yo.
La venganza de Erika por Lydia Alfaro: No ha sido lo que me esperaba, la verdad. Es cierto que se ve venir lo que va a pasar, pero no esperaba una venganza de este estilo. Tenemos pues una historia de rencor, venganza y saldar cuentas tomada desde un punto de vista bastante original. Me ha gustado mucho su desarrollo y, aunque al final le falta fuerza, creo que es de lo mejorcito de la antología.
Es Peluznante por Senén Lozano: Como he comentado más arriba, me pueden llegar a cansar bastante los tratamientos cómicos con respecto a los muertos vivientes. En este caso, me lo he pasado bomba con el relato, aunque el final se ve venir desde cierto punto de la historia. A pesar de ello, y que hay componente cazador desde un punto de vista distinto, el protagonista me ha resultado bastante pesado.
Génesis zombi por Loli González Prada: Uno de los que no me han gustado. Sí, tiene el componente cazador, pero dejando eso a un lado, me ha parecido una historia de zombis más, sin ninguna variación, sin nada que sobresalga sobre lo que se va contando, sin nada diferente… Creo que, a estas alturas, por más bien que esté escrito y llevado el relato, se puede añadir algo a la misma historia de siempre.
The Karate Kiz por Nuria Botey: Sólo por el mero hecho de que el relato parezca de broma y, en absoluto lo sea, ya merece la pena que sea situado entre los mejores de toda la antología. Su carácter cazador está ahí, así como un buen puñado de homenajes a los 80, buenos diálogos y escenas antológicas. Un gran relato que tiene el handicap que como no te guste “Karate Kid” te puede dar bastante igual.
Z por Pedro Escudero Zumel: He leído alguna que otra cosita de este autor y debo decir que engancha; merece la pena seguirlo, en definitiva. Por eso me extraña lo que ha hecho aquí que como el anteriormente mencionado “Génesis zombi” se limita a contarnos una situación de lo más predecible y repetitiva en el contexto zombi. Ni siquiera se desvía un milímetro de lo típico y lo tópico; una lastima.
Me llamo Marcos y soy de Cádiz por Julián Sancha: Un relato divertidísimo, sobre todo por la forma en la que está contado. Imaginación y originalidad al poder, es lo suyo. Sin embargo, lo mejor del relato se vuelve en su contra cuando lo que se cuenta es bastante soso. Una estupenda manera de relatar un argumento que hubiese necesitado algo más de pulido. Aún así, mi enhorabuena al autor por tamaño ejercicio literario.
Movimiento de cámara por Rubén Serrano: No voy a hablar de las maravillas de los escritos de Rubén Serrano y mucho menos de que su relato fue de lo mejorcito del segundo volumen de esta serie de antologías. Tenemos un relato con una pizca de originalidad, bien escrito, entretenido, con algún que otro buen momento, aunque con un final que me ha chirriado levemente. Aún así, de lo mejor del libro.
Gizmo-San Feedback por Magnus Dagon: Me ha encantado. Una historia original, una manera distinta de tratar el tema zombi, componente cazador, bien escrito sin florituras con un ritmo más que bueno y unos personajes que enganchan. Otra joyita del libro.
Una chica muy especial por Mike Resnick: Último relato y un final por todo lo alto con una historia muy, pero que muy distinta a todas las demás. Poco puedo hablar de ella sin desvelar algún detalle importante; lo mejor es que sea disfrutada llegando virgen a ella, porque merece mucho la pena. Siempre me han gustado este tipo de relatos.
Y fin. Lo dicho, la mejor antología Z de Dolmen por ahora. Detrás quedarían la primera y la segunda así, así y la tercera como la más floja. Nada, nada, a seguir así, que entonces la siguiente puede ser la leche… más aún de lo que ya lo es ésta.
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Marv Man | |
Ficha de Libro enviada por Marv Man el 2 de Octubre de 2011 |
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