Richard (Marley) vive la vida como si fuera un veinteañero y le es infiel a su dulce mujer Maria (Carlin) con Jeannie (Rowlands) una rubia despanpanante y alocada. Richard decide abandonar a su mujer por Jeannie y Maria cae en un estado depresivo. Una noche sale con sus amigas para olvidar los problemas y en una discoteca conoce a Chet (Cassel) un gigoló con el que pasará un noche inolvidable, pero por la mañana los demonios vuelven a aparecer y Maria intenta quitarse la vida.
Crítica
Puntuación del crítico: 10
Mi película preferida de Cassavetes, quién aborda la soledad matrimonial y la infidelidad con maestría. Los actores están los 4 estupendos, aunque especialmente todos los honores van hacia Lynn Carlin y Seymour Cassel y su bellisima historia. Carlin realiza una interpretación inenarrable, un personaje tierno que se ve abocado a la soledad y que encuentra refugio en los brazos de un gigoló que le salva, literalmente, la vida durante los últimos 20 minutos de película que son excelentes. Por cierto, como anecdota curiosa, Lynn Carlin debutó con está película, y no era actriz, antes de hacer la película era la secretaria del director Robert Altman.
Todo un clásico que no debe faltar en ninguna estanteria.
Palmarés:
Nominaciones Oscar: Secundario (Cassel), Secundaria (Carlin) y Guión original.