Muy mediocre adaptación del homónimo literario de Muñoz Molina. Cuesta creer la incapacidad de Uribe para superar el mediocrísimo guión. El film carece de consistencia, se hace aburrido y predecible. Por otra parte, los intérpretes resultan inverosímiles (baste ver al monocorde Miguel Ángel Solá como detective en crisis).