Puntuación
del crítico: 9 |
Jack Ketchum es uno de los mejores escritores actuales de terror. ¿Cómo? ¿Que ni siquiera os suena su nombre? Bueno, quizás si digo que es el autor de "La chica de al lado"... ¿Tampoco? ¿Nada de nada? Tranquilos, no me extraña en absoluto. A pesar de que Ketchum es muy, muy conocido en Estados Unidos donde sus novelas, sus relatos y el horror que los impregna no son desconocidos para sus habitantes, y sí muy aclamados, aquí en España Ketchum nos suena por otro medio de ocio que no es la literatura: el cine.
De este modo, quizás os suena más "Red", "The girl next door", "The Offspring" y "The Woman" que la mayoría de sus novelas. Películas donde el terror, el horror y el miedo no vienen de parte de criaturas sobrenaturales, engendros del infierno o monstruosas criaturas salidas de las peores de las pesadillas. No, en dichas películas la crueldad tenía un nombre: el hombre. El ser humano, la mayoría de las veces de género masculino. Sí, Jack Ketchum sabe manejar muy bien la naturaleza humana, contandonos que no hacen falta vampiros, hombres lobo, zombis o duendes para meternos miedo; nosotros mismos nos bastamos.
Así pues, Ketchum se ha convertido en muy poco tiempo en uno de mis autores favoritos. He leído poco de él, ya que nos ha llegado muy poco, como ya he dicho, pero entre sus películas y lo que he podido tragarme de sus escritos, me tiene fascinado. Una prosa agil, fluida, pero sin ser simplista, que absorbe desde el primer momento, y que no te suelta hasta el final. Un gran ejemplo de que no se necesitan cientos de adjetivos, palabrejas extrañas ni complicadas descripciones para crear una atmósfera cruel y terrorífica que retuerza el estomago de los lectores. Cuando Ketchum quiere contar algo, lo cuenta, así de simple.
Tras leer "La chica de al lado", tuve la oportunidad de adquirir este "Al otro lado del río" en un puesto de libros de oferta. Una edición que me cautivó al instante; de bolsillo pero con tapa dura. Un precio al que fue imposible resistirme, y además resultó ser una novela corta, que no llega a las 110 páginas, nada más y nada menos. En menos de dos horas ya la tienes leída, y no porque sea corta, sino porque atrapa como pocas, especialmente si sois aficionados al western, como yo lo soy.
La historia se centra en el Salvaje Oeste, en líneas generales. Una chica maltratada, vejada y malherida se da de bruces con tres hombres: Hart, Madre y Bell. Los cuatro se embarcan en una odisea de venganza y rescate en busca de la hermana de la chica, y los hombres que la raptaron. Crueldad, sangre, disparos, tierra, polvo, violaciones, cuentas pendientes, escenas dantescas... Ketchum plasma todo esto y más en una historia corta que confirma que muchas veces no son necesarias un exceso de páginas para contar algo interesante, a la par que profundo, con personajes muy, muy bien construidos, hasta el punto de que cuando llega el final, nos hemos emocionado, reído y llorado con ellos. Especialmente con Hart, Madre y Bell.
El escritor nos embarca en viaje donde, junto a hombres que ya han visto mucho horror por parte del ser humano, descubriremos que éste no conoce limites en cuanto a provocar dolor a sus semejantes. Ya desde el primer capítulo vemos que Ketchum va al grano, ofreciéndonos un puñetazo directo al estomago. Recuperaremos el aire mientras conocemos a Hart, Madre y Bell, que se ganan la vida honradamente hasta que se encuentran con la vengativa chica que ha visto destruida su vida por hombres sin escrúpulos. Luego, en la última parte de la novela no sólo recibiremos otro puñetazo que nos vaciará los pulmones, sino que después nos darán una patada, un codazo, nos ahogarán... Un fin de novela brutal, de principio a fin, incluyendo ese capítulo final, que no desvelaré, claro, pero donde la emotiva calma se apodera de la narración.
Como decía más arriba, gran parte de la calidad de "Al otro lado del río" descansa no sólo en su crudeza, sino también a la bella historia de amistad que tiene que ver con los tres hombres protagonistas, perfectamente construidos y, aunque en ellos subyacen algunos tópicos, ninguno que moleste realmente. Ni siquiera Bell es el típico cobarde de western que apenas mueve un dedo, no, todo lo contrario. Y sí, otro gran acierto del libro es que se trata de un western en la amplia expresión de la palabra, siendo igualmente protagonista el terreno en el que se mueven los personajes, su entorno y el marco histórico, muy logrado, con todo lo que ello conlleva.
Casi perfecta, "Al otro lado del río" esconde ciertas imperfecciones que no entorpecen su lectura, afortunadamente. A veces da la sensación de ser un relato largo al que se le han añadido más y más detalles para profundizar más en sus personajes. Otras, parece que le falta espacio para contar más. Por otro lado, a los que no gusten de un buen western, y las imágenes crudas no les hagan especial gracia, se perderán un gran libro donde la amistad, el horror y la venganza se invitan a un whisky.
Porque Jack Ketchum más que ser un escritor de terror, es un escritor de horror. Y esta, en palabras de Stephen King, es su mejor novela. Yo espero tener la oportunidad de seguir leyendo su obra para poder decidirme en un futuro. Por ahora, estoy de acuerdo.
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